Carta respuesta a supuesto obispo perseguido Félix
Ramos Castilla.
Por Jaime Leygonier.*
Recibí un mensaje titulado: “Esto no es una denuncia, es un lamento”[1],
de quien afirma ser Obispo de la Iglesia Católica Ortodoxa en Cuba y por si
alguien lo duda, se firma con el título honorifico “Monseñor”.
Y le respondo en esta carta con menos amabilidad de la
que quisiera, ¡porque hay tanta miseria y angustia en Cuba que denunciar y
jamás grita lamentos; ningún Jeremías de entre los profesionales de la Fe! ¡Y
tantas víctimas y mártires verdaderos!, que considero deben callar quienes en nombre
de Dios predican la confusión.
Sr. Félix Ramos Castilla:
Me envió usted unos números de “La Aurora” y boquiabierto del
galimatías que leí en el no.32 del 13 de mayo, 2019, no sé a qué santo
encomendarme al contestarle y, perdone, no oso llamarlo “Monseñor”.
Creí entenderle que tiene
solamente dos o tres seminaristas y que se han vuelto contra usted,
considerándose estafados, utilizados.
Que quien le brindaba la
casa para su culto ya no lo quiere allí y usted desarrolla toda una etcétera de
dimes y diretes y “yo y yo y yo”;
presentándose como mártir por acoso del gobierno “y/o” con todos contra usted. De suerte que o nadie sirve o quien no sirve
es usted.
Sepa por “Hechos de los Apóstoles”, que si lo suyo
es de Dios, no podrán resistirle y si es de los hombres se desvanecerá.
Si busca a Cristo, lo veo
en gran confusión, en fraternalisimo
contubernio con gobierno, pastoras (lo cual prohíbe Pablo de Tarso, Palabra de
Dios, al mandar que la mujer debe “callar” en la Iglesia: Ese Espíritu
Santo y ese Pablo “machistas” y fuera
de moda, que necesitan ser reinterpretados para ponerlos al día). También contubernio
con “comunistas cristianos”. ¡¿No sabe que el comunismo, tanto el bonito
imaginario de los libritos, como el real cochinisimo
que destruyó y destruye a Cuba; es anticristiano y criminal!? Se diferencia por
tenues matices del fascismo y ha llenado de cientos de millones de torturados,
asesinados, encarcelados y muertos por hambre a las naciones donde se ha
impuesto. ¿No sabe que el gobierno de Cuba lo hizo y hace así, con menos
millones de población, claro, y que amenaza con inmolar a todo el pueblo en
caso de invasión de EEUU?
¿Y no ha notado que en Cuba
no existen comunistas sino oportunistas, pues en Cuba un comunista verdadero
tendría forzosamente que oponerse al Gobierno? Los comunistas de antes de 1959
eran excelentes sindicalistas luchadores por aumentos salariales y hoy el
salario es casi inexistente y el sindicato y la jornada de ocho horas no
existen.
Y si no busca a Cristo,
sino un medio de vida cómoda, no tenía dinero para poner una cafetería y
decidió abrir una “iglesia propia”, con donativos de algún otro-que-bien-baila
de los EEUU, y ponerse a gritar: “¡Aleluya!
¡Gloria a Dios!”, tampoco lo veo encaminado, pues llegó tarde a la conga de
títeres y agentes de la Dictadura.
Aunque abogue por esa ”Ley de cultos”, que jamás existió en
Cuba después de 1899, ni le hizo falta a iglesia alguna para prosperar sin
problemas y solamente serviría para encadenar más las iglesias al Estado, sin
obligar a nada al Estado, juez y parte.
Llegaron primero que usted todos esos siniestros espías, predicadores de
Castro, como Ham[2]
y gente del seminario de Matanzas[3],
quienes están muy discontinuados por el gobierno, por su discurso comunista
extremista de los años 60, extemporáneos desde que las Iglesias “serias” también se prostituyen con “los príncipes de la tierra”.
¿No veo por qué le dejarán
una mascadita de las donaciones que
mandan de los países capitalistas, particularmente de “las entrañas del monstruo”, para que medren los pastores
pro-comunistas, liberados de la miseria de su pueblo, ni cómo, siguiendo la
moda actual de jefes de iglesias “serias”,
va usted a posar como mártir víctima política, mientras besa la mano al “Don Corleone” estatal?
