diciembre 31, 2016

“Gracias por existir, gracias por todas las cosas malas que haces por mí”, le dice en una carta un vigilado a su vigilante en Cuba.

Un vecino dedica una carta a la persona que se encarga de vigilar sus pasos en el barrio
Asunto espinoso este del perdón a los enemigos, pero bueno aquí se trata de convivir con el chivato de barrio. Aquí en este artículo trata de comprender la relación vigilante-vigilado. Más me recuerdo aquello de ascuas sobre su cabeza….,
…Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mia es la venganza, yo pagare, dice el Señor. Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer: si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, ascuas de fuego amontonaras sobre su cabeza. No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal. Rom. 12:19-21
A mi amado enemigo
Por: Leandro Cansino.
Estocolmo (Suecia) | Diciembre 31, 2016.
Se me hizo muy necesario escribirte. Déjame hacerte llegar algo que me brota del alma: gracias por existir, gracias por todas las cosas malas que haces por mí. No tienes ni la menor idea de cuánto tengo que agradecerte, no es sarcasmo y mucho menos ironía, te escribo de lo más profundo de mi corazón. Sé que te sorprende esta carta, pero creo que nunca te di las gracias por estar molestándome y tratando de perjudicar constantemente mi vida. Créeme que aprecio todo el esfuerzo negativo de manera gratuita de tu parte. No pienses que me has ganado porque me volví loco, antes quiero exponerte mis sólidos argumentos. Tú y yo somos como un motor, carga positiva y negativa para poder funcionar.
No eres mi rival. Un rival es una persona o un grupo de personas que a la vez luchan por alcanzar lo mismo, pero no es nuestro caso. Yo lucho por llegar a la cima de la montaña más alta y tú luchas abrazado a mi cintura porque yo no logré llegar, ya que tú careces de piernas, o sea que no competimos, no eres mi oponente.
Agradezco mucho tu tiempo y esfuerzo en buscar mis fallas, son gestos horribles que me gustan de ti, ahí estoy yo, reparando los errores que encuentras en mí. Cada día crezco más y todo te lo debo.
Yo lucho por llegar a la cima de la montaña más alta y tú luchas abrazado a mi cintura porque yo no logré llegar, ya que tú careces de piernas, o sea que no competimos, no eres mi oponente
Yo te valoro mucho, aunque no lo parezca. Te valoro porque un día sábado soleado nadie lo apreciaría de no ser por esas tardes grises de tormenta, porque nadie aplaudiría al héroe sin un villano que amarre a la doncella en las vías del tren. No tienes idea de cuánto he sabido crecer mientras estabas acechándome. Es cierto que en lo personal estorbas, pero en mi realización profesional eres imprescindible. Quiero que estés ahí, fiel seguidor de mis triunfos, necesito que veas hasta dónde puedo llegar.
Quiero que nunca te vayas de mi espalda, te necesito para retarme día a día a hacer las cosas mejor. Me haces tanto bien que hasta pudiéramos ser amigos, pero no, quédate mejor ahí, mi dulce enemigo, que dé a pocos voy llegando a la meta y tú te vas desgastando. Todo ese sacrificio jamás será olvidado.
Gracias por tanta negativa incondicionalidad.

Fuente: 14yMedio

diciembre 16, 2016

Escamoteando la Navidad.

Hace diez años escribí este artículo, ya perdido en una página de un periódico local desaparecido. Entonces llevaba cinco años viviendo en los Estado Unidos y había llegado a este país como exiliado político desde Cuba; un país, probablemente el único con raíces judeo cristianas que había abolido la Navidad por parte de la dictadura. Fue así que me encontré estas dramáticas realidades que motivaron este y otros artículos. Hoy las realidades son las mismas o peores, pero esto tiene una explicación: las políticas “correctas” diseñadas por un marxismo cultural  que se adueñó de la sociedad, desde los 20’s del pasado siglo, un intelectual comunista decía:
“…., que había por todos los medios que extirpar la cultura cristiana occidental en un "combate cultural”, al que él llamaba "camino largo" o "marcha larga". Esta "marcha larga" debía dirigirse hacia todas las instituciones: universidades, escuelas, museos, iglesias, seminarios, periódicos, revistas, hoy día también televisión, cine, etc. desde donde se propague una anti-cultura que acabe con los cimientos y las convicciones de la cultura cristiana occidental para que la gente, una vez debilitada en sus convicciones, se adhiera a los ideales marxistas que antes habían rechazado de forma natural”
Es por eso que lo publico en la red

Escamoteando la Navidad.

