Una iniciativa del exilio cubano de Miami, para
recoger donaciones y trasladadas a Cuba ha tenido un nuevo giro. Las donaciones
fueron recolectadas, el exilio y los cubanos de Miami respondieron. Se aseguro
de que la ayuda no llegaría a manos del régimen; sino que la Iglesia en Cuba,
sin especificar, sería la receptora de la ayuda y la distribuiría. Finalmente,
la ayuda fue enviada y llego al puerto del Mariel y allí esta.
Las especulaciones no han faltado. En este Blog señalamos
en
el post anterior las dudas y preguntas que muchos se hacen. Ahora se dio a
conocer esta declaración del prooficialista Consejo de Iglesias de Cuba. Por el
tono de esta declaración, cierra filas con el régimen y acusa a las
organizaciones del exilio de manera virulenta; buscando más que nada un
enfrentamiento en tiempos que, los ánimos políticos están caldeados en ambas
orillas. Aquí les dejo la declaración ponzoñosa del Consejo de Iglesias.
Habana
12 de Agosto de 2020
“Unidos
y Unidas para Servir”
Las iglesias cubanas, no nos prestamos a la manipulación de falsos
intereses, que nada tienen que ver con el espíritu y la vivencia del Reino de
Dios, y del puro y verdadero Evangelio de Cristo que nos enseña a vivir en
solidaridad, en igualdad y amor; buscando siempre el bien y lo mejor para todos
y todas en nuestra sociedad.
El evangelio no busca divisiones, confrontaciones, ni privilegios. (“Todos
los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; … y
repartían a todos según la necesidad de cada uno… y partiendo el pan en las
casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón.” Hechos 2:44-46)
Tampoco nos prestamos a relacionarnos con personas y organizaciones
manipuladoras y con intereses serviles a la actual administración del gobierno
de los Estados Unidos que, a través del bloqueo genocida y de guerras
mediáticas y de toda clase, que llenas de calumnias y mentiras; pretenden
destruir la felicidad y la paz de todo un pueblo.
Las Iglesias cubanas siempre, y mucho más hoy, trabajamos para el
bienestar del pueblo cubano, a través de programas sociales que, junto a todos
los programas y proyectos y estrategias del país ayudan a complementar la
atención a diversos sectores de nuestra sociedad. En nuestro país, la sociedad
civil, las iglesias y el estado se configuran y articulan en armonía, cada uno
ocupando sus roles. En medio de la diversidad buscamos un propósito común; el
bienestar para todos y todas.
Consideramos que la campaña de la llamada “activista” Rosa María
Payá del llamado proyecto “Cuba Decide” es una ofensa al pueblo y a las
iglesias cubanas. En Cuba deciden desde hace un buen tiempo los cubanos y
cubanas, y dentro de ellos y ellas sin distingo un gran número de creyentes
cristianos y de las más diversas religiones que, juntos y juntas en solidaridad
buscamos y luchamos por la Cuba que queremos y que pensamos desde nuestra
diversidad Como País.
Si realmente quieren ayudar al pueblo cubano, por qué estimulan el
bloqueo y estimulan las políticas de sanciones promovidas desde la Casa Blanca
y que increíblemente en este momento de situación humanitaria que vive la
humanidad, se muestran tan agresivas y más deshumanas que nunca.
Es evidente y claro que el interés es político y económico. Esta “supuesta
ayuda” recolectada por sectores del “exilio cubanas” nada tiene que
ver con la trayectoria de hermandad y solidaridad de las iglesias cubanas y
estadounidenses. Es una ayuda condicionada, a marcados intereses que obviamente
están bien lejos del amor, la paz y la confraternidad que como Iglesias
predicamos.
Cuba no necesita ayuda de quienes sirven a un gobierno que por 60 años
quiere crear situaciones humanitarias con fines políticos y financieros, que
lejos de buscar el dialogo y el respeto y apego a las leyes internacionales
viola e irrespeta todas las normas diplomáticas y desoye a las propias Naciones
Unidas, donde año tras año, los países del mundo aprueban la resolución: “Necesidad
de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados
Unidos de América contra Cuba.
Cuba sin bloqueo y sin sanciones estaría en la capacidad de hacer mucho
más de lo que ya hoy hace y seguirá haciendo y que no dejara de hacer por Cuba
y por el mundo. Hace ya mucho tiempo las iglesias cubanas hemos aprendido que “quien
traiciona al pobre, traiciona a Cristo”, y somos claras que como nos dice
el Evangelio de Lucas 18:25 “porque es más fácil pasar un camello por el ojo
de una aguja, que entrar un rico en el Reino de Dios”.
Las Iglesias cubanas trabajamos juntos y juntas a las iglesias del mundo
entero y a entidades y organizaciones inspiradas en la fe y otras de carácter
humanitario y civil, incluidas las de los Estados Unidos, compartiendo
experiencias, intercambios mutuos, recursos humanos y financieros, canalizando
donaciones, recibiendo y distribuyendo biblias y literatura, dando respuesta
humanitaria y de emergencias no solo hacia Cuba sino también desde la
experiencia de Cuba, aportamos a toda la América Latina y el Caribe y a los
propias iglesias hermanas en los Estados Unidos de las más diversas y disimiles
confesiones. Hemos, juntos y juntas, construido puentes; puentes de amor y paz,
puentes de respeto y solidaridad, puentes que rompen barreras y bloqueos y
construyen amistad, puentes que nos edifican mutuamente en un enriquecimiento
espiritual y de fe.
Esta verdadera y auténtica experiencia de fe, y esperanza que viene de
la presencia del Espíritu Santo y de la guía del Señor Jesucristo a lo largo de
años de historia de compartir entre las iglesias no aceptará nunca estas
supuestas “ayudas” manipuladas, que nada tienen que ver con quienes
somos y queremos ser.
Rosa María Payá y estos supuestos recolectores de “ayuda” nada
tienen que ver con nuestra historia y trayectoria de solidaridad y amor entre
el pueblo y las Iglesias de Estados Unidos y Cuba. Ellos son fracasados
productos de la maquinaria anticubana, que busca cada día enriquecerse más y
escalar en las esferas políticas de la extrema derecha estadounidense, que es
también enemiga de la paz de ese propio país.
En los pasados meses el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), El Consejo
Nacional de Iglesias de los Estados Unidos (NCCC), el Servicio Mundial de
Iglesias de los Estados Unidos (CWC), el Consejo Mundial de Iglesias (WCC), la
Alianza Conjunta de las Iglesias (ACT Alianza) y múltiples denominaciones de
Estados Unidos y Cuba y otros países del mundo hemos realizado llamados a la
solidaridad través de varios documentos y comunicados. Hemos expresado, basados
en los principios de nuestra fe, como debemos actuar en momentos como estos y
trabajar solidariamente. Hemos pedido un cambio de actitud en el gobierno de
los Estados Unidos no solo hacia Cuba sino también hacia el mundo. Como siempre
y hasta hoy lo hemos hecho y lo hacemos, “Unidos y unidas para servir”,
pero sin aceptar que se nos manipule y se nos imponga una agenda imperial que
está bastante lejos de los principios que predicamos y vivimos.
“Pues el propósito
de este mandamiento es el amor nacido de un corazón limpio, y de una buena
conciencia, y de una fe no fingida.” 1 Timoteo 1:5
Rev. Joel Ortega
Dopico.
Secretario
Ejecutivo del Consejo de Iglesias de Cuba