«… porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.»
Zacarías 2:8
Cualquiera que ataque, demerite, afecte, acose,
abuse del pueblo de Dios, está cometiendo un suicidio. El mismo pagará las
consecuencias de sus actos. El Señor sabe cómo defender a su pueblo.
Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo. Dios
vengará a su pueblo. Porque no veamos su mano física no significa que Él no
actúa. Dios no necesita de palos y piedras.
Dios advierte en Deuteronomio 28:15-68 que las
consecuencias de la desobediencia a Dios son nefastas. Dice el apóstol Pablo en
Romanos 1:18 «Porque la ira de Dios se
revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres.»
Escases, improductividad, dependencia, insolvencia, hambre,
enfermedades, todo tipo de carencias, baja autoestima, miseria, ruina,
necesidad, perdición, es la manifestación y la cosecha que reciben los rebeldes
a Dios y su pueblo. Cuidado mucho cuidado. Dios es amor, pero también fuego
consumidor, y de ningún modo tendrá por inocente al culpable.
Bendiciones.
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