octubre 31, 2010

Los Chivatos de este mundo.

Por: Yoaxis Marcheco Suárez.
En Cuba se le da un nombre curioso a los delatores, a aquellos cuyo oficio es mantener al día a las autoridades policiales, de la Seguridad del Estado, del Poder Popular o del Partido Comunista, acerca de todo lo que acontece en la comunidad o el barrio donde ellos viven, ya sea sobre el vecino que vende –de manera ilegal- aguacates o limones recogidos de las matas de su patio, el que vende caramelos amelcochados en la esquina de la escuela a los niños a la hora del recreo, el que está comercializando el queso que fabricó de la leche de su propia vaca o el que decidió no callar más y está expresando con valentía y con muchos riesgos su criterio acerca de la situación real del país en el cual vive. A esos delatores los cubanos les llaman –chivatos-, este término tiene semejanza con el vocablo, chivo o chiva y es que los chivatos berrean de la misma manera que lo hacen estos infelices animales para quienes debe ser una horrenda desgracia ser comparados con tales alimañas.

El chivato duerme poco y casi siempre es alguien con grandes necesidades materiales. Es como si paradójicamente sus fieles servicios fueran pagados con una alta cuota de desprecio por parte de aquellos que se benefician con ellos. De ahí que el chivato es un ser miserable y despreciable, no solo por sus víctimas, sino también por quienes sustentan su trabajo. Digo que duerme poco porque se mantiene vigilante a toda hora, pendiente de -la vida de los otros-, husmeando en cada casa, viendo cada movimiento que pueda resultar extraño para informarlo de forma rápida y eficiente, no dudo que compitan entre ellos y hasta que estén vinculados: a más delaciones, mayores relaciones con los de arriba. Andan siempre con un tono de sospecha en la mirada, como diciéndole a los demás: -te tengo en la mira, al primer tropezón eres out por regla- y cuando van a hablar en público con algún personaje uniformado, lo hacen misteriosamente, colocándose la mano en la boca para que nadie pueda captar cuál es el tema de la conversación.
Hay chivatos hiperconocidos. Todo el mundo se cuida de ellos porque ya se sabe cual es la profesión que practican, pero hay algunos informantes que han logrado permanecer ocultos y aunque se sospecha de ellos, se desconoce si a ciencia cierta lo son. Este fenómeno ha generado otro entre los cubanos, el vivir una existencia de sospechas: todos sospechamos y todos somos sospechosos. Nos mantenemos alertas hasta de nuestra propia sombra. Andamos con un vigilante las veinticuatro horas del día. Tememos hablar hasta con los supuestos amigos porque no sabemos si ellos son de “la Seguridad”, si están infiltrados o si, en palabras más cubanas: -nos van a echar pa´lante- Esta vida de sigilos, persecuciones, dudas, desconfianza, se suma a todas las penurias que a diario debe vivir el cubano común para su subsistencia.
El tema del chivato no escapa del medio eclesial, ellos han penetrado muchos sectores y este no ha quedado atrás. En cada culto o reunión cristiana, tanto los líderes, como los feligreses están conscientes de que entre ellos hay algún informante, quién será, esa es la parte difícil de descubrir. El “chivato cristiano” es alguien que se confunde con el resto porque ha aprendido a imitar a sus vigilados y la mayoría de las veces representa su papel como un excelente actor. Su función no es solo la de informar, tiene otras, como la de tratar de desacreditar a los líderes religiosos, la de dividir al pueblo creyente, sembrando sisañas y creando rumores mal intencionados entre ellos y una bien importante, la de amenazar a otros de manera muy sutil en lo tocante a sus trabajos, estudios o tranquilidad personal; sobre todo cuando estos asisten a iglesias cuyos pastores u otros miembros piensan, políticamente de manera diferente a la forma oficial impuesta por el régimen imperante.
¿Qué ha ocurrido entonces en el seno de muchas comunidades cristianas, especialmente evangélicas? Muy contrario a lo que expresa la Biblia: “en el amor no hay temor” o “no os conforméis a este siglo”, muchos cristianos se han llenado de miedo, tanto que su mensaje al mundo está saturado de un terror que nada concuerda con la valentía indescriptible de nuestro Señor Jesucristo, quien fue víctima también de un delator, un chivato de su tiempo, Judas Iscariote, quien vendió a su Señor por una miserable suma de dinero y luego lleno de remordimiento tomó una soga y se ahorcó, tal suerte tienen muchos de aquellos que traicionan a sus semejantes hoy día. El miedo ha llevado a buena parte de los evangélicos cubanos a negar el derecho que los creyentes tenemos de pensar, razonar y expresar criterios políticos, al parecer el sistema oficial ha logrado influenciar en sus pensamientos. Es común la idea de que: -los cristianos no debemos meternos en política- o –quién ha visto a un pastor metido en la política, no es eso lo que Dios quiere de nosotros- En mi muy modesta opinión si los cristianos influyéramos más en la política, así como en otros sectores, no solo en nuestro país, sino en cualquier parte del mundo, llevando adelante el amor infinito de Dios y todas sus valiosas enseñanzas a nuestros prójimos, esta humanidad viviría momentos mejores. En fin, como Jesús, también nosotros los creyentes cubanos convivimos a diario con muchos Judas, gente que nos besa la mejilla y por detrás pega su boca al oído del gobernante para darle razón de lo que hacemos, pensamos, decimos en nuestras iglesias, pero al igual que Jesús, nosotros no deberíamos temerle a esos Judas Iscariotes quienes pudieran afectar nuestros cuerpos, pero nunca nuestras almas.
Como cristianos, hijos de un Dios de amor y de justicia, deberíamos estar cien por ciento al lado de los necesitados, empobrecidos, aniquilados, despreciados de este mundo nuestro, de esta Cuba nuestra; proclamando con denuedo las buenas nuevas del Reino, de ese Reino que se ha acercado y que nos muestra toda su grandeza y perfección. Denunciando todas las vilezas y el despotismo que las fuerzas del poder emplean cada día en contra de este pueblo. Como cristianos no deberíamos tener temor de los delatores de este mundo y sí por el contrario de permanecer callados, ausentes, indiferentes a la realidad social que nos circunda. Deberíamos sentir temor de no jugar el papel activo que Dios nos está pidiendo, la influencia activa que verdaderamente él quiere que ejerzamos en nuestros compatriotas. Sí, definitivamente hay muchos traidores en esta Cuba nuestra, muchos Judas Iscariotes, pero también hay muchos Pedros y muchos Pablos entre nosotros; eso me llena de esperanza y valentía porque no serán los chivatos de este mundo quienes se lleven el galardón, serán los hombres y las mujeres dignos de este país quienes levantarán en alto el futuro de la patria y traerán para ella la victoria.

octubre 27, 2010

En Cuba, creyentes y no creyentes que no comulguen con la ideología oficial no estudian en la Universidad.

