Resulta que después de cinco largas décadas de Socialismo en Cuba es precisamente ahora que el Gobierno cubano y su Partido Comunista comienzan a trazar líneas que conduzcan al país hacia el futuro e inicien el camino de la rectificación, justamente cuando la economía del país está en uno de sus más críticos momentos al parecer en un intento desesperado de supervivencia no solo de la economía sino también de los dirigentes, a quienes el implacable reloj que nunca detiene su andar les está comenzando a susurrar al oído que no son eternos y que en cualquier instante se detendrán las manecillas. Hablar de futuro después de cinco décadas suena hasta ridículo sobre todo si recordamos que hace algunos años atrás el país se enfrentó a un proceso de rectificación de errores, siempre basado en los mismos argumentos, el futuro socialista, el fortalecimiento económico, desarrollar el socialismo al modo cubano sin resultar una burda copia de otros. Entonces, ¿de qué nos sirvió aquella rectificación del pasado? ¿Será que los socialistas cubanos no se cansan jamás de tropezar con la misma piedra? Al parecer el anterior proceso resultó inútil ya que el decrecimiento de nuestra economía así lo demuestra con creces, lo que resulta aún más ridículo porque si con cincuenta años en las costillas no saben que los errores se deben rectificar rápida y oportunamente y no cada cierta cantidad de años, entonces este sistema ha actuado como un viejo infantilón que no acaba de madurar ni de sacar provecho de los tropezones.
Lejano a los planteamientos de los tantos delegados que alzaron su voz en la Asamblea del Poder Popular, y francamente a mi juicio parecían planteamientos dirigidos porque quién no sabe en Cuba y en cualquier parte de este mundo que aunque no estemos de acuerdo con alguno de los lineamientos de nada valdría porque ya están ahí y nadie los va a borrar a no ser que en el próximo período de rectificación de errores el Gobierno descubra que alguno no es factible y decida eliminarlo, lejano incluso a ese total apoyo que se vio en la Asamblea, el cubano común, el que se quedará disponible, el que no sabe qué hará con tantos impuestos que pagar y tantos inspectores que le multarán tiene encima de sí varias preocupaciones futuristas, yo podría mencionar algunas y lo haré porque también pertenezco a ese grupo de los cubanos de a pie, de los que no levantan las manos o la voz en las Asambleas para decidir por el futuro del país.
Una gran preocupación es la relacionada con la libreta de racionamiento, la cual será eliminada paulatinamente y los productos básicos que de manera bien racionada llegan cada mes hasta nuestras despensas, serán vendidos a la población en algún mercado o en las mismas bodegas, pero de forma liberada; ¿Logrará el surtido de los alimentos satisfacer con creces las necesidades de la población?, ¿serán los precios de los productos asequibles a todos?, Si fuera de esta manera hasta yo estaría de acuerdo con que la famosa libreta pasara a la historia, pero realmente dudo que en las condiciones actuales de nuestra economía la presencia de estos mercados bien surtidos pueda ser real. En la mente de todos está ya el precio que tendrá el arroz, o el azúcar, el café, ni siquiera imagino cómo estará la situación con los huevos y no dejo de preguntarme cómo podremos adquirir los embutidos (mortadela), el picadillo de soja y la carne roja para los infantes y los enfermos, productos que de vez en cuando también recibimos a través de la tarjeta de consumidor. En mi modesta opinión la medida referida a la eliminación de la libreta responde precisamente al hecho de que el Gobierno cubano ya no tiene de dónde sacar para suministrar alimento al pueblo.
Qué decir de la situación de los empleos, muchas personas estarán disponibles, término que han usado para no enfocar el verdadero y más definitorio de la condición en la que quedarán muchos cubanos: desempleo. Al cabo de tanto tiempo también se han caído de la mata al ver la cantidad inmensa de plantillas infladas en los sectores laborales, del sinnúmero de salarios inútiles que el Gobierno debe pagar, claro no podemos olvidar que estos salarios son bien miserables y que no cubren ni la mitad de las necesidades de los trabajadores, factor que influye en la desmotivación y el desamor al trabajo. El Estado ha querido estar presente en todo, controlarlo todo, como un ser omnipotente y omnisciente, ahora se da cuenta de que este es un error grandioso, considero que el error más grandioso es precisamente pretender ser eterno y no ceder lugar a otros, creo que ya es hora de que nuestros gobernantes se vayan a descansar y dejen a este país en otras manos. Los posibles desempleados hacen planes mentales para ver como subsistirán en el futuro socialista, muchos han considerado la agricultura, sector de alta disponibilidad, pero al no estar habituados a este tipo de trabajo duro, al ser incluso un alto número de ellos graduados universitarios desechan rápidamente esta opción. Otros ya se han encaminado para legalizar sus pequeños negocios (no olvidemos que nunca podrán ser grandes negocios porque el socialismo cubano jamás admitirá el enriquecimiento o acaparamiento de bienes de ningún ciudadano, tampoco la negociación de estos con firmas extranjeras, al menos no sin la intervención absoluta del Estado), pero también quienes se encaminan por la vía de los cuentapropistas se debaten en los temores debido a la cantidad de impuestos que deberán pagar, el fisco, el salario de sus empleados, las posibles multas de los inspectores que serán como moscas volando alrededor de la leche, la seguridad social, y entre otras cosas las elevadas tarifas de la corriente eléctrica, sin pensar en lo que deberán invertir en los materiales necesarios para desarrollar los negocios. En fin, qué harán quienes saldrán sobrando de sus puestos de trabajo, cómo alimentarán a los que dependen de ellos. El tema de los empleos está provocando gran estrés en la población cubana y a la vez una creciente decepción porque es lamentable que tras años de servicio así de simple se declare a un ser humano no idóneo y se le libere a su propia suerte, sobre todo porque precisamente el Estado cubano ha criticado duramente el desempleo en otros países, especialmente capitalistas y ha resaltado el hecho de que en Cuba no existe este mal desde el año 1959 en que triunfó la Revolución.
