julio 16, 2019

Ataque irascible contra la Alianza de Iglesias Evangélicas de Cuba; promoviendo el odio y descalificándola como fascista, supremacista y exponentes de la extrema derecha fundamentalista en el país.



Aquí tienen un ataque frontal de la líder de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana, que promueve el odio contra los evangélicos cubanos. En el artículo que mostramos, la pastora Saralegui Carballo, califica a los evangélicos miembros de las denominaciones que forman la Alianza de: supremacistas cristianos, fundamentalistas religiosos que buscan la concentración de propiedades y el acceso de los medios de comunicación. Tratan, dice, de impulsar políticas públicas. Califica todo esto de anexionismo monroista que niega la independencia de Cuba y el patriotismo. Buscan validar posiciones políticas y acciones de sistemas violentos. Admiran a Israel y el sionismo, enaltecen a Bolsonaro y a Trump; y sin duda se erigirán como exponentes de la extrema derecha, que serán piedra de tropiezo para la sociedad cubana en su conjunto.
La afiebrada pastora no dejo nada para la imaginación; sus argumentos son de un peligro tal que merecen ser expuestos como hacemos a continuación:
Rev.Elaine Sarallegui
Por Elaine Saralegui Caraballo.*
La noticia de la creación, el 11 de junio de 2019, de la Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas, “enfocadas en la unidad y la defensa de la doctrina y los principios bíblicos comunes”, conmocionó a muchas personas que han seguido la proyección de algunas iglesias fundamentalistas en contra de la ampliación de los derechos de las personas LGTBIQ+ en Cuba.
Sospecho que ha existido un desencuentro político/teológico entre el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) y las iglesias que componen la reciente Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas. Estas denominaciones encontraron en la actual coyuntura un caldo de cultivo propicio para la fundación de una asociación con objetivos en común que promueve la supremacía cristiana en nuestro país, como ha sucedido en países de América Latina de la mano de la extrema derecha de los Estados Unidos.
No todas las iglesias evangélicas en Cuba pertenecen al CIC, una institución con una visión ecuménica que propicia espacios de encuentro, formación, celebración y confraternización; sin embargo la mayoría de las que hoy conforman la Alianza han salido de su membrecía en diferentes momentos de sus 78 años de existencia.
La creación, el 11 de junio de 2019, de la Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas, conmocionó a muchas personas que han seguido la proyección de algunas iglesias fundamentalistas en contra de la ampliación de los derechos de las personas LGTBIQ+ en Cuba.
La génesis de esta Alianza se ubica en el proceso de reforma de la Constitución de la República de Cuba que se desarrolló entre agosto de 2018 y febrero de 2019. En ese contexto algunas iglesias fundamentalistas embistieron en contra de lo que consideraron una propagación de la “ideología de género” por parte del gobierno, que mediante los artículos 68 y 40 en el Proyecto de Constitución, actuales 82 y 42, se propuso ampliar los derechos a las personas LGBTIQ+.
La primera acción conjunta de las iglesias evangélicas permeadas por el fundamentalismo religioso fue la declaración el 28 de junio de 2018, en la que se unieron la Liga Evangélica de Cuba, la Convención Bautista Occidental, la Convención Bautista Oriental, la Iglesia Metodista en Cuba y la Iglesia Evangélica Pentecostal Asamblea de Dios, todas pertenecientes ahora a la recién creada Alianza.
El 21 de septiembre de 2018, veintiuna iglesias evangélicas, algunas de ellas miembros del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), se unieron para redactar otro documento en contra de las propuestas de cambios constitucionales en materia de derechos de la comunidad LGBTIQ+ y a favor del derecho de las iglesias a tener voz pública.
El 1 de octubre de 2018 publicaron otra declaración dirigida a representantes del gobierno, el Partido y el pueblo de Cuba, donde proponen modificar algunos artículos del Proyecto de Constitución y que fue firmado por 44 líderes y presidentes de obras. En el nuevo texto no solo planteaban su rotundo desacuerdo hacia los temas de derechos de las personas LGBTIQ+ y las mujeres, sino que dejan más claras las intenciones político-religiosas y de supremacía cristiana de esa voz pública, y establecen varios presupuestos de lo que sería la futura Alianza.
Las denominaciones que componen la recién creada Alianza, promueven la supremacía cristiana en nuestro país, como ha sucedido en países de América Latina de la mano de la extrema derecha de los Estados Unidos.