Siempre existieron limitaciones para que los creyentes o “religiosos” no estudiaran algunas carreras universitarias e incluso alguna especialidad médica (ej. Psiquiatría). Ni pensar estudiar Ciencias políticas (diplomacia), Ciencias Sociales y Periodismo; en algún momento también se limitó la carrera de Psicología. Aquí les dejo esta nota:
UNIVERSIDAD SOLO PARA REVOLUCIONARIOS
Por: Rev. José Carlos Pérez .
El pasado día 6 de septiembre pude valuar la entrevista televisiva de la revista de la mañana al señor Miguel Díaz Canel, Ministro de Educación Superior y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba.
El señor Canel manifestó el programa de trabajo académico de la institución universitaria. Expresó los nuevos retos para la formación integral de los estudiantes del nivel superior. Un mayor rigor académico y exigencias en el nivel preparatorio serán metas a alcanzar, a diferencias de los años predecesores.
De lo expuesto por el ministro me preocupa su declaración de que LA UNIVERSIDAD ES PARA LOS REVOLUCIONARIOS. Dicha afirmación trae a la memoria los años de mi juventud y adolescencia cuando los jóvenes éramos investigados con la intención de saber nuestros arraigos religiosos, o si pertenecíamos o no al Comité de Defensa de la Revolución “C.D.R” cuando se optaba por alguna carrera tecnológica, Universitaria o trabajo secular. Décadas de los 8O's.
Me recuerda las clases de Historia Antigua donde aprendimos acerca de las diferentes clases sociales en las distintas épocas y países.
Los privilegios que podían ostentar las clases explotadoras burguesas a diferencias de la clase explotada, donde eran obligados a trabajar duramente por una ínfima paga para sustentar a su familia.
La afirmación del Ministro excluye o discrimina a personas que no profesan el dogma ideológico político que sustenta el gobierno cubano.
Me disgusta que mis hijos y los de muchos creyentes y no creyentes que no simpatizamos con la ideología revolucionaria no puedan aspirar a los estudios superiores o carreras universitarias. Estoy seguro que su confesión no concuerda para nada con la Declaración Universal de los Derechos Humanos que Cuba ha firmado. Así como el artículo 43 de la Constitución vigente de la República de Cuba donde reza:
El Estado consagra el derecho conquistado por la Revolución de que los ciudadanos, sin distinción de raza, color de la piel, sexo, creencias religiosas, origen nacional y cualquier otra lesiva a la dignidad humana:
-disfrutan de la enseñanza en todas las instituciones docentes del país, desde la escuela primaria hasta las universidades que son las mismas para todos.”
Muchos creyentes y no creyentes que no simpatizan con el proyecto socialista sufrirán de esta medida, obligados a recurrir a la emigración como recurso de vida o al fraude. Numerosos jóvenes serán forzados a fingir su verdadera ideología, credo, a cambio de estudiar una carrera universitaria.
Todas las instituciones religiosas de la Isla deberían orar fervientemente a Dios afín de que exista igualdad de oportunidades para todos los cubanos y pedir a las autoridades cubanas que respeten la Constitución de la República de Cuba y derechos Individuales del hombre.

octubre 23, 2010

Denuncias y demandas de la Coalición Apostólica de Cuba a las autoridades del país.

RECLAMACIÓN DE LA COALICIÓN APOSTÓLICA DE CUBA 14 DE OCTUBRE 2010.
Considerando:
• Que la Nueva Reforma Apostólica en Cuba ha dado lugar al nacimiento de centenares de Ministerios, Iglesias y Redes que funcionan separadas de las Instituciones Eclesiásticas establecidas; que para mantener la unidad y la sana doctrina nos hemos asociados para formar la Coalición Apostólica de Cuba.
• Que la libertad de creencia, de reunión, manifestación y asociación religiosa es un derecho reconocido por la comunidad internacional en la Declaración Universal de Derechos Humanos y reconocidos además en la Constitución de la República de Cuba.
• Que en Cuba no hay ley de Asociación y Culto que permita inscribir y legalizar nuevos Ministerios, Iglesias o Redes ministeriales, por lo que centenares de estas funcionamos actualmente sin status legal, privados de los derechos y libertades elementales.
• Que el gobierno de Cuba ante la opinión pública nacional e internacional proclama que en la Isla las diferentes religiones gozan de todas las libertades y derechos; y que son tratadas sin distinción alguna con igual consideración.
Denunciamos:
• Que la Coalición Apostólica de Cuba somos víctima de la más absurda discriminación. Se nos pretende privar de los más elementales derechos y libertades de creencia, de reunión, manifestación y asociación religiosa.
• Que los ministros y discípulos de nuestras congregaciones estamos siendo acosados y perseguidos, se les expulsa de sus trabajos, desaloja de sus casas fundamentalmente a los pastores, destrucción de los locales de reunión, decomiso de los bienes y útiles que usan en las celebraciones, cartas de advertencias, detenciones, amenazas, etc., de lo cual tenemos constancia; tenemos evidencias que no son hechos aislados, sino orientaciones de la más alta dirección del Gobierno, el Partido Comunista y la Seguridad del Estado.
• Que no se nos escucha, y cuando hemos reclamado o denunciado estos abusos ante órganos estatales pertinentes, hacen caso omiso; No se respeta la Carta Magna de la República de Cuba y se menosprecia la Declaración de Derechos Humanos; y en lugar de actuar contra los violadores de la Ley y el derecho individual se ensañan más contra nosotros.
• Que para justificar estas violaciones contra nuestros derechos y libertades, el gobierno y sus instituciones, han recurrido a la difamación y la calumnia, se nos tilda de “Ilegales”, nos llaman contrarrevolucionarios, agentes de la CIA, vagos, que alteramos el orden público, etc. Lo cual es una farsa para tener la justificación de actuar arbitrariamente y buscar el apoyo popular.
• Que nuestras familias, y en especial nuestros hijos (niños), están recibiendo un trato diferenciado discriminatorio; lo cual está afectando su normal desarrollo en las escuelas, en la obtención de empleo y en todo proceso social.
Reclamamos:
• El cese de las amenazas, la difamación, la represión, la persecución y el acoso del gobierno cubano contra los Ministerios e Iglesias apostólicas; pues no somos un grupo de oposición política, sino parte de la Iglesia que estamos trabajando fuera de los concilios tradicionales institucionalizados y reclamamos un espacio en nuestra nación para expresar nuestra fe en Dios.
• La puesta en vigor de una Ley de Asociación y Culto que viabilice la legalización e inscripción de los centenares de Ministerios, Iglesias y Redes apostólicas y que garantice la libertad y el derecho de reunión, manifestación y asociación religiosa.
• La autorización para la construcción de nuevos templos o locales de reunión, así como la posibilidad de adquirir terrenos para ello, en caso que sea necesario.
• La libertad para manifestar nuestra creencia en público a través de los medios de difusión masiva (TV, Radio, prensa, Internet), así como la utilización de lugares públicos (teatros, cines, plazas, parques, estadios, etc.) para celebraciones de actividades especiales.
• La libertad para que ministros apostólicos foráneos puedan entrar a Cuba a ministrar en nuestras congregaciones y que ministros apostólicos cubanos podamos salir a otros países.
• La libertad para recibir Biblias, literatura y materiales cristianos desde el exterior, así como de imprimir y distribuir materiales en la Isla.
Publíquese esta reclamación por todos los medios y oremos por una pronta respuesta. Firmamos la presente, el Consejo Apostólico de la Coalición Apostólica de Cuba.
Apóstol Mario Alberto Álvarez Venegas, Apóstol Antonio Ortiz Rodríguez, Apóstol Alain Toledano Valiente, Apóstol Bernardo de Quesada Salomón, Apóstol Mario Jorge Travieso Medina, Pastor Luis Yoel Balbuena Pérez.
Foto: Este es el apóstol Santiago Lastra ministrando la palabra de Dios en la iglesia del apóstol Bernardo de Quesada quien fue deportado indignamente el día 1 de marzo 2010 del aeropuerto internacional de la Habana. Tuve el privilegio de ser invitado junto a él en un evento nacional donde se reunieron más de doscientos líderes cristianos de toda la nación. Ahí se ve a Santiago impartiendo la Palabra de Dios, pues eso es lo que viene este apóstol a hacer en Cuba. Santiago Lastra ha viajado llevando la Palabra de Dios a varios países de América, Europa y de África, pero es en Cuba donde único lo han catalogado como persona no grata.

