Por: Camilo
Ernesto Olivera Peidro.*
LA HABANA, Cuba, noviembre, 2012 -Cuando se
analiza el devenir de los imperios, los reinados y las dictaduras, suelen
obviarse ciertos aspectos ocultos de sus respectivas ejecutorias. Cuestiones de
método, fórmulas que al ser aplicadas, provocan resultados a gran escala. El
arte de gobernar es la suma de esas fórmulas, más evidentes o más ocultas. Vale
detenerse y analizar algunas de estas recetas, que el Castrismo ha empleado en
Cuba durante décadas.
El denominado “Terror revolucionario”, como justificación para el sacrificio de
miles de vidas y para la implantación del poder sobre la base del miedo o culto
a la muerte. La aplicación de métodos de hipnosis masiva, a partir de una serie
de elementos bien enlazados entre sí, que incluyen las estructuras de los
espacios destinados a las grandes concentraciones públicas. La dinámica oculta
de los actos políticos, como un ritual dramáticamente conformado, que coloca el
discurso del “máximo líder” como
centro y apoteosis. La aplicación, incluso, de dinámicas provenientes de la
denominada “magia ceremonial”, con
toda su carga de simbolismo y sugestión.
Detrás de esa extraña e
inexplicable fascinación que la denominada Revolución
Cubana todavía ejerce sobre algunos ingenuos en el mundo,
se esconde mucho de lo mencionado anteriormente, y más.
Suele citarse la célebre imagen de Fidel
Castro con una paloma posada sobre su hombro 9 foto arriba a la derecha) , durante el acto político del 8 de
enero de 1959, en la explanada del Cuartel de Columbia. Pero se omite el
análisis del ritual que cada 28 de octubre, se realiza en homenaje a Camilo
Cienfuegos. Una ofrenda de flores a los ríos y al mar, la traspasación de un
rito que une a dos Orishas Mayores: Oshun y Yemaya.
El modo en que fue instaurado el culto a la
personalidad, como plan de entronización del poder político centrado por
Castro, fue una combinación de métodos ya probados antes en la historia. Desde
la implantación del culto monoteísta al sol, por Amenothep, en Egipto, hasta
los ritos y simbologías de raíz pagana, aplicados por los nazis.
Por ejemplo, la imagen del Hierofante o sumo
sacerdote mágico, proveniente de los misterios griegos de Eleusis, fue tomada y
adaptada. Baste pronunciar las dos palabras: Hierofante y Comandante: la
fonética, la cadencia sugestiva del sonido de ambas es obviamente semejante.
La simbología presente en el diseño de la charretera correspondiente al grado de
Comandante en Jefe, proviene de otras semejantes en el ocultismo. Se trata de
la combinación de la figura del rombo, compuesta por cuatro
líneas unidas entre sí, dividida a la mitad, con
cada mitad de color rojo y negro, respectivamente, y una estrella blanca de
cinco puntas al centro. Esta figura geométrica está bordeada por la
representación de una rama de laurel y otra de mirto, plantas que poseen un
significado muy especial dentro de la tradición oculta. Las cuatro líneas
unidas entre sí simbolizan las cuatro letras del denominado “santo nombre” en
hebreo. El rojo y negro, combinados, provienen de la simbología del
Guerrero-Monje. La ubicación de la estrella dentro del rombo también cumple una
función simbólica específica en cada hombro.
La Plaza Cívica de La Habana, nombrada por la
dictadura como Plaza de la Revolución, también posee a nivel estructural una
fuerte carga simbólica. Su diseño la emparenta con
sistemas constructivos semejantes, realizados en la Italia de Mussolini o en la
Alemania de Hitler.
La denominada Tribuna Antimperialista, ubicada
en el malecón de La Habana, merece capítulo aparte.
El sitio parece diseñado
para espectáculos o actos públicos. Su conformación
esconde otros fines. La estructura central, colocada cerca de la Oficina de
Intereses de los Estados Unidos en La Habana (SINA), es una edificación en
forma de estrella de cinco puntas. El escenario se ubica entre las dos puntas
abiertas de la estrella, de frente al Este geográfico.
Durante un tiempo, se podían observar,
colocadas en las paredes que flanqueaban el escenario, dos cuadros de la
autoría de Roberto Fabelo. Uno de ellos representaba a un gallo rojo y estaba instalado
a la derecha, visto desde el público. El otro, ubicado a la izquierda,
reflejaba a una mujer tocada con un gorro frigio de tono azul, con una estrella
blanca al centro, sólo su cabeza sobresalía fuera del mar.
En la denominada magia ceremonial, el extremo
derecho de la estrella o “Pentalfa” corresponde a la espada, y el izquierdo a
la copa o “santo grial”. En la magia afrocubana la espada es de Shango,
Guerrero, y la joven cuya cabeza sale del mar es Yemaya Olokkun, dueña de las profundidades. La espada simboliza la
energía de la mente. El agua simboliza las emociones.
La quinta punta de la estrella está pintada de
rojo y apunta hacia el edificio de la SINA (Sección de Intereses de Estados
Unidos). Se prolonga más larga que las otras puntas, dándole a la estrella la
configuración de un Baphomet, o estrella de la Magia Negra. Es la manifestación
de la quintaesencia del régimen Castrista. (Fuente; cubanet)
*Camilo Ernesto Olivera Peidro -Ciudad de la
Habana, (14 de Septiembre 1970) -Guionista e investigador - Ha participado en
los eventos teóricos en casi todos los Festivales de rock, colaborador en
publicaciones cubanas de carácter no oficial relacionadas con el género rock como,
forma parte de la Agencia Cubana de Rock, donde labora como promotor cultural y
miembro del Consejo editorial de la revista ¨Rock del Patio¨ (en
proceso).Textos suyos aparecen publicados en ¨La Corchea¨ (ICM), sitios Webs:
AHS, maximrock.com, cubametal.com, esquife.cu, Cubaencuentro, Voces, Cubanet y
Diario de Cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario