“A mí en Cuba no me gustaba la política, pero yo si le gustaba a ella”

Por: Eloy  A González. 

Un grupo de Facebook conocido como Bautistas en Cuba, esta abierto como grupo publico y permite exponer libremente los puntos de vistas. Fue en este sitio que incluí una información que previamente aparecía en la página de Radio Televisión Martí con el título de: Líderes bautistas del mundo critican la retención de ayuda humanitaria en Mariel. Como es un tema a tono con el grupo en cuestión incluí este en el sitio de referencia. Fue en este punto que dos participantes o miembros de este grupo se mostraron molestos por el tema en cuestión. Pero una persona en particular demostró una actitud acometedora e  improcedente . Afirmó la persona que: los cristianos no nos metemos en política, usted está usando este grupo para influir en los Bautistas con sus propósitos políticos. Agregó, RESPETE ESTE GRUPO. Fue en este punto que expresé lo siguiente: 

Veo con asombro su nota cuestionando una información que aparece en la red. Muestra la estulticia que caracteriza a tanta gente malograda que, aun saliendo de aquel infierno, no abandonan el cinismo de afirmar “que no se meten en política” y aducen una enfermiza predisposición a considerar un libre intercambio de ideas como “oscuros propósitos políticos”, y lo que es peor, pretende coartar la libertad de expresión aduciendo un irrespeto a este grupo que es por demás público.

La nota que puse es una información compartida; y sí, son líderes religiosos bautistas polacos y la Misión Integral de la Alianza Bautista Mundial, así como representantes de la Fraternidad Bautista del Caribe; que se solidarizan con una iniciativa a todas luces de inspiración cristiana. Para proveer una ayuda humanitaria a los cubanos en Cuba; esto por parte de los cubanos, muchos de ellos como usted, ahora asentados en tierra de libertad. En libertad se comparte información y se respeta la libertad de expresión; no se si ya esto lo ha aprendido viviendo en los EE. UU..

No me voy a detener en otras consideraciones. Tengo más de 70 años, soy conocido. Mis puntos de vistas los sostuve siempre en Cuba, dentro y fuera de la Iglesia, y asumí por ello los riesgos y las consecuencias. Nunca he dejado de expresar mis opiniones y nadie puede restringir, ni en Cuba ni en el exilio, mi libertad a expresarme libremente. Pero la información que compartí no es de mi autoría, aunque la suscribo. De mi autoría son los cientos de artículos de opinión que he escrito y aparecen en la red, en la prensa y en tres libros publicados y uno en preparación. Dos blogs de temas cubanos (Religión en Revolución y Medicina Cubana) agrupan muchos de mis artículos. No tengo que hacer uso de ningún grupo de Facebook, ni de otro medio porque siempre he contado o con mis propios medios u otros que aceptan de buen grado mis artículos y por tanto mis opiniones.

¿Que los cristianos no nos metemos en política?. Por favor no dé lugar a la desidia colectiva de que son parte los cristianos en Cuba, no matice el colaboracionismo rapante de tantos. Los aspectos medulares de las relaciones Iglesia -Estado en Cuba están expresadas en la introducción a uno de mis libros que puede leerse aquí .Ahora bien, la falsa afirmación de que “yo no me meto en política” o “la política es una cosa sucia” que tanto repiten cubanos, cristianos o no, de aquí y de allá, es  desde todo punto de vista falsa y cínica en su esencia.

¿Alguien de los que leerán esta nota pueden afirmar que nunca se metieron en política?..,  cuando: fueron pioneros por el comunismo, se afiliaron a los sindicatos comunistas, eran miembros de los CDR, militares en las MTT, Federadas y un largo etcétera.., y lo que es peor miembros de las Brigadas de Respuesta Rápida. Esto por arribita porque si algo vi en las Iglesias fue la cuerda de chivatos que teníamos que soportar y sonreírles hasta cuando se bautizaban.

Tomando algo a la ligera, como para restarle tensión a esta nota, recuerdo un cantante de rock cubano que en nada me agrada pero que decía en una de sus canciones: “a mí no me gusta la política, pero yo si le gusto a ella”. Usted como tantos cubanos, aun cuando se sentaba en el banco de la iglesia bautista de Cienfuegos, la cual conozco, no se metía en política, pero sí que le gustaba compañerito.