octubre 21, 2010

Flores Rojas para Orlando Zapata Tamayo.

Por: Pr. Mario Félix Lleonart. *
El título de este spot parafrasea al de un libro del escritor y dramaturgo español Alfonso Sastre, Flores rojas para Miguel Servet. Lo compré en una librería al oriente de Cuba por donde realicé hace poco un viaje muy especial. De alguna manera la lectura de este libro se entretejió con las vivencias de mi viaje. Especialmente en la mañana del sábado 9 de octubre mientras viajaba a Banes en uno de esos camiones porteadores privados de pasajeros sin los cuales el moverse por esas sufridas provincias sería sencillamente inconcebible.
El descubrimiento del libro fue tanto una sorpresa como una rara conexión. Desde hacía ya algún tiempo yo buscaba alguna bibliografía sobre el martirio en Ginebra de Servet; todavía no cejo mi búsqueda en una bibliografía relacionada: Castellio contra Calvino, de Stefan Zweig. El asunto es que todo el argumento del libro de Sastre, preámbulo a su obra de teatro La sangre y la ceniza, trata de la lamentable y evitable muerte el 27 de octubre de 1553 de un hombre de cuarenta y dos años que al decir de Zweig, fue «un crimen judicial»; y el objetivo de mi viaje a Banes era precisamente el de ir a orar y consolar en lo posible a la madre de otro hombre de cuarenta y dos años que el 23 de febrero de 2010 murió también por irresponsabilidad de otro Estado. Miguel Servet, incomprendido por sus ideas en el siglo XVI, Orlando Zapata Tamayo por las suyas en pleno siglo XXI.
La lectura de Sastre me absorbía tanto que el camión hacinado no podía impedir que el libro me atrapara. Andaba ya por el capítulo XXVII en un párrafo como el que cito (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia):
«Algún autor ha calificado con cierta gracia y desparpajo de Gestapo de las costumbres a la Organización que velaba, en aquellos tiempos, por la salud espiritual de los, en otros, alegres y desordenados ginebrinos. La visita domiciliaria de la policía eclesiástica podía llegar a los hogares en cualquier momento… los agentes cuidaban, mediante esa piadosa inspección del interior de las casas…; de que las amas de casa no añadieran ningún alimento al estipulado y austero plato único; de que no hubiera ningún libro sin el sello de la censura consistorial… Para ello, aparte de la inspección ocular, se interrogaba a las criadas de sus amos, a los porteros sobre sus inquilinos y a los niños sobre sus padres
Esto leía y recordaba aquella famosa frase, no precisamente de Calvino, que fue pronunciada aquel día en que fueron organizados los recién festejados CDR:
«Vamos a establecer un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria, que todo el mundo sepa quien vive en la manzana, y qué hace el que vive en la manzana, y qué relaciones tuvo con la tiranía, y a qué se dedica, con quién se junta, en qué actividades anda, porque le implantamos un comité de vigilancia revolucionaria en cada manzana.»
(Foto de la derecha: el Pr Mario F Lleonart junto a Reyna Luisa Tamayo en su casa de Banes).
Así leía y realizaba conexiones con mi realidad cuando de repente alguien anunciaba que habíamos llegado a Banes, y a la vez, y como para que me sintiera dentro del libro mismo, toda la alegría de la conclusión de un fatigoso viaje desde Holguín se fustigaba cuando alguien habituado a estos trajines declaró: -¡Qué fastidio! La gente de la seguridad… - y sin el menor respeto al cansancio de los viajeros extenuados tres individuos vestidos de civil, sin identificarse, treparon al camión, mientras debajo quedaban otros siete, solicitando el carné de identidad de cada cual para comparar los nombres y apellidos con los de una lista que traían. En dicha lista impresa por computadora, y en orden alfabético de apellidos, centenas de nombres estaban incluidos hasta ese momento y supongo que de encontrarse con algunos de los poseedores el destino habría para ellos sido ser puestos inmediatamente de regreso a casa sin haber llegado a su objetivo, y según me dijo Reina Luisa, no sin antes pasar por el todo el mundo canta de Holguín.
Que un individuo vestido de civil me solicitara el carné de identidad sin identificarse constituía una violación de mis derechos, así como el de todos los que viajaban en aquel camión, para muchos de los cuales esto, por lo que vi, era una escena más que aceptada y habitual. Podía haber protestado, pero esto habría llamado la atención, si es que mi nombre mismo no se encontraba en aquella lista inquisitorial, y yo tenía un propósito bien claro y definido aquel mediodía ya: ver a Reina Luisa Tamayo y orar y llorar con ella. Afortunadamente, o mi nombre no estaba aún en la lista, o el apremiado agente no tuvo ojos para verlo, pienso que es hasta bochornoso para ellos mismos esta irrespetuosa operación contra sus conciudadanos. Yo me aferré a la lectura del libro de Sastre, o al menos lo disimulé mientras lo vivía a la vez, lo cierto es que milagrosamente y a pesar del simple hecho de ser de otra provincia que aunque no estuviese en el listado ya de hecho me hacía sospechoso, logré pasar aquel primer cerco. No albergo dudas al respecto: ¡BANES ES UNA PLAZA CITIADA! Pregunté al viajero más cercano como si no estuviera al tanto de los hechos por qué sucedía esto únicamente en Banes y me respondió: -Es que aquí hay muchos opositores-. Solo a un joven que no traía documento de identidad lo bajaron y condujeron a una patrulla de policía que estaba allí apostada para confirmar vía radio de quien se trataba, al parecer comprobaron lo que él afirmaba, que era un simple santiaguero graduado de Artes Escénicas que venía por motivos de trabajos al lugar, ya que volvió al camión para alivio lleno de suspiros de todos los evidentemente molestos pasajeros.