¿Cuándo llegará?, la Noche Buena, ¿Cuándo llegará?
popular son cubano.
Esta Navidad me la han echado a perder[i]. Es  por eso que voy a escribir sobre ella; tal vez a algunos piensen que lo hago a destiempo, no es así. A destiempo es escribir por diciembre todos esos artículos lagrimosos que tratan de tocar a los corazones foscos, a la vez que pretender desempolvar la imagen del Niño–Dios en los primeros días de diciembre con las celebraciones de la Purísima; para volver a meterlo más tarde, en los primeros días de enero, en una de esas cajas donde se guardan los adornos de Navidad. La Navidad no es un escrito pasajero y el Cristo no es un adorno.
Eso de fastidiar la Navidad los cubanos lo conocemos muy bien. Hace más de 30 años el dictador cubano entendió que diciembre era un buen mes para cortar  la caña de azúcar y no para andar disfrutando en familia de las festividades navideñas. Antes había intentado regatear la Navidad y se anduvo inventando cenas gigantes en la Plaza de la Revolución; pero para eso precisaba de suministros alimenticios y en eso de proveer  alimentos los comunistas no son muy hábiles.
En fin que el dictador se robó la Navidad, como nuevo personaje de verde que es, y de paso también se agenció la Epifanía o Día de Reyes, como para completar el daño, extendiendo su maldad a los niños ya quejosos de que los Reyes no traían regalos. De esta forma trasladó las fiestas a siete meses después en el calendario revolucionario; aprovechándose de la efeméride en julio. Allí está, disuelta en el tiempo, la Navidad ahora coincidiendo con la celebración de la carnicería del 26 de julio; aletargada por el día de la  Santa Ana, las moscas, el calor, el olor a salitre, el bochorno tropical y los carnavales socialistas. Porque para el dios Baco como para la diosa Afrodita, en Cuba siempre hay tiempo.
Pero no son los recuerdos de la Patria distante lo que desvirtúa  esta Navidad. En ese andar por la Red, ¿que me encuentro?; que en estas sociedades que se dicen herederas de la filosofía judeo-cristiana; algunos se las están dando de ladrones de Navidad.
Son esos que ahora echan mano a los conceptos de laicismo para argumentar que eso de Belenes, Villancicos, Feliz Navidad  y cuanto hecho o evento se asocie con el Nacimiento de Cristo en Belén, promueve el proselitismo religioso o navideño, que para el caso es lo mismo. Dicen que todo esto de la Navidad atenta contra la identidad cultural de otros entorpece las relaciones entre culturas distintas  y en algunos casos viola la Ley.
Un escritor católico señalaba alarmado: “nos están robando la Navidad, a pleno  día, en plena luz del sol. Quienes nos están robando la Navidad desprecian la realidad”.  Y no es para menos. Veamos:
Insistiendo en el carácter secular de la celebración, que de secular nada tiene, se pretende suplantar hasta las expresiones de “Merry Christmas” por “Happy Holidays” Nacimientos y villancicos según algunos leguleyos son considerados inadecuados, atendiendo a la composición étnica de una población determinada.
Postal de Navidad en Cuba al inicio del periodo revolucionario
Muy cerca de donde vivo, en la ciudad de Plano al Norte de Texas, donde la población esta formada de “wasp” (blanco-anglosajón-protestante) sin lugar a dudas; a dos niños residentes en esa localidad el  Distrito Escolar les prohibió la distribución, en las escuelas a las que asisten, de caramelos, lápices con mensajes religiosos así como servilletas rojas y verdes, durante la Navidad pasada.
