Sin la libertad de todos no obtendrán la libertad religiosa. Pero,
hipotéticamente, si les concediera la Dictadura la libertad que desean para los
fieles/… Continuación…, y final.
Por: Jaime Leygonier.*
Comprendan los religiosos que no lograrán acabar con
su discriminación sin un cambio social y que, lejos de influir la Iglesia a la
sociedad, está influida por ella en la mentalidad del miedo y de contemporizar
en forma oportunista con las autoridades “para
no buscarme problemas”.
La Iglesia Católica, sin ninguna ley, sino en
resistencia cívica, bajo presiones y serio costo personal; ganó espacios para las
revistas: Vitral y Palabra Nueva. Se impartieron cursos desde mediados de la
década de los ochenta hasta el 1997, año
de la visita del papa Juan Pablo II, a partir de la cual ocurrió el retroceso
en su postura cívica ,- la de la Iglesia
Católica-, hasta claudicar.
Y a pesar de ello sus declaraciones sobre el bodrio
“constitucional” superaron con mucho a las de las denominaciones evangélicas.
Otras denominaciones obtuvieron avances semejantes por
esa brecha que abrió la Iglesia católica en la muralla.
Dejen de predicar sumisión a las autoridades injustas,
para lo cual manipulan la Palabra de Dios, usando a Tito 3:1 y a Romanos 13:1-2:
“Sométase toda persona a las autoridades
que les son superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las
que hay, por Dios han sido establecidas. / De modo que quien se opone a la
autoridad a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten acarrean
condenación para sí mismos. ”
De suerte que, según la Palabra de Dios, ¿los
opositores seremos condenados por resistir a Dios, quien puso a los Castro como
autoridades y aquellos que resistieron a Hitler están hoy en el Infierno?
Ocultan los siguientes versículos del 3 al 7, que
explican el sentido verdadero de ese sometimiento: “Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el
bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno, y
tendrás alabanza de ella; / porque es servidor de Dios para tu bien/…/vengador
para castigar al que hace lo malo./Por lo cual es necesario estarle sujetos, no
solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia/…”
Conozco de esta predica frecuente por bautistas y
pentecostales, felices de que no son responsables por su libertad y su Patria,
“es cosa de Dios”.
Debe ser directiva común; pues afirman que lo predican
en todas las Iglesias, una de ellas la Iglesia Bautista M N McCall (pero como
tiene que haber dignas excepciones ruego a los pastores que no lo hagan que
envíen su comentario).
Con semejante predica, el pueblo de Israel jamás
hubiera salido de Egipto: “Nos
quedaremos; porque es la voluntad de Dios que obedezcamos a Faraón”. Y los
primitivos cristianos legionarios no se hubieran negado a combatir contra otros
cristianos, prefiriendo el martirio.
Oran frecuentemente por las autoridades, es correcto. Háganlo
también por los perseguidos por las autoridades, sus presos y torturados. De lo
contrario, ¿qué respeto les tendrán cuando les mendiguen leyes si interpretarán
como debilidad esas oraciones no dirigidas a Dios, sino a congraciarse con el poder
por intermedio de los chivatos de iglesia?
Con el castrismo no se consigue nada sombrero en mano:
“pidamos poquito a ver si nos lo dan”.
“No pedimos que los padres sean los que
decidan la educación de sus hijos porque sabemos que nos lo negarán” (eso
me dijo un pastor pentecostal). No, funciona.
Preparen a los fieles en la práctica de la democracia,
con practicarla en el seno de sus comunidades; en vez de halagar su oportunismo
de “doble
moral” de esclavos felices y hacer prevalecer dentro de la Iglesia los
métodos dictatoriales.
Si no cumplen con educar así moralmente a su rebaño,
tanto las autoridades como los pastores, tendrán la certeza de que, en cuanto un pastor
denuncie los males nacionales, sus ovejas, -al ver la primera nubecita de
persecución a la Iglesia-, huirán en estampida de la comunidad o enfrentarán al
pastor.
Las autoridades religiosas del extranjero, no
propicien los viajes de pastores cubanos a sus países, pues, práctica normal
para cualquier extranjero. Aquí los
convierten en privilegiados por encima del nivel de vida de su rebaño; y da a
la Dictadura un mecanismo para corromperlos con regatearles las visas, cuyas “bendiciones” materialistas anhelan.
Es mucho pedir, pero es la única forma: “El camino de la Cruz” que nadie quiere.
Las dificultades antes dichas y la desunión en la
Babel cristiana, también valen como obstáculos para la creación de asociaciones
de iglesias que “contrarresten” al pro-dictatorial Consejo de Iglesias de Cuba (CIC).
Imposible ser libre en Cuba un grupo social si el
resto no lo es. Sin la libertad de todos no obtendrán la libertad religiosa.
Pero, hipotéticamente, si les concediera la dictadura la libertad que desean para los fieles o para su casta
brahmánica: que les inscriban nuevos cultos, que no los hostiguen y fiscalicen
y dificulten visas y todo…Entonces:
¿Moisés pasará su vida feliz en el palacio de la
princesa sin ocuparse de la esclavitud de Israel?
*Jaime Leygonier.
Periodista independiente cubano. Ha colaborado con la agencia de prensa
independiente Hablemos Press y sus notas aparecen en distintos sitios de
internet sobre temas cubano. E-mail: jaimeleygonier@gmail.com
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