A los pocos minutos, por esos artilugios de la literatura, me sentía como bajándome en Ginebra, pero era Banes. Había rogado a Dios que pusiese delante de mí algún hombre o mujer de buena voluntad que me indicase como llegar a Carretera al Embarcadero No. 6, que no fuese un delator y me ayudara, era mi primer viaje a este lugar y nadie me esperaba. Dios me contestó, por razones de seguridad para mi guía no daré detalles, solo hago constatar mi agradecimiento y llegará el día, como le anuncié personalmente a él, cuando podremos relatar todos estos detalles sin miedo. Por su ayuda sin conocerme, y por todo lo que hablamos, puedo afirmar que a pesar del intenso trabajo que realiza la Gestapo, pervive en Banes mucha admiración secreta para Reina.
Gracias a la compañía de este guía con quien transité en conversación cordial cual si fuésemos viejos conocidos me fue fácil sortear el segundo cerco, entablado junto a una línea de ferrocarril de camino a la carretera al Embarcadero, no sin dejar de sentir las escrutadoras miradas de sospechas cayendo a mis espaldas. Era un verdadero milagro, aún no era la una de la tarde y yo estaba por fin en lo que fuera la casa de Zapata. Allí conocí a dos de sus hermanos y a dos de sus sobrinos, a todos los abracé como si siempre les hubiese conocido, y luego de presentarme tuve la bendición de orar con ellos y por ellos sintiendo su afecto entrañable.
No sé si era yo quien necesitaba realizar esta visita más que ellos mismos recibirme, para satisfacer mi conciencia cristiana herida ante tanto sufrimiento y lo que considero un ineludible llamado del Espíritu Santo. A la vez fui presa de una enorme impotencia. Al día siguiente, como cada domingo, Reina Luisa y los suyos intentarían realizar su caminata a la iglesia y al cementerio donde fuera sepultado el martirizado hijo. Probablemente fueran acosados como en otras ocasiones, pero era de suponer que para esta ocasión un poco más, estábamos en vísperas del 10 de octubre, fecha en que rememoraríamos la libertad que Carlos Manuel de Céspedes dio a gente del color de los Zapata Tamayo, y del levantamiento en armas iniciado en su finca La Demajagua en 1868. Ante una fecha así los enemigos de estos negros libertos tenían sobradas razones para estar nerviosos y debían impedir a toda costa la presencia de otras personas que quisiesen acompañarles a ellos en su marcha moral. Yo habría dado cualquier cosa por estar a su lado y servirles de escudo frente a la violencia si fuere necesario. Según me lo afirmó Reina Luisa, que me veía como una aparición del mismo cielo, mi presencia aquel sábado era mucho más que un milagro, aunque todos los días desde la muerte de Zapata Banes constituye una plaza sitiada, este día lo estaba más. Yo había tenido el divino privilegio de franquear el cerco policial y sin embargo no podría quedarme. Tenía que marcharme por otras poderosas razones.
Ha dicho el historiador Friedrich Oehninger que «hasta el día de hoy, la ejecución de Servet trae deshora al nombre y la obra de Calvino» y han pasado más de cuatro siglos. Orlando Zapata Tamayo no murió quemado en una hoguera como Miguel Servet, su muerte fue mucho más lenta, el gobierno que le tenía prisionero por el irrespeto a sus ideas le dejó morir cuando plantado en huelga de hambre, que se extendió por ochenta y seis días infernales, la respuesta de sus carceleros fue negarle el agua durante diecisiete días luego de los cuales ya no había nada que hacer por más que se corriera, como se hizo para guardar la forma. Como bien apuntara Rafael Rojas en su artículo La doctrina de la impunidad, el gobierno cubano solo cumplió con el acuerdo tercero de la Declaración de Malta (1991), suscrita por la Asociación Médica Mundial, para el tratamiento de huelgas de hambre en cautiverio o en libertad, el de no alimentar por la fuerza al individuo, pero los restantes veinte acuerdos de la misma Declaración no fueron cumplidos en la asistencia médica penitenciaria de Zapata además de que descartaron por principio la negociación y no le trataron como a un ser humano con plenos derechos.
Diecisiete días antes de morir Miguel Servet escribía a sus verdugos lo que se conoce como su última carta: «Hace tres semanas que deseo y demando tener audiencia y aún no la he podido obtener. Yo os suplico por el amor de Jesucristo, que no rehuséis lo que no rehusaríais a un turco, pidiéndoos justicia. Tengo que deciros cosas de importancia y bien necesarias. En cuanto a lo que habéis dispuesto que se proveyese algo para que esté más limpio, no se ha hecho nada. Estoy más miserable que nunca. Además, el frío me atormenta grandemente a causa de mi cólico y quebraduras, aparte de otras miserias que me da vergüenza escribiros. Es una gran crueldad que no me deis permiso siquiera para hablar, a fin de poner remedio a mis necesidades. Por el amor de Dios, mis señores, dad orden de esto, o por piedad o por deber. Hecha en vuestras prisiones de Ginebra a 10 de octubre de 1553. –M.S. »
En memoria de Servet la Servetus International Society (www.servetus.org) tiene como propósito reunir a todo aquel que esté comprometido con la tolerancia de ideas y el respeto por los derechos individuales, preservando y promocionando la herencia de Miguel Servet como estandarte en la lucha por la libertad de conciencia. Algún día en Cuba tendremos también algún tipo de sociedad similar que rinda homenaje al emblemático nombre de Orlando Zapata Tamayo. Mientras tanto sería importante que los hombres y mujeres de buena voluntad, incluyendo la Servetus International Society tomásemos nota sobre este hombre de cuarenta y dos años también como Servet, y que por ideas, al igual que él, en pleno siglo XXI se dejó morir.
«ACORDAOS DE LOS PRESOS, COMO SI ESTUVIESEIS PRESOS JUNTAMENTE CON ELLOS; Y DE LOS MALTRATADOS, COMO SI ESTUVIEREIS EN SUS PROPIOS CUERPOS (HEBREOS 13.2)»