El sujeto, que pretende una encendida polémica, respondió lo siguiente:

Señor no solo vivo en EE. UU. sino también viví en Canadá y estudié en los 3 países, conozco bien la libertad. Por tanto, usted no debe catalogar de cínicos a los que afirman no meterse en política porque estás violando el más elemental derecho humano del cual te apoyas para criticar a otros, llamar cínicos a los que no piensan o no se comportan como usted es mutilar la democracia y libertad de la cual usted tanto presume. Respeto su opinión y si tantos medios publican sus artículos siga en ellos o cree su propio canal, pero no use este grupo cristiano para eso; haberse hecho miembro de este grupo el 21 de agosto del 2020 y estar publicando o compartiendo información política aquí demuestra sus verdaderos propósitos. Recuerde DAR A DIOS LO QUE ES DE DIOS Y AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR.

…, Y esta fue mi respuesta:

Usted como tantos cubanos se metió en política en Cuba estoy seguro, muy seguro. Ahora dice que conoce la libertad porque vivió, entre otras cosas, en Cuba y estudio en la Universidad Central de Villa Clara. Mas que cínico es impúdico decir, cuando se ha vivido en Cuba, que no se participó en la vida política del país. Porque usted bien sabe, porque yo también lo sé, lo que significa NO participar en la política que establece el régimen y que permea toda la sociedad. Hago uso de mis ideas como hago uso de la crítica, para eso vivo en libertad y participo en las polémicas que puedan derivarse de mis contribuciones en las redes sociales. Por eso no violo derecho alguno. También hago uso del derecho que me asiste a formar parte de una red social como este  grupo de Facebook que es público. Esto es hacer uso de mi libertad de asociación, expresión y libre juego de las ideas. No voy a dejar de participar en este u otro sitio porque un advenedizo como usted venga a decir que lo deje.

Este intercambio, desde ya, lo convierto en un post y será publicado de manera íntegra en el  Blog Religión en Revolución.

A usted le deseo éxitos en su vida personal, pues ha ampliado sus horizontes después de dejar en Cuba al “César”, poner agua de por medio y venir al exilio de los cubanos en el soleado West Palm Beach. No sé si ese salto en el espacio y en el tiempo fue una decisión política, como sea que le vaya bien.

Hay una preocupante tendencia a la dedicación de muchos en Cuba y ya en el exilio a repetir hasta el cansancio los argumentos de que: “los cristianos no se meten en política”, “la política es algo sucio o cochino”. Aducen argumentos para que en nada les molesten ahora que viven en libertad y hablan de derechos que nunca tuvieron en Cuba. Olvidan las dedicaciones de tantos a ser parte y actuar en consecuencia cuando pertenecían a las organizaciones políticas y de masas den Cuba. Dejan a un lado las realidades de Cuba y se sustraen de una responsabilidad social que debieran admitir cuando, hoy hacen uso del derecho que les proporciono su condición de refugiados cubanos en los EE. UU. para lo cual todos o casi todos aceptaron los términos de la así denominada Ley de Ajuste cubano que da derechos a los cubanos en tanto vivieron y fueron victimas de una tiranía comunista.

Muchos cubanos, antes de dejar la Isla, recibieron el mismo consejo: “cuando llegues allá no te vayas a meter en política” …, ¿Por qué? ¿Que argumentan cuando están delante del oficial de inmigración haciendo los trámites para la residencia o ciudadanía?.

Yo si me meto en política, nadie pude criticarme por eso, lo hice en Cuba y lo hago aquí. En Cuba más que política hice oposición, o lo que es lo mismo contrarrevolución y por ello me siento orgulloso. Comparto la opinión de un periodista independiente cuando afirma:

Yo sí me meto en política porque mi país y su gente se han malogrado; porque Cuba ha naufragado junto a sus hijos; porque nos vamos quedado sin presente y sin futuro; porque no hay una sola razón para que dos comunistas, de probada escases moral, mental, espiritual y neuronal destruyan la esperanza de millones de seres que se resisten a compartir su credo.