Es decir, que los niños en una comunidad predominante cristiana y protestante del Norte de Texas, no pueden obsequiar a sus compañeros de aula con golosinas de Navidad en las áreas escolares. Desde luego las medidas fueron revocadas después de una demanda interpuesta por los padres y la cobertura de la prensa. Pero el hecho quedo allí; recordando que hasta la herencia cristiana de esta Nación puede ser subvertida.
Que hay una tendencia de “descristianizar” la Navidad, a no dudarlo, aunque resulte un disparate. Hay muchos con ínfulas de progresistas, liberaloides de ocasión y promotores de un laicismo a ultranza que quieren sustituir todo lo sacral; dicen que es para devolver el sentido laico fundacional a todo este meollo. Pienso que, con estos laicismo, para que necesitamos de comunismo o de ateos profesionales que ya no tienen a mano el comunismo científico y el ateismo marxista y hablan de desacralizar la Navidad, mientras se avienen a la mesa a trinchar el diente en un buen pedazo de carne y pasar por el gaznate una buena botella de vino, porque para celebrar siempre están presto; entonces, ¿Qué celebran? No olviden que vi en Cuba, muchos comunistas celebrando en silencio y el grande la Navidad, mientras otros sudaban en los campos de caña.
Como colofón, veo de España; –porque en la madre Patria andan en esos enredos de fastidiar la  Navidad –, que en vísperas de ésta el Canal + de la televisión española presentó en uno de sus programas titulado: “Lo más plus” el corto: “la mejor manera de cocinar un Cristo para dos personas”
En el corto mostrado en un país de confesión cristiana predominante  y en vísperas de la Navidad, aparecía un ama de casa describiendo la forma de aplicar el arte culinario más refinado, en la preparación de un Cristo que previamente había sido quitado de un crucifijo. Me dirán que era sólo una imagen de Cristo, pero una imagen de fuerte significado para muchos creyentes.
No me voy a detener en este ejemplo de tele basura blasfema, y ya es bastante con dos calificativos. Siempre he sido de la opinión que Dios, en él que creemos aquellos que confesamos y compartimos una común Fe en Cristo; no necesita de apoyos ni de solidaridad, en fin no necesita que salgan a defenderlo. Sólo necesita y quiere que le crean, que reconozcan su potestad y señorío que es por sobre todas las cosas. Lealtad humildad y Fe, sólo pide.
Como andan sin Dios y cuestionando al Cristo, bien harían en  preguntarse que festejan entonces por Navidad. Si se andan preguntando si vale la pena cantar un villancico o no, ¡pues que no los canten!, que andar en el espíritu de la Navidad es privilegio de hombres de buena voluntad.
Arbol de Navidad cubano
Mi vecino puso un gran letrero al frente de su casa deseando una feliz Navidad.  Nunca he visto a mi vecino y no he cruzado palabra con él, también le deseo lo mejor. Me aturde la idea de que pasen los años y el deseo de Paz y buena voluntad no llegue a expresarse hacia mi vecino con un simple saludo.
Me alegro en pensar los días que vendrán; cuando recorra el camino de la Navidad y camine con una sonrisa franca por las calles de mi pueblo natal, prodigando amables palabras a unos y a otros y compartiendo la mesa con los humildes familiares y vecinos. Tan humildes como puede ser un exiliado cuando regresa, buscando un milagro de Navidad que se hace tan infinito como triste. Voy a vivir el regreso para dejar las lágrimas a un lado, olvidar las tristezas, las amargas experiencias y el duro andar de esta distancia que me acecha.
Si todo es absurdo, si todo es equivocado para esos agoreros de la Navidad, mejor será que se hagan a un lado; que los más queremos seguir honrando a “ese hombre que viene a la vida en un mundo sin sentido, para dedicar su vida a dar sentido al mundo”
©
 [i] El autor se refiere en este artículo a la Navidad del 2004.