octubre 18, 2010

Promesas.

Por: Abel Mirabal.
Tengo cuarenta y tantos y llevo media vida esperando por las promesas que me inventé de niño y las que me hicieron de joven; pero nada, todo en reversa y a más tiempo que pase, más y mayores sacrificios serán demandados a mi pueblo por este gobierno embustero.
La Revolución fue levantada sobre los rieles del Programa del Moncada, las promesas de la defensa-proclama denominada “La Historia me Absolverá” de la que hoy solo se ha cumplido, si acaso, una de las promesas hechas al pueblo.
Con el descarrilamiento del tren militar en Santa Clara se cortaron esos rieles y el tren de nuestra República sucumbió ante los intereses de la pareja de hermanos. Ahora, golpizas reiteradas a mujeres, un pueblo que prefiere el mar turbulento lleno de escualos hambrientos a vivir y trabajar en su tierra, una nación viuda que se hunde en el fango de la ignominia mas burlesca, un pueblo que llora sus muertos en silencio y palpa la cesación de ser enterrado vivo y sin juicio.
Clamemos hoy hermanos por el juicio de Jehová, si nuestro pueblo es culpable de pecado mortal, morirá y desaparecerá la nación pues la ira de Dios vendrá sobre nosotros. Pero: ¡Y si no es así!:
(Justicia de los ciudadanos)
Proverbios 16:12 Abominación es a los reyes hacer impiedad, porque con justicia será afirmado el trono.
(Patriotismo)
2 Samuel 10:12 Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.
(Corrupción social y política)
Isaías 59:14 Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir.
El fin de la historia actual según Pablo:
2 Timoteo 3: 1-5 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
Sobran hermanos mis vanas palabras, hoy El ha proveído, desde el espíritu, el ayuno, solo falta nuestra oración de corazón limpio; entonces papito: Si tú estás con nosotros, ¿quién contra nosotros?
Dios bendiga nuestra República.

octubre 13, 2010

AQUÍ LA TIENEN.