Ellos pueden darse ese
lujo, no de “cambiar de casaca”,
¡cuidadito! ; sino de alternarlas según el público sea nacional o del
extranjero. Los miembros de su iglesia no se atreven a decirles que “el rey va desnudo” ¡Pero usted todavía
no puede imitar esos strep tease!
¿Quiere seguir a Cristo? No
necesita ser obispo de mentiritas ni de verdad, sea cristiano, sin
seminaristas, sin donaciones y edifique a la gente, hay pocos de verdad.
¿Quiere ser un proxeneta más del cristianismo?, ¡ya sobresaturaron ese mercado
laboral!
¿Fracasa aquí, ve venir el
hambre para su pueblo y no quiere compartirla, sino emigrar a EEUU con el
cuento de que es un perseguido político? Bueno, haga mensajes como el que hizo,
quéjese; pero más creíbles y redáctelos mejor.
Curioso que cada vez que
nos enteramos de que un pastor emigró, ¡sorpresa!, se fue a los Estados Unidos.
¿Alguien oyó de uno solo que se fuera a un barrio bajo de algún país
Latinoamericano? ¡Hay tanto pecado en los Estados Unidos que sienten
irrefrenable celo misionero por irse a vivir allá!
Como obispo, parece que lo
rechazan Dios y los amigos cercanos; como aspirante a instrumento de la
Dictadura dentro de la Iglesia, parece que no lo necesita. La Policía política,
quien ya tiene en su plantilla a demasiados pastores, pastoras, obispos y
obispas, para molestarse en hacerle el papeleo al nuevo.
Y para colmo, la Dictadura
está en sus pataleos de ahorcado: Mal momento para vincularse como oportunista
a ella.
Me apena verlo enredado en
tantas contradicciones insolubles. Que Dios, quien conoce si el corazón de usted
es de Cristo o de Castro; y de su vientre y abomina de
quienes lo usan para engañar a la pobre gente que lo busca; lo ilumine si usted
vive auto engañado como cristiano sincero o como arribista. Si su estado de
confusión mental se debe a algún problema de salud, que lo sane en su misericordia.
*Periodista independiente cubano. Ha colaborado con la
agencia de prensa independiente Hablemos Press y sus notas aparecen en
distintos sitios de internet sobre temas cubano. Reside en la Ciudad de la
Habana.
Nota del Editor del Blog: El Blog Religión en Revolución publica los artículos o post con apego
a la libertad de expresión y asumiendo que los autores que firman sus artículos
son responsables de sus opiniones. La edición del blog también reconoce el
derecho de cualquier persona o institución al derecho de réplica, ya sea usando
el espacio de comentarios o escribiendo y enviando su respuesta, la cual será
publicada sin lugar a dudas.
[1] El autor se refiere al Boletín
Aurora no.32 del 13 de mayo, 2019.
[2] Filósofo, teólogo y pastor
presbiteriano-reformado. Profesor de la Cátedra de Filosofía e Historia del
Seminario
Evangélico
de Teología de Matanzas, y decano del Instituto Superior de Estudios de
Ciencias de las Religiones, en La Habana.
[3] Seminario Evangélico de Teología (S.E.T.)
fue fundado el 1 de octubre de 1946, y está situado en la ciudad de Matanzas,
Cuba.
2 comentarios:
Lamento- porque en mi patria o se trabaja sobre el lamento o sobre el resentimiento y yo prefiero lo primero- que los cubanos siempre mordamos antes de ladrar. No soy obispo, soy indigno sacerdote al cual mi iglesia quiso honrarme con el título de monseñor, algo que no merezco. Pero lo que si merecemos todos es la búsqueda y la obtención de la verdad. Ninguna opinión es la verdad, para conocer nuestro trabajo les ofrecemos visitar nuestro canal de you tube https://www.youtube.com/watch?v=BAUp3VYbegk&list=PLiDH4FiFnbX6wT7E3ZMmIF1l9Oq9GnF2S&index=3&t=0s , https://www.youtube.com/watch?v=n7RPle573jU&list=