Reclaman la concentración de propiedades, el acceso a los medios de comunicación y la posibilidad de utilizar los principios religiosos para impulsar políticas públicas. Con la excusa de protegerse de la “ideología de género”, pretenden sacar la educación de los hijos de manos del Estado, un propósito que recuerda la campaña “Con mis hijos no te metas”, desplegada en países de Latinoamérica.
Para respaldar esa demanda, las iglesias distribuyeron en calles y templos un díptico titulado “Entérate de lo que el estado cubano quiere hacer con nuestros niños en las escuelas desde el 2018 en adelante”, donde arremeten abiertamente contra la educación estatal, tergiversando el propósito de los programas de educación integral de la sexualidad con el objetivo de aterrorizar a la población.
En ese contexto de protesta fundamentalista, el Consejo de Iglesias de Cuba no tomó ninguna postura, de hecho hizo silencio, a pesar de realizarse algunos reclamos por parte de personas LGTBIQ+. Tampoco se pronunció ninguna de las iglesias más progresistas pertenecientes al CIC.
¿Por qué la razón que se esgrime para la creación de dicha Alianza, es que “las denominaciones que la integran no se sienten representadas delante de las autoridades y del pueblo cubano por el Consejo de Iglesias de Cuba y se sienten motivadas para trabajar unidas en la defensa de los valores bíblicos”?
En el libro La ideología de género y su impacto. Una respuesta bíblica desde la teología Wesleyana, del Rector del Seminario Evangélico Metodista en Cuba, el Rev. Enoel Gutiérrez, publicado por la editorial de esa propia institución, obtenemos de primera mano la recopilación del pensamiento de una iglesia que ha estado liderando esta cruzada fundamentalista.
Según el autor, aunque el CIC no emitió oficialmente ninguna declaración a favor de los matrimonios homosexuales, “todos conocemos el alto nivel de compromiso que tiene esta institución con los intereses políticos del gobierno, aun por encima de los intereses de la iglesia y su rol como voz profética, lo cual les hace obedecer a los hombres antes que a Dios”.
Denuncia que el CIC emplea lenguaje inclusivo y usa el calificativo de fundamentalistas para las iglesias que no están de acuerdo con esta ideología. Menciona además la realización de un evento del Consejo sobre fundamentalismo religioso y su impacto en Cuba donde se consolidó la postura divergente de esta organización ecuménica respecto a las posiciones de las iglesias que se han declarado abiertamente en contra de la “ideología de género”.
El libro “La ideología de género y su impacto. Una respuesta bíblica desde la teología Wesleyana”, del Rector del Seminario Evangélico Metodista en Cuba, el Rev. Enoel Gutiérrez, recopila el pensamiento de una iglesia que ha liderado la cruzada fundamentalista en Cuba.
El libro hace referencia a las declaraciones del 29 de mayo de 2019 del Rev. Pablo Odén Marichal, ex presidente del CIC, en ocasión del aniversario 78 del Consejo, donde alerta sobre “cierta gestación por parte de corrientes pretendidamente evangélicas, pero en realidad fundamentalistas y supremacistas que representan la más vetusta doctrina del anexionismo monroista que niega la independencia de Cuba, el patriotismo y por lo tanto niega nuestras raíces ecuménicas, protestantes y evangélicas, nuestras raíces honestas, independentistas y patrióticas, que dicen pretender organizarse en cierto movimiento paralelo al ecumenismo, lo que sería un falso ecumenismo por monroista y por anexionista así no más”.
Este libro arroja luces para entender que el punto de ruptura entre las iglesias de la Alianza y el CIC estuvo en los encuentros políticos entre el Consejo y el Estado cubano, su afinidad con el sistema socialista, la utilización del lenguaje inclusivo, la comunión con algunos temas de género –sobre todo en materia de equidad entre mujeres y hombres–, y su desacuerdo con las doctrinas fundamentalistas de supremacía cristiana que encuentran sus mayores exponentes en iglesias pertenecientes a la mencionada Alianza.
Según plantea la organización Soulforce en su página web, la supremacía cristiana manipula el lenguaje del Cristianismo para validar las posiciones políticas y las acciones de los sistemas violentos. Sostiene y refuerza las desigualdades históricas creadas por las naciones cristianas europeas durante la conquista y colonización. Su objetivo no es crear una fe auténtica o una conexión personal y comunitaria con Dios, sino consolidar el poder en beneficio del poder. Busca que la violencia hacia ciertas personas sea normalizada y moralmente aceptable, creando mitos sobre lo que está bien y lo que no. Es una forma de violencia espiritual causada por ideologías religiosas que niegan el valor sagrado de las personas.
Las denominaciones que componen la recién creada Alianza, promueven la supremacía cristiana en nuestro país, como ha sucedido en países de América Latina de la mano de la extrema derecha de los Estados Unidos. / Ilustración: Jorge Sánchez Armas