Por: Pr. Mario Félix Lleonart Barroso.*
Siempre lo tuve claro. Sabía en contra de quien enfilarían fundamentalmente sus maquiavélicos cañones. Enemigos como lo han sido siempre de la familia no dudé que sus dardos se dirigirían hacia la persona que más cerca tengo y con quien comparto las buenas y las malas desde hace catorce años. Mi esposa Yoaxis -otro nombre característico de la generación Y- sería el blanco fundamental. Si lograban estimular la dosis de miedo que como buena cubana tenía inoculado casi desde su nacimiento lograrían una de dos: o mi Eva me desestimulaba en ser fiel a mis principios, o rompían mi matrimonio. Calcularon que además de mujer cubana era la madre de las dos preciosas niñas que me ha dado y por tanto su miedo se multiplicaría por cuatro, por ella, por mí y por las dos nenas. Fue por ello que al regresar de la conferencia Agua de Vida (23 al 26 de marzo), lo primero que hice, luego de orar, fue tratar de concientizarla al respecto, ya que, como decimos en cubano –guerra avisada no mata soldado. En dicha reunión yo había cometido el atrevimiento imperdonable de lamentar en declaración pública la evitable muerte de Orlando Zapata Tamayo y de llamar la atención sobre la otra posible muerte, también evitable –como gracias a Dios logró impedirse- de Guillermo Fariñas. Mis palabras, escuetas y moderadas nacían no de una posición política determinada sino de la conciencia bautista arraigada en mí desde niño, y por cierto, muy a tono con los cuatro objetivos fundamentales de la Alianza Bautista Mundial que auspiciaba la Conferencia: EVANGELIZACIÓN, UNIDAD DE SUS MIEMBROS, AYUDA A LOS NECESITADOS Y DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Aún cuando traté de concientizar en lo posible a Yoa me era una tarea difícil que comprendiera la realidad de mis palabras, a ella le pareció más bien que yo había regresado de La Habana con complejo de persecución y cierta dosis de neurosis. Entonces comenzaron a sobrevenir los hechos para convencerla, solo que de los sitios más sorprendentes. Apenas dos semanas después, el viernes 9 de abril, al atardecer, recibimos la inesperada visita de dos notables líderes de nuestra Convención que a su vez venían bien frescos de una sorpresiva cita que le realizara el día anterior la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. En dicho encuentro —tan repentino como la visita que ellos nos realizaran— las autoridades políticas del país les dieron a conocer su oposición a nuestro posible traslado a la Iglesia Bautista de Bejucal, en la comunidad rural donde servimos se nos había tolerado pero allá se les agotaría la paciencia. El resto de la conversación estuvo dirigido al PELIGRO al que yo desconsideradamente estaba sometiendo a mi familia.
En aquel momento mi esposa no podía percatarse que la situación acerca de la cual yo había tratado de alertarla ya estaba en movimiento. La invitación a Bejucal estaba en pie desde diciembre del 2009. En enero habíamos participado allí de una inolvidable campaña de evangelismo en la que se había puesto en evidencia que existía química entre nosotros y dicha Iglesia. Yo pedía más tiempo para orar y decidir, pero a mi esposa y a las niñas les encantó la posibilidad de realizar el cambio. Ellas literalmente soñaban con el traslado.
(Foto de la Izquierda, El Pastor Mario Felix Lleonarto y su familia)
Yo no dudo que nuestros representantes denominacionales hayan venido con las mejores intenciones del mundo y de que portaran auténtica preocupación por nosotros, ellos son nuestros hermanos y nadie logrará que perdamos de vista donde realmente se encuentra el enemigo, eso nos queda claro; pero evidentemente como buenos cubanos al fin y al cabo también tenían miedo y sin darse cuenta estaban siendo usados por la camarilla de la oficina de Asuntos Religiosos, la mano política del Partido Comunista de Cuba especializada en manipular y entrometerse en los asuntos de las iglesias cubanas que tienen el privilegio de pertenecer a la selecta lista del Registro de Asociaciones. Mi esposa se sintió en confianza ante ellos y dio rienda suelta a su instinto común y a su miedo. Fue su primera reacción. Y este era el objetivo, más aún, que mi hogar se dividiera o destruyera. Allí mismo me dirigí a mis líderes para asegurarles algo: ellos habían sido testigos de la vulnerabilidad de una mujer y de una madre que veía amenazados el futuro y la seguridad de sus niñas y el suyo propio; pero que cuando ellos se marcharan comenzarían a actuar su amor a mí, probado ya sobradamente, y su confianza en la protección divina, que es algo también más que probado y sobreasegurado. De la misma manera que mis líderes deben recordar las lágrimas de mi esposa y la intranquilidad de mis niñas que sin darse cuenta les habían mandado a recoger, recordarán también la tranquilidad y la seguridad con que les afirmé que nadie lograría destruir a mi familia.
Pues bien, ya han pasado meses suficientes, durante todo este tiempo y a partir de aquella noche mi esposa comprendió la realidad de mis vaticinantes palabras. Los negros propósitos de la «Oficina» no han tenido lugar: ni mi Eva me amordazó, ni se rompió mi matrimonio. Aquí estamos juntos como un desafío más contra este mal gobierno. Porque como dije a esos hermanos que me visitaron: si ustedes hubieran venido a convencerme a mí con argumentos sólidos de que yo estaba mal juzgando a un buen gobierno, tal vez hubiesen conseguido algo en modificar mi firme posición profética; pero si han venido para pasarme el mensaje de que al resto de las atrocidades ya notorias al mundo entero estos pistoleros que han tomado el dominio de un país a su antojo, amenazan también la integridad física o psicológica de un par de hermosas niñas y de una inofensiva mujer, todo a cambio de unas simples y mesuradas palabras, entonces, lamentablemente, yo estaba en lo cierto, pero que como ahora la guerra es en contra de mi propia familia, esa que Dios me ha asignado primordialmente para defender y sostener, ahora ya no habrá retroceso.
Es más, aprovecho este espacio para agradecer a la «Oficina» por ayudarme a fortalecer a mi familia y unirnos mucho más, distamos mucho todavía de una entidad perfecta, pero algo puedo asegurar, sus amenazas trasmitidas utilizando a nuestros preocupados hermanos solo han conseguido que ahora estemos más fuertes que ayer y que nuestro amor haya crecido ante la tribulación y las dificultades.
Pero ahí no queda todo, la «Oficina» ha conseguido mucho más, y es el hecho fascinante de que mi esposa también, hoy por hoy, en un proceso de maduración donde ellos han tenido buena parte, haya radicalizado también su conciencia cívico-cristiana y a partir de ahora tendrán también que soportar o destruir junto a la mía su voz alzada. AQUÍ LA TIENEN. Nuevamente sus cañones, cada vez más herrumbrientos y comidos de salitre como los de La Cabaña, han fallado. Veamos ahora que otra malévola estrategia adoptan. AQUÍ ESTAMOS.
*Pastor Bautista, trabaja para la Convención Bautista de Cuba Occidental. Iglesia Bautista de Taguayabón.

octubre 09, 2010

Programas relacionados con temas cristianos en la Televisión Cubana.

Propaganda anticristiana en T.V. cubana.
Ciudad de La Habana, Cuba, 7 de octubre del 2010.―Coincidente con la supuesta mediación de la Iglesia católica para la conmutación de penas de prisión por deportación a presos de conciencia y la concesión gubernamental a esta iglesia de procesiones con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona nacional, la Televisión Cubana presenta documentales y películas anticristianos y anticatólicos, y cartones animados de tema bíblico.
El tema religioso siempre apareció poco en la T. V. y la prensa, pese a la persecución de los creyentes por el Estado - hoy atenuada por contraproducente - su control y presión sobre las iglesias, y que los programas escolares inculcan el ateísmo y la maldad de los sacerdotes "aliados o sirvientes de la clases explotadoras".
El viernes 24 de septiembre, en la Iglesia de la Merced, durante la popular festividad de esa advocación de la Virgen, el público que colmaba el templo católico coreo "libertad, libertad" junto a las Damas de Blanco asistentes.
Entre los mensajes de T.V. anticristianos destacaron:
El programa "Pasaje a lo desconocido" que modera Reinaldo Taladrid, el más entusiasta de los propagandistas del programa político "Mesa Redonda", presentó en dos domingos consecutivos un documental sobre el tema de "El Código Da Vinci" como si el argumento de esa novela en vez de ficción fuera verdad histórica.
El viernes 1° de octubre, por la noche, la T.V. exhibió un producto de calidad, la película  "Ágora" con el argumento de que bajo el emperador romano Flavio los cristianos de Alejandría pasaron de perseguidos a perseguidores asesinos de paganos y judíos.
Por otra parte en el Canal Educativo 2° presentaron los cartones animados de tema bíblico sobre Moisés y David, en aparente contradicción con los de mensaje anticristiano.- El gobierno del general Raúl Castro, como sus discursos, tiene la característica de los mensajes dobles y contradictorios.
En el mundo abundan programas de este tipo coexistentes con programas de propaganda religiosa y existe derecho de opinión y de réplica, pero en Cuba la T. V. y todos los medios de información son estatales, en función de la propaganda política y con censura que hace imposibles los mensajes casuales.
(Foto: Miembros de la iglesia protestante, Fuego y Dinámica donde predica Bernardo de Quesada)
Muchas de las iglesias protestantes en Cuba son perseguidas y reprimidas por el estado. Tal es el caso de la Iglesia Fuego y Dinámica de Camagüey dirigida por el Apóstol Bernardo de Quesada quien se ha convertido en un líder para cientos de sus seguidores y eso al estado no le ha convenido.
Igualmente la denominación La Biblia Abierta que decenas de sus templos han sido serrados por las autoridades y encarcelado a sus líderes. Eso no lo publica la televisión, ni reconocen que suceda en la Isla.
El Régimen jugó su carta (de la baraja española) de "dialogo" con la Iglesia católica, para quitarse de encima a presos de conciencia y Damas de Blanco, pero no desea que ninguna asociación ni personalidad religiosa gane en autoridad.
*Periodista independiente cubana. Hablemos Press.

octubre 07, 2010

Ni apolíticos, ni políticos; politiqueros…, eso sí.