Me llama mucho la atención además lo relacionado con los estudios en la enseñanza superior, durante algún tiempo se le pagaba a los jóvenes desvinculados para que estudiaran y culminaran el bachillerato, luego podrían continuar vinculados a la educación a través de las sedes universitarias creadas en cada municipio, esto generó no solo la posibilidad de incrementar el número de graduados universitarios, sino que también generó empleos y mejoró la situación de muchos maestros que con estas contratas aumentaban sus entradas económicas (muchas de estas contrataciones no existen en la actualidad), la enseñanza no siempre tenía la calidad que se requiere para este nivel y muchos de los graduados obtenían sus títulos con gran facilismo, pero el quid radica en ¿qué se hará con todos estos jóvenes egresados de la educación superior, hacia dónde enfocarán sus metas, todo lo que en ellos se invirtió se quedará en el aire? Crear una Universidad para todos no es más que otro gran error de estos cincuenta y tantos años de Socialismo, miles de graduados en Estudios Sociológicos, en Derecho, Psicología, Medicina (una de las carreras más populares en Cuba), Filología, Ciencias Económicas y otras que ha conllevado a un exceso de profesionales y por ende a una elevación en las plantillas del grupo de Otros servicios (Servicios sociales) y un déficit de campesinos y obreros, descuidándose mucho los oficios, tan importantes y vitales para el desarrollo económico y social como los primeros o más porque la mayoría de los perfiles antes mencionados son improductivos, necesitan ser presupuestados, mientras que los últimos producen y dan altos beneficios a la economía de cualquier país. O sea el Estado no ha convocado a la juventud a prepararse para satisfacer las necesidades reales existentes en Cuba, le ha movido eso sí el interés de dar al mundo la imagen de una nación que prepara al pueblo, que lo instruye y educa, dar cifras, cantidades y no preparar al personal que realmente necesita nuestra economía y nuestra sociedad. Descuidar sectores como la agricultura que es la base de nuestra alimentación es también un error fatal y ahora se pretende rectificar, pero lograr que este sector o cualquiera de los que componen la Columna verde o la de producción de bienes (en Granma de 18 de diciembre de 2010, p. 4), sea visto como una buena posibilidad de empleo equivale a que se incrementen los estímulos, o sea, salarios aceptables, indumentarias para el trabajo como ropas adecuadas, herramientas avanzadas, etc. ¿Puede el Gobierno cubano en este momento garantizar esto?, lo dudo y no quiero pecar de pesimista.
Podría continuar reflexionando referente a estos lineamientos discutidos, leídos y releídos en todos los centros de trabajo, prensa plana, televisión, radio, lectura que no ha aclarado mucho al pueblo que vive hoy en una gran incertidumbre sobre todos los cambios que se pondrán en práctica; a mi consideración, y no soy experta para nada en estos temas de economía, pero creo que no hay que ser experto para dar un diagnóstico certero de las condiciones críticas en la que fenece la economía cubana en la actualidad, todos estos lineamientos no son más que un espantoso grito de desesperación de este Gobierno, las arcas se han vaciado totalmente y la economía cubana está en total bancarrota. Lamentablemente o por fortuna ya no existe el campo socialista europeo para suministrarnos el suero que nos hidrate, el mundo se enfrenta también a una de las crisis más profundas de la historia, no hay clavo de donde aferrarse. Entonces el Estado tiene que comenzar a soltar lastres auxiliándose en los trabajadores por cuenta propia para que asuman el pago de muchas de las cuentas que ellos ya no pueden pagar y continuar experimentando, siempre lo han hecho, a costa de la población. Estas líneas trazadas para nada asegurarán el futuro de los cubanos, es solo una solución inmediata de supervivencia y habría que ver si funcionan y si en el caso de permanecer el Socialismo en el poder no tenemos que enfrentarnos dentro de algunas décadas más a una nueva rectificación de errores donde nos percatemos que nada de lo proyectado ha sido factible.
Mientras tanto y en lo que se respiran los primeros aires del año 2011 con su primer mes, el pueblo espera a ver qué pasa. Yo en lo más profundo de mi corazón he dado a Dios el privilegio de que sea él quien conduzca mi vida en este año que comienza, ojalá los cubanos también le den a él el primer lugar en sus vidas. Mi mayor deseo para este nuevo año es que Cuba se rinda ante Jesús como lo hizo Nínive en los tiempos de Jonás ante Dios y que un nuevo amanecer de paz, libertad y prosperidad se levante para nuestra patria.
*Licenciada en Información Científico Técnica y Bibliotecología y Máster en Estudios Teológicos por FLET. Es la esposa del Pastor Mario Félix Lleonart quien ha colaborado en este Blog.
1 comentario:
Muy interesante tu blog. Me gustan tus artículos, Yoaxis, y voy a seguirlo.
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