diciembre 02, 2016

La muerte del muy beatifico y perverso hacedor de revoluciones.

Resulta que el dictador cubano ha muerto. Esta es la noticia y con ella  la confusión dentro y fuera de isla, que como isla al fin, está a merced de la maldita circunstancia del agua por todas partes[i]; es la confusión es el terror,  el algo más que no alcanzo a entender porque se habla de purificación colectiva y la palaba  me estremece. Nos sorprende a todos, la muerte del dictador nos lanza sin quererlo en esa eterna miseria que es el acto de recordar  y desnudar toda muestra vida, la que alcanzó y aun alcanza el tirano. El mismo que fue por tanto tiempo pueblo nación e historia, la de cada uno, y esto sin que no los propusiéramos. Todos con el rencoroso trabajo de recordar. Me niego a recordar, me niego a hacerlo parte de mi vida, me lo arranco si es que puedo de este corazón traspasado, exiliado y noble.
Todo un pueblo puede morir de historia, de engaños  y desesperanzas. Podemos asomarnos al  desconcierto ante la muerte esperada y real del tirano,  la celebración y el enojo. Pero no podemos dejar a un lado la cruel realidad de ser parte de un pueblo que se hace y se deshace, como nosotros mismos.
Cuando los impíos perecen hay fiesta[ii], como  ha ocurrido con el deceso de aquel al que le entregamos nuestra conciencia colectiva. Hay celebración e inquina, abundante adjetivación y obvia especulación de legado y sombras. Del muerto hoy dicen que fue desde un líder luminoso hasta una cucaracha, porque no faltan ditirambos y descalificaciones, estas últimas para  muchos bien merecidas.
También hay alabanzas, esas inclusos que vienen de los hijos de Dios que siempre buscan palabras para elevar, sin proponérselos, a los impíos a los altares. Hay la intención de encomendar  al finado a Jesucristo a ver que puede hacer. Difícil prodigar este cuidado a alguien que, victorioso y entrando a La Habana como re edición de la entrada a Jerusalén, con una población exultante que ya le había prodigado todos los honores en prolongado viaje desde el origen del país a la capital; se hacia dios hacedor y ejecutante del poder. Decimos difícil porque al llegar al poder, o hacerse de el, no faltaron voces que consideraron al autocrata cubano en los tempranos años de la revolución como  “un instrumento en las manos de Dios para el establecimiento de su reino entre los hombres”. Solo que escogió a nuestra isla toda en peso y necesito de casi seis décadas para dejarla. Dejando un legatus, como ahora dicen tantos, para que su reino se consolide y de qué forma.
Cuando el autocrata cubano llegó a la Habana (1959) nunca le faltaron lisonjas, pero esto de que era un instrumento en las manos de Dios, el todopoderoso, nos ponía a todo los cubanos en condiciones muy desfavorables, si no lo aceptábamos pues era como desafiar a Dios. Del muerto, en su momento se dijo: “…., está logrando en Cuba hoy –y que fecundará toda la América Latina– es precisamente aquello que Dios quiere para estos pueblos olvidados: una oportunidad nueva para vivir decentemente y con dignidad. Un Dios de amor –de un amor sin fronteras, como es el Dios de los cristianos– no puede desear menos que eso para sus hijos. Pero él requiere de “instrumentos” de “siervos”, para la realización de tan sublime tarea[1]. De que nos convirtió en instrumentos y en siervos no cabe la más mínima duda.
Astuto, manipulador y amigo de la noche, el déspota, viejo y probablemente enfermo.., como preocupado, invito, tal vez sorprendido por lóbregas reflexiones escatológicas, a un grupo de teólogos de visita en La Habana. No sabemos si lo escatológico sea en el sentido teologal o excrementicio, pues ambas definiciones se tocan. Fue entonces que el ladino personaje, inclinado sin duda a la  vaciladera y el despropósito, les pregunto a los teólogos ¿cómo entendían el Libro de las Revelaciones o Apocalipsis? También les preguntó sobre los derechos humanos, -siempre preocupado el autócrata sobre ellos-, y sobre la destrucción del medio, esto, quien dio cuenta de buena parte de la isla destruyéndola.
El teólogo allí presente pudo presentarle una síntesis de lo que significa el Libro de las Revelaciones al absolutista. Pero este como era usual, trajo a colación su ego desmedido y su inclinación por el choteo para asegurar que los jesuitas le habían enseñado mal, esta, la palabra revelada. En la tardía pero animada tertulia beatífica y a la altura de tan elevados conceptos del amor de Dios, la Fe, la vida y la justicia; conceptos que para el dictador tienen  significados muy especiales como parece…, es entonces que  el cierre le tocaba al taimado contertulio que dijo:”…. la fe es un asunto personal que tiene que nacer de la conciencia de cada persona. Pero el ateísmo no debe ser una bandera[2]. Esto dicho por el canallesco personaje que tanto pisoteó la libertad de conciencia e hizo del ateísmo una de sus banderas en la ya malograda revolución.
Hombre así, líder por antonomasia, venerado por tantos y merecedor de  consideración en tanto que es guía de muchos; excelencia de elevados propósitos y motivador de ideas y cometidos políticos de tantos. Habiendo incluso consideraciones de elevada mística en el personaje, atribuido por igual de creyentes en un Dios e incrédulos comedidos; es que me asalta la duda si debamos elevar a los altares al desalmado o dejarlo entre los mortales aun muerto.