Año tras año cada veintisiete de septiembre un grupo de cubanos se reúne en lo que históricamente se ha llamado: “la fiesta de los Comités”. Recuerdo de niña entusiasmarme mucho con esa festividad, no conocía para nada en qué consistía aquella fecha, como tampoco sabía a ciencia cierta qué eran los Comités. Para mí la noche del veintisiete significaba dormir más tarde de lo acostumbrado y saborear la caldosa que se cocinaba en una caldera enorme colocada en el medio de un fuego gigantesco, escuchar música hasta pasada las doce en que llegaba la fecha señalada, el veintiocho, con esta fecha un aniversario más de los gloriosos comités. Pero, ¿qué tienen realmente de gloriosos los Comités de Defensa de La Revolución? ¿Para qué fueron creados? ¿Cuándo tomé yo conciencia de lo qué significaban aquellas fiestas y por qué dejé de asistir a ellas?
Durante mis años de estudiante universitaria tuve la suerte de estar alejada completamente de todos estos asuntos cederistas, no solo no participé en aquellas fiestas, sino que además no tenía que abonar la cuota mensual que cada cederista paga, para qué, eso tampoco he logrado conocerlo. Nunca participé en reunión alguna, ni realicé guardias nocturnas para vigilar el barrio, me desvinculé tanto de esta organización que por alguna razón cuando terminé los estudios y comencé a trabajar los vecinos del barrio donde vivo desde entonces solo me molestan para solicitarme el pago mensual de esa cuota misteriosa y jamás para convocarme a alguna reunión, guardia o fiesta. Y es que al analizar solamente las siglas de esta organización nos damos cuenta que más que masiva o popular es totalmente política, creada para defender, salvaguardar, velar lo intereses de la Revolución Cubana y con ella a su Partido Comunista y a la vez para comprometer y vincular a la mayor cantidad de personas con el proceso Fidelista. Los CDR no son solamente una comunidad de vecinos que en unanimidad deciden velar por la seguridad de los locales económicos, centros escolares, de recreación, viviendas, etc., ubicados en su barrio, más que eso es pura Revolución Socialista, es la respuesta a la convocatoria de Fidel Castro, es ayudar al sistema a mantener a todos controlados: es un sistema de vigilancia colectiva y dentro de este sistema, un subsistema de chivatería colectiva, donde cada ciudadano debe conocer y dominar lo que hace, dice, a dónde va el ciudadano de al lado, el del frente y también el de la esquina. En cada barrio un Comité, en cada cuadra Revolución, en cada casa un montón de delatores, de vigilantes, de pendencieros. El máximo objetivo de los CDR: lograr que La Revolución Cubana tenga muchas orejas, muchos ojos y muchas bocas.
Qué más han creado los Comités. Además de mantener a los cubanos deseosos de que llegue el veintisiete para fiestar un poco y romper la dura rutina de trabajo y nada más, de pensar qué llevaré al fogón o cómo reuniré un montón de chavitos para comprarle un jeans o un par de tenis al hijo o a la hija, o de mantener bien controlado el Registro de Direcciones, o sea, para dónde se mueve cada ciudadano, se han creado puestos de trabajo y para ellos se han destinado salarios. Hay oficinas que atienden los asuntos de los cederistas, que coordinan las actividades que celebrará la organización durante el año, las inútiles reuniones de vecinos para debatir cualquier asunto, ya sea el tema tratado en alguna Mesa Redonda transmitida y retransmitida en la televisión o las sacrosantas Reflexiones que pueden estar basadas en temas de actualidad o ser puros recuentos de cosas ya pasadas y que también son publicadas en los pocos órganos noticiosos, en los noticieros de televisión y de radio, debatidos en los matutinos laborales, estudiantiles, en fin, el caso es que esta organización tiene sus obreros a tiempo completo. Me pregunto si la cuota que debemos pagar cada mes sufraga en parte estos inútiles e improductivos salarios.
Cada año una noche de veintisiete con cuadras galardonadas y ataviadas con rústicos y muchas veces ridículos adornos: cadenetas de papel periódico, cepas de plátanos haciendo función de masetas sobre las cuales reposan pencas de palmas o gajos de matas con algunas flores. Los bordes de las aceras y las calles se pintan con cal y se colocan letreros (algunos luciendo faltas ortográficas) de ¡Viva Fidel!, ¡Viva La Revolución! En cada CDR se arma el fogón de leña donde se cocina la caldosa, un mejunje de viandas y trozos de carne de cerdo que luego es repartida a un plato por cada cederista y no falta quien resuelve la cervecita, el queicito y los panecitos con pasta. Antes de esta comelata se desarrolla el acto político, donde el Presidente del Comité lee un comunicado, casi nunca escrito por él mismo, en ese tono elocuente y conmovedor, un estilo de lectura que es típico en este tipo de gente y que los hace a todos los de su clase muy parecidos a la hora de expresarse. Hay bailes y mucho alboroto, risas y claro los chistes cubanos que van desde el más fino humor hasta el más grotesco. Es una noche de celebración, como si hubiera tantos motivos para celebrar.
Estoy convencida que la mayoría de los cubanos y cubanas pertenecen a esta Organización masiva solo por conveniencias. Para comenzar a estudiar en cualquier centro de altos estudios una carrera universitaria, para lograr cualquier empleo, en especial “los buenos empleos en el sector turístico” se debe tener el aval, la recomendación, el visto bueno del Comité y para ello se debe ser cederista, aunque como yo solo se pague la cuota de cada mes y se esté ausente del resto. Un número significativo de cederistas lo son pensando que pertenecer a esta Organización de Masas es obligatorio, en teoría no lo es, aunque todos sabemos que no pertenecer es una marca, como la que se logra obtener cuando no se va a ejercer el voto en las no menos ridículas elecciones de los delegados de las circunscripciones. Votar tampoco es obligatorio, sin embargo los slogans comunistas dicen: El voto un deber y un derecho de cada cubano. Ser cederista probablemente también sea visto como un deber de cada cubano.
Hay otros cederistas que sí se toman muy en serio este papel, son quienes convocan a los trabajos voluntarios en la cuadra que consisten en ese día limpiar los alrededores del vecindario, aunque el resto del año la basura y la mala hierba nos ahoguen. Distribuyen las guardias y van colocando el cartelito de: esta casa está de guardia hoy, al domicilio que le corresponda, recogen las finanzas, llevan el Registro del CDR donde se asientan los nombres y demás datos de los miembros del Comité, redactan o llenan avales para quienes necesitan presentarlos en sus respectivos centros laborales, son los primeros en los preparativos de fiestas, (que como ya dije son escasas), reuniones, mítines. Dan información acerca de los vecinos a cualquier entidad o autoridad que se lo solicite, etc. O sea, a mi muy modestísima opinión hasta el momento existen dos tipos de cederistas: el pasivo, en el primer grupo que expliqué y el activo en el segundo; pero en esta última fiesta de veintisiete descubrí a un nuevo tipo de cederistas de quienes quisiera hablar en estas próximas líneas.
El cristiano cederista, de este último lo primero que debemos descubrir es su real posición con respecto a la política, y es que conozco a un grupo de creyentes que en más de una ocasión han expresado su desacuerdo total con aquellos que siguiendo los caminos de Jesús emiten críticas o criterios contrarios al Régimen Comunista Cubano, para ellos es un pecado capital criticar al régimen porque esto es meterse en la política y así lo han manifestado en disímiles ocasiones. Solo que en esta Fiesta de veintisiete descubrí que la única forma de política que a ellos les preocupa es la que alerta al mundo de la situación verídica que vivimos, la que marcha en contra de la corriente, la que denuncia las injusticias sociales, la que se niega a discriminar a los disidentes, la que ora abiertamente a Dios para que dé término a tantos años de pobreza material y espiritual, la que ruega a Dios por la libertad de los cubanos.
Esos creyentes no dejan de ser políticos a la hora de participar en una organización de masas cuyos vítores son para la Revolución Cubana con todo lo que de política esta tiene. No dejan de serlo cuando prestan sus casas para cooperar en la organización del festejo, pelando viandas y otros ingredientes para la famosa caldosa. Cuando pintan carteles o letreros con consignas comunistas que cuelgan en las calles a la vista de todos. Cuando enseñan a los niños canciones lemas del Comité, y las ensayan en sus casas (menos mal que estos hermanos nuestros no usan a estos niños por el hecho de entusiasmarles a cantar: En cada cuadra un Comité, en cada barrio Revolución…). El domingo entonan al frente de los infantes: el capitán de mi barco es Cristo… y el veintisiete: el capitán de mi barco es Fidel y ese barco es el Comité y la Religión de ese Comité es el Partido Comunista… Resulta interesante descubrir cuánto de política hay en estos creyentes, pero, ¿será política o pura politiquería barata? ¿No será más bien que al tomarse el protagonismo en esta pasada fiesta solo intentaron expresar: yo asisto a la iglesia bautista, pero que quede bien claro que no coincido con lo que piensa el Pastor?, o mejor, al colaborar tanto, al punto de parecer más comunistas que los mismos comunistas, están a la defensiva, temerosos de perder sus trabajos y su tranquilidad entre comillas.
El caso es que en esta espera de la llegada del Cincuenta Aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución se reveló o salió a la luz este nuevo engendro de creyente-cederista-apolítico, aunque estoy más que convencida, que ese engendro o enredo solo puede explicarse de la siguiente forma: ni apolíticos, ni políticos; politiqueros a conveniencia, eso sí.
* Licenciada en Información Científico Técnica y Bibliotecología y Máster en Estudios Teológicos por FLET. Es la esposa del pastor Mari Félix Lleonart quien ha colaborado en este Blog.
Foto : Una fiesta de los CDR

