El día 7
de agosto pasado, los cubanos y no cubanos, creyentes y no creyentes; nos dimos
cita en el templo de la Iglesia Bautista Nuevos Horizontes en Fort Worth, Texas
para un encuentro que así se denominó: “Clamor por Cuba” .Porque de eso se trataba, de elevar
nuestras voces con vehemencia; de los
que compartimos una común Fe y nos duele Cuba como Patria tan distante como
presente.
En la
convocatoria ampliamente compartida en línea, expresamos que, “la
comunidad de creyentes en Cristo Jesús, Señor y Salvador; debe volver a Dios
con humildad, orar con urgencia por nuestra Patria y nuestros compatriotas y
mantenernos unidos en estos momentos cruciales; compartiendo un pedido a Dios
de ayuda y una esperanza”. Allí fuimos para, “clamar por una obra
extraordinaria del Espíritu Santo que nos alcance como pueblo, cuando el tiempo
de Cuba y los cubanos es excepcional”. Eso hicimos.
La
concurrencia fue escasa, pero la dedicación al encuentro fue viva, poniendo la
mirada en Dios y compartiendo una pasión de Patria.
Cánticos, testimonios
y oraciones ocuparon un programa que concluyó con un mensaje inspiracional e invocación
por parte de los pastores invitados, estos, el pastor Orber Pérez y el pastor
de la iglesia anfitriona, Javier Garza.
Si que terminó
tarde pero el intercambio fraterno siguió en los pasillos y en el parqueo a
pesar de la hora; ‘hay que repetir esto” decían algunos en tanto que otros intercambiaban
saludos y abrazos.
Al día siguiente,
en el servicio de la Iglesia dije a los allí congregado desde un estrado donde estaba
las banderas de Cuba y los EE. UU. y la Cruz: “anoche en este lugar se
vertieron lágrimas, muchos miraban con vehemencia la bandera de Cuba, la Patria distante y la bandera de los EEUU ; la Patria de acogida. Pero sobe todo miraban a la Cruz con esperanza”. Seguí diciendo, “la bandera cubana se queda en
esta iglesia, como merecido reconocimiento por apoyarnos”.
Hoy recibo por correo electrónico
este mensaje:
Clamor por Cuba
Ya han pasado dos días y no
he dejado de pensar en el gran acto patriótico y cristiano que se celebró en la
Iglesia Bautista en Fort Worth.
Fue un acto precioso que es
necesario continuar todas las semanas.
En realidad, yo pensaba que iba a ser asistido por más de nuestros
compatriotas cubanos, pero los que no asistieron se perdieron una excelente
manifestación religiosa y patriótica.
Algo que aprendí es que tenemos entre nosotros grandes líderes para
nuestra causa.
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