¿Que como son los negocios del déspota con Dios ahora que ha muerto? es una pregunta que asalta a un prelado quien dedicado a temas tan complejos como el demonio, el exorcismo, la posesión y el infierno, se encarga de analizar lo que significa la muerte de tan infausto dictador y su andar de ignominias; y dice bien que “porque el juicio será sin misericordia para el que no ha mostrado misericordia (Santiago 2, 13).
Dice el prelado, quien en su certero y elegiaco artículo parece exorcizar al demonio que fue, “que al perniciosos líder Dios le dio 90 años a su alma para cambiar, para entender, para pedir perdón” y no lo hizo. Él que hizo un infierno de la vida de muchos, si ha entrado en el infierno, ahora sufre con los ojos abiertos. Él que siempre tuvo los ojos de su conciencia cerrados ahora ve. En el infierno o en las espantosas moradas de la purificación destinadas a monstruos como él, ahora ve, sufriendo... pero, por fin, ve. [3]
Acusado por algunos de haber condenado al muerto al infierno, el sacerdote tiene que volver a esgrimir argumentos que tratan de poner en contexto sus palabras; parece que a la progresía no le gusto que su héroe de mil batallas fuera situado a un paso del infierno. En un segundo artículo el autor bien dice:
Jamás he afirmado que esté en el infierno. Ni lo he dicho ni lo he escrito ni lo pienso. Sólo digo que, después de toda una vida repleta de acciones gravísimas, acciones que llevan a la condenación eterna, sin que nos conste su arrepentimiento en ningún momento de su larga vejez, ha afrontado el juicio inapelable y riguroso de Dios.
Como algunos se preguntan dónde está el difundo que más que su cuerpo ya en cenizas ahora va en andas por toda la isla en un acto de constricción de una nación en vilo. El exorcista, que debe ser, señala lo siguiente:
¿Dónde está ahora? Os lo voy a decir, porque os aseguro que lo sé: o está en el lugar donde hará penitencia y no saldrá hasta pagar incluso la última pequeña moneda (Lucas 12, 59), o está en el lugar donde ya no tiene que hacer ninguna penitencia, porque la sangre de Cristo no fue derramada por él y su nombre no se encontró en el Libro de la Vida.[4]
Para completar la traída relación entre lo religioso y el eximio difunto; viene a cuenta la afirmación de que este era la encarnación del espíritu del anticristo. Bueno no el anticristo sino algunos de los muchos anticristos que el autor del Libro de las Revelaciones aseguran que aparecerán en la última hora. [iii]
Una opinión da cuenta y afirma que gracias a Dios se murió y que hay “un anticristo menos”. Agrega:
Lo cierto es que con la muerte…., desaparece otro de los anticristos de turno, y con este hecho comienza a desaparecer su influjo maldito sobre nuestra sufrida isla. Tiempos de luz, libertad y prosperidad terminarán por imponerse a las densas tinieblas que con estos delincuentes en el poder tuvimos que sufrir por demasiadas décadas ya, con el valor añadido de extender los tentáculos de nuestra maldición sobre otras tierras….,”[5]
Esta rara deidad, tirano de enlodadas banderas, se nos hizo realidad prolongada en nuestra nación y en nuestras vidas. Como costra maloliente está apegada a nuestras conciencias y será muy difícil quitarnos esta  maléfica impronta. El perverso personaje se nos metía debajo de la piel; su influencia y desgobierno  fue una dedicación perniciosa de la nación toda.
Pero no hay razón para tanta  demonización, ni hay razón para que una nación toda eche mano a la culpabilidad y la flagelación. El tirano ha muerto, algo que era esperado; lo que aumenta las expectativas es el confuso panorama de una nación, aparentemente desecha en un  impreciso  escenario internacional;  que viéndose visitada por la muerte del líder , se aferra a una persistencia construida por el más prolongado oprobio; como nunca se ha visto en una nación moderna.
Hace una década cuando la noticia falsa de la muerte del tirano sorprendió a todos escribí lo siguiente…, ahora  cada palabra adquiere validez y actualidad:
Para los que piensas que la muerte del sátrapa promoverá cambios en Cuba, les digo que se equivocan. Los mensajes son claros y no hay contradicción en ellos. Ya se ha producido un proceso de sucesión ordenada, la continuidad de la dictadura y la ideología que le sirve de sustento está garantizada. Los principales funcionarios del régimen lo han declarado: hay y habrá continuidad, no transición. Las libertades que nos merecemos los cubanos, una vez más, han sido aplazadas.[6]
Todos miran el momento de elevados vuelos, ventilando ideas, análisis, llamamientos y esperanzas. Limitémonos al buen hacer de enterrar al tirano de una vez; olvido sanador resuelto y exorcizar el entramado social de la isla y del exilio. Comenzar por enterrar en todo el sentido del término el déspota que fue, des construir la revolución hasta que de ella solo queden las obligadas referencias en los tratados de historia. Para todos los cubanos, siempre que sea posible; superar la desesperanza y el abandono y caminar por los nobles senderos del combate y el consuelo.
No, no habrá el propósito de una tierra nueva y un nuevo cielo…, solo una patria digna donde podamos andar con entereza.
©


