…., adeptos al régimen lanzan pedradas al
local, acompañadas por groseros gritos, música
a muy altos decibeles y golpes en las paredes, destinados a impedir la misión
espiritual.
Corralillo, Cuba, febrero, www.cubanet.org – Están proliferando en Cuba las
llamadas Casas de Culto, templos religiosos que permiten el sano comportamiento
de las personas que, afines a un credo, se reúnen para rezar, entonar cánticos
espirituales y organizar ayudas a la comunidad.
Las Casas de Culto han llegado a adquirir un
gran prestigio, sobre todo en las zonas rurales de la Isla, logrando en muchas
ocasiones intervenir favorablemente en problemas sociales en los que el
gobierno no hace voto ni acto para no verse involucrado en compromisos que no
puede ni quiere cumplir.
La autonomía, el respeto a la pluralidad de
ideas, el culto a la hermandad, la amistad y la alianza, que imparten estos
templos entre la ciudadanía, debe traer mortificado al régimen y muy ocupadas a
sus fuerzas represivas.
Sitiecito, Sagua la Grande Cuba Foto del Blog |
Sobre todo, en algunos pueblos del interior
de Cuba es un imperativo que los amantes de la democracia y el progreso
enfaticen que la existencia de estas Casas de Culto nada tienen que ver con la
ridícula acusación del régimen de que son empleados a sueldo del “enemigo”, que
sólo defienden intereses personales y foráneos.
La mayoría de estos creyentes son gente
educada, y bien conocido es que por lo general proceden de los estratos más
pobres de nuestra sociedad. Son simples ciudadanos que desde sus creencias
personales, y no más que eso, pretenden resguardar el espíritu de sus
semejantes ante el torbellino de corrupción moral y espiritual y ante el
desastre económico en que los envuelve el régimen.
Quizás en el municipio de Sagua la Grande,
provincia de Villa Clara, esta historia hubiera podido pasar casi inadvertida,
como en otros sitios, si no fuera porque elementos ajenos y contrarios a los
propósitos de la Casa de Culto situada en la calle central del poblado de Sitiecito,
no hubieran resuelto mostrar sus malévolos instintos agrediendo duramente a los
feligreses que allí se reúnen para intercambiar oraciones y buenos votos
ciudadanos.
Y no una sola vez, sino noche tras noche,
siempre que la Casa Culto de Sitiecito convoca a los pobladores, estos adeptos
al régimen lanzan pedradas al local, acompañadas
por groseros gritos, música a muy altos decibeles y golpes en las
paredes, destinados a impedir la misión
espiritual.
Consternados y llenos de angustia, el líder y
muchos de sus seguidores en Sitiecito se han reunido para presentar a las
oficinas del gobierno municipal las quejas sobre las ofensas de las que están
siendo víctimas. Casi con la común confianza que sienten por su Dios, se han
propuesto conversar con fe ante los jerarcas políticos del municipio, pidiendo
de favor que los ayuden a superar la crisis, con la imposición del cese de este
tipo de agresiones que ellos ni remotamente han querido provocar.
Ahora sólo les queda esperar por una
respuesta oficial que presumiblemente no les llegará nunca. Su otra
perspectiva, que no sería sagrada pero al menos sí más práctica, es que ellos
mismos apliquen el viejo y sabio refrán “A Dios rogando y con el mazo dando”.
*Poetisa, Narradora y Artista Independiente de
la Plástica. Colabora con artículos de opinión para el sitio web Cubanet
Foto tomoada del sitio Paper Blog