octubre 01, 2010

Los integrantes del Consejo de Iglesias de Cuba se autodenominan “herederos de la Paz de Cristo” y el dictador cubano es el referente de la Paz en la Tierra.

El Consejo de Iglesias de Cuba es amante de la paz y está convencido de que el sostenimiento de la paz mundial es posible, a través del respeto mutuo entre las naciones a la independencia y soberanía de cada una de ellas.
Somos herederos de la paz de Cristo, y como herederos de ella, somos responsables de trabajar por la paz mundial, la cual corre el riesgo de ser víctima de las ambiciones de las grandes potencias desarrolladas por el control de las regiones geográficas donde están los cada vez más escasos recursos energéticos del planeta.
El Consejo de Iglesias de Cuba es amante de la paz y está convencido de que el sostenimiento de la paz mundial es posible, a través del respeto mutuo entre las naciones a la independencia y soberanía de cada una de ellas.
Nuestra vocación por la paz se basa en la fraternidad que debe existir entre todos los seres humanos, porque somos hijas e hijos de un solo Dios, por lo que es nuestra convicción profunda de que la paz mundial es posible.
Su logro y mantenimiento es posible por la labor y lucha de mujeres y hombres amantes de la paz, fundamentalmente a través de la divulgación del conocimiento de los efectos perversos que producen las guerras, así como los beneficios de la paz.
La divulgación de ideas pacifistas tropieza con las políticas negativas de los grandes medios de comunicación que bloquean la información a favor de la paz o en contra de la guerra; y que, infelizmente, dichos medios, en su inmensa mayoría, pertenecen a los países que han generado las más atroces guerras.
Por lo que animamos a todas las instituciones miembros del Consejo de Iglesias de Cuba, y a toda persona amante de la paz, a crear redes alternativas a los grandes medios, o unirnos a las existentes —correo electrónico, blogs, Facebook, Tweeter—, para la difusión de los daños que las guerras pueden infligir a la humanidad, al clima y a la vida del planeta en general.
Finalmente, dejamos reconocimiento expreso al trabajo que a favor de la paz viene realizando el Dr. Fidel Castro Ruz, batalla que tiene nuestro doble respaldo, como pueblo y como Consejo de Iglesias de Cuba, en la esperanza de que el estado perfecto de la Creación es la paz.
La Habana, 24 de septiembre del 2010