[1] Cepeda, R. (2014, August 29). Fidel Castro y el Reino de Dios. Retrieved November 30, 2016, from http://religionrevolucion.blogspot.com/2014/08/fidel-castro-y-el-reino-de-dios.html Bohemia, año 52, no. 29, La Habana, 17 de julio de 1960.
[2] Stam, J. (2016, November 26). La noche que ensené el Apocalipsis a Fidel Castro. Retrieved November 30, 2016, from http://protestantedigital.com/sociedad/40867/La_noche_que_a_Fidel_Castro_le_predicaron_el_Evangelio La noche que ensené el Apocalipsis a Fidel Castro, 2002
[3] Fortea, J. A. (2016, November 28). Elegía a Fidel Castro (I parte): Salve, thane de Cadwor. Retrieved November 30, 2016, from http://blogdelpadrefortea.blogspot.com/2016/11/elegia-fidel-castro.html
[4] Fortea, J. A. (2016, November 29). Elegía a Fidel Castro (II parte): Cuando el Destino nos alcance. Retrieved November 30, 2016, from http://blogdelpadrefortea.blogspot.com/2016/11/elegia-fidel-castro-ii-parte-cuando-el.html
[5] Lleonart, M. F., Pbro. (2016, November 27). ¡Gracias a Dios se murió Fidel Castro! ¡Un anticristo menos! Retrieved November 30, 2016, from http://cubanoconfesante.com/gracias-a-dios-se-murio-fidel-castro-un-anticristo-menos/
 [6] Gonzalez, E. A. (2006). A la Patria de una vez. Retrieved November 29, 2016, from http://www.cubademocraciayvida.org/web/print.asp?artID=3942



[i] La Isla en peso. Virgilio Piñera (1912- †1979)
[ii] En el bien de los justos la ciudad se alegra; más cuando los impíos perecen hay fiesta. Proverbios 11:10
[iii] Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. 1 Juan 2:18