El pasado ocho de enero de este año que recién comienza se le entregó a la conocida bloguera Yoani Sánchez el Premio “Príncipe Claus” en su edición de 2010 que otorga cada año la Fundación holandesa del mismo nombre. Por la negativa gubernamental a su solicitud de salir de Cuba para recibir el galardón en Holanda los miembros de la Fundación y el embajador de este país organizaron la ceremonia de entrega del premio en los patios de la casa del diplomático en La Habana. No sé si agradecerle a las autoridades cubanas la negativa al viaje de Yoani o si repudiarles por una vez más truncar el derecho de los ciudadanos cubanos a viajar libremente al exterior de su país y regresar a él de igual modo, lo cierto es que el hecho de que no pudiera estar en la entrega oficial del premio nos permitió a un grupo de sus amigos compartir con ella tan significativo momento. La negativa gubernamental se transformó en nuestra posibilidad de estar junto a Yoani y más que a ella elevar junto a ella nuestro homenaje a la libertad.
Abajo a la izquierda. Foto de la autora del artículo junto a Yoani Sanchez en el acto de premiacion.
En su discurso de agradecimiento, sencillo, breve y muy puntual Yoani a penas hizo alusión a lo que llama “mi ruta del dolor”, el precio que debe pagar por descubrir las verdaderas caras del Sistema, por revelarse crítica y libremente informando al mundo a través de los medios virtuales la realidad cubana que ocultan o tergiversan los medios oficiales. La mayor parte de su alocución se proyectó hacia el futuro, hacia los sueños, esos que nos dejan añorar una Cuba mejor, una Cuba de democracia, de libertad, de opinión, una Cuba sin hostilidades, sin el monopolio estatal sobre la información, sobre la cultura, sobre los medios, una Cuba plena. Su sueño más recurrente y difícil, como ella misma lo catalogara, es la creación de un nuevo medio de prensa, un periódico que responda solo a los intereses de la libertad, sin el sello gubernamental. Es un sueño difícil el de arrebatar al estado la información de la cual se apoderó desde que tomó el poder para hacerse amo y señor, es un reto tan grande como espinoso, pero no imposible.
Tal y como Yoani expresara el Premio Príncipe Claus es un estimulo para continuar su trabajo, para proseguir la meta hacia la libertad de expresión y de criterio encarceladas en Cuba desde hace varias décadas, considero que es además reconocer el empuje y la valentía de esta mujer que en el año 2007 inició un serio y profundo trabajo con su Blog Generación Y desafiando todos los mecanismos, dogmas, métodos impuestos en nuestro país por el régimen comunista abriéndose paso entre los más peligrosos escollos, removiendo las más profundas arterias del anacrónico guerrillero de la Sierra Maestra que pretende perpetuarse a la fuerza en la cabeza de los cubanos que vivimos en esta tierra, pero Yoani, al igual que todos los que hemos despertado del letargo de miedo en el que sobrevivíamos, ha levantado un color diferente, o tal vez el mismo verde, pero con un tono de esperanza, de renovación, de cambio.
En la foto, en ocasión de la ceremonia de entrega del Premio, de izquierda a derecha:: Sra. Etty Villanueva (esposa del Embajador Holandés), el sacerdote santiaguero José Conrado Rodríguez, el Embajador Ronald Muijzert, Yoani Sánchez, Guillermo Fariñas, un joven colaborador de la revista Convivencia junto a su Director Dagoberto Valdés Hernández y el Presbítero Mario Félix Lleonart.
La ceremonia de entrega del Premio Príncipe Claus se tornó en un homenaje a la libertad, al amor a la patria, a la amistad, a la valentía. Fue un homenaje a nuestro país, a nuestro pueblo y a su futuro de felicidad. Agradecemos profundamente a la Fundación y a este país maravilloso que es Holanda el reconocimiento al trabajo de nuestra querida Yoani Sánchez, y el reconocimiento a cada cubano galardonado en otras ocasiones, este premio eleva también la comunicación entre ambos países y el interés del pueblo holandés por el pueblo cubano y su quehacer artístico y cultural. Tal y como dijera el Embajador en su oratoria de entrega, este galardón se otorga después de una profunda valoración de los candidatos, dejando en claro que los holandeses no toman decisiones superficiales. Conociendo como conocemos el trabajo esmerado y maduro de Yoani Sánchez, la calidad indiscutible de la Revista Vitral, actual Convivencia, la obra incomparable de Desiderio Navarro y el trabajo destacado de la artista cubana Tania Brugera; entonces no hay duda posible para reafirmar las palabras del diplomático, el premio Príncipe Claus es un verdadero homenaje a quienes trabajan y aportan a la cultura de sus pueblos obras imperecederas. La noche de entrega de este galardón a Yoani Sánchez jamás saldrá de nuestra memoria, porque esa noche dimos un paso más hacia el futuro que necesita Cuba, un paso más hacia la libertad.
*Licenciada en Información Científico Técnica y Bibliotecología y Máster en Estudios Teológicos por FLET. Desempeña sus labores en la Iglesia Bautista de Taguayabón en Villa Clara Cuba junto a su esposo el Pbro. Mario F Lleonart B.
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