Lo que
el viento se llevó.
Jesús dijo a sus discípulos que en el Mundo tendríamos aflicción;
desde que nací, la vida no me ha sido nada fácil, desde niño tuve que crecerme
para salir adelante en la vida, aprendí a buscarme la vida, he atravesado
momentos difíciles, hambre, necesidades de todo tipo, desnudes, soledad,
despojo, enfermedades, traición de todo tipo, pero nunca había batallado con la
muerte como el 24 de Octubre de este 2012.
Producto del pecado de mi Nación, el cual llegó a la presencia de
Dios, nuestro Señor y Gran Rey permitió que nuestra Ciudad y sus alrededores,
como parte de Holguín y sus habitantes sintiéramos de muy cerca la furia y el
odio de los demonios y la inclemencia del tiempo; solo bastaron unas tres horas
para que toda la provincia de Santiago de Cuba fuera destruida. Según las
informaciones del Instituto de Meteorología, Sandi era una tormenta tropical
que entraría a Cuba siendo un Huracán categoría uno, nuestra casa, pudimos
mejorarla y creímos que soportaría este fenómeno, pero para nuestra sorpresa,
el Estado quito el fluido eléctrico y quedamos expuestos a la tragedia, a las
12 de la noche ya la lluvia y el viento estaban arrasando con todo lo que
encontraba en el camino, el viento aumentaba cada vez más y entendimos que
nuestras vidas corrían peligro en aquel lugar, a la llamada del Apóstol Mario
Jorge Travieso (Mayin), ya estábamos listos para salir, pero el viento no lo
permitía, Dios permitió que se suavizara por un instante y entonces salimos.
El hermano que estaba de guardia esa noche cargo a una de mis niñas y
yo la otra, junto a Ester, la primogénita con mi esposa y mi esposa salimos, ya
de camino, temblando pero confiados en Dios, pudimos ver como todo era
destruido, todo caía al piso y muchas cosas volaban, corrimos casi un
kilómetros hasta la casa de unos hijos espirituales, cerca de la parada del
Bus, hicimos varias paradas en el camino para preservar la vida. Al llegar, yo
y el custodio tuvimos que volver, ya que en casa quedaba su hijo de unos 12
años y Xiomara, la hermana que nos ayuda en casa, la cual no quiso irse con mi
familia para acompañarme en casa a pasar el ciclón, cuando llegamos a las 12 y
algo de la noche, entonces fue cuando Sandi dijo
aquí estoy yo, el viento sostenido y sus rachas arremetieron contra nosotros
con toda su furia.
Caímos de rodillas, nos encomendamos a Dios, luego tratamos de
asegurar la casa y todo lo que se podía, nos refugiamos en un lugar de la casa
el cual creímos seguro, en la sala, cuando esta comenzó a sufrir la furia del
huracán y el techo comenzó a zafarse, corrimos a la cocina, pero a los minutos
todo dentro comenzó a sacudirse y tuvimos que correr al cuarto de la niña, al
instante todo comenzó a caer, la cocina se la llevo el viento, el techo de la
sala y de mi cuarto también comenzó a desprenderse, el cuarto de las niñas
donde estábamos, las paredes comenzaron a temblar y a caer pedazos de ladrillos
y el techo se sacudía también, ahí sentimos como todo nuestro templo se
desplomo, ya no teníamos donde refugiarnos, no podíamos salir porque ya a esa
hora de la noche, 2:00am aproximadamente el viento soplaba a unos 230 km por
hora, sabiendo que al estar a unos 7 km de frente al mar, y no tener nada que
aguantara el viento, comenzamos a entender que podíamos morir.
Di un salto del closet donde estábamos metidos y le dije al custodio
que amarraríamos el techo, que no permitiría que el viento se lo llevara, mis
niñas no podían ver lo suyo una vez más destruido, ya temblando de frio, sin
mucha esperanza de vida clame a Jesús y al terminar de amarrar el techo nos
colgamos del mismo sujetándolo con nuestras manos para hacerle fuerza hacia
abajo, clamando, así estuvimos hasta las 4:00 de la mañana que el viento
comenzó a ceder, suspirando fuertemente, y tragándome las lágrimas y
reprimiendo los sentimientos para que mis hijos allí no desmallaran en la fe,
comenzamos a cobrar nuevamente el sentido de la vida y la esperanza.
Temblando, sin casi aliento en mí, sin fuerzas, furioso con las
tinieblas, con todos mis sentimientos
afectados, pero agradecido a Dios por preservarnos la vida, quede sentado
dentro del closet de mis hijas hablando con el Rey Jesús y dándole las gracias
por preservarnos la vida, y sin poder casi ni hablar al amanecer solo decía
mientras mis ojos se cerraban, JESÚS
GRACIAS POR NO OLVIDARTE DE NOSOTROS. Ya al amanecer, hermanos llegaban
para ver como estábamos, los vecinos lloraban, al salir del cuarto y ver todo
destruido, el templo caído, todo el vecindario hecho pedazos, mis vecinos sin
casa en pie, entre en una agonía que me derrumbo, nunca antes había llorado así
por la condición de los hombres ni por mi ciudad, por un momento los hechos me
turbaron, no entendía lo que estaba pasando, y fue cuando mis vecinos me
miraban y gritaban con los brazos abiertos diciendo, PASTOOOOOR, no sabía que decir, con rostro firme, aunque muriéndome
por dentro trate de estimularles la fe en Dios, pero todos estaban en pánico.
Cada vez que pensaba en la llegada de mi esposa y mis hijas a casa
gemía a Dios, PADRE, NO PUEDO CON ESTO,
AYUDAME, QUE TU PUEBLO Y MI FAMILIA NO PIERDA LA FE Y LA FUERZA, vi a mi
esposa entrar y llorar como una niña, no por la perdida, sino por el pueblo que
se esforzó para levantar lo que teníamos y ahora se perdía por segunda vez,
oramos y les dije a todos, AHORA, DIOS NOS
HARÁ ENTRAR EN LA EXELENCIA. Todos cobraron fuerzas y comenzaron a limpiar
todo, pero yo estaba a punto de derrumbarme, fue cuando entendí que debía
entrar a solas con Dios, visite a mi mamá, mi hija mayor Susana y mi nieto, al
ver que estaban bien, regrese y me encerré con Dios, pude dormir, orar, pero no
fue hasta la mañana del otro día que Dios me hablo con palabras muy suave pero
firmes y sentí que entro en mi al poder del altísimo y grite, NO TEMO A NADA NI A NADIE, Y MI DIOS ES
FIEL, NUNCA FALLA (Continuará)
Las fotos fueron enviadas por el Ap. Toledano y corresponden al Templo y a su casa habitacion.
*Dirige la congregación de la Iglesia Emmanuel en la Ciudad de Santiago de Cuba, uno de
los más prominentes líderes de las cerca de 20 redes del Movimiento Apostólico
Internacional en Cuba.
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