En sus perfiles de Facebook, estas iglesias y sus líderes manifiestan su empatía hacia el Estado de Israel y el sionismo cristiano, enaltecen a figuras fascistas como Jair Bolsonaro, Donald Trump y promueven las noticias sobre los lugares del mundo donde se ha derrotado la “ideología de género”.
El paso del espacio religioso/privado al público/laico es alarmante cuando se encuentra permeado por agendas imperiales de dominación y por ideas religiosas que pueden impactar en las políticas públicas, incluso en Cuba, donde a pesar de las diferencias de contexto con los países del sur global, existen condiciones coyunturales que han propiciado la cohesión de estas ideas, contrarias a nuestros principios socialistas.
Al mismo tiempo se acerca un nuevo reto con el cambio del Código de Familia, donde debe concretarse los principios de igualdad expresados en la nueva Carta Magna y que será llevado a votación popular. La creación de esta Alianza propicia un espacio de unidad, desde donde se desplegará toda la fuerza económica, espiritual, ritual, religiosa y política de las iglesias fundamentalistas cristianas en la realización de una campaña para frenar los cambios que amplíen y garanticen los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en Cuba.
Sin embargo, el reto que nos plantea la agenda de estas ideologías fundamentalistas y supremacistas, trasciende a los colectivos LGBTIQ+, abarca a otros grupos vulnerables y a la Cuba inclusiva y justa que estamos construyendo.
Creo que hay que seguir de cerca el desarrollo de esta Alianza, evaluar sus contrapartes, sus hermanamientos, los socios con los que intercambien, la recepción de fondos y la asimilación de otras agendas, para conocer sus pretensiones en el contexto cubano.
Podemos desde ahora especular que se erigirán como exponentes de la extrema derecha, del fundamentalismo y la supremacía cristiana, que serán piedra de tropiezo para la creación de una sociedad más equitativa. El cómo ya lo veremos, pero nuestro Dios es amante de la justicia.
*Teóloga y Pastora de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana en Cuba (ICM).

1 comentario:

Carlos M. Estefanía dijo...

Tras ver lo que hacen los pastores por la paz de USA y "los pastores por la guerra" del evangelismo oficialista en Cuba no queda más que reconocer que entre el protestantismo y el comunismo hay y un gran colaboracionismo. Ya los puedes ver con el pastor Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice). jalando leva a López Obrador en México. https://youtu.be/C-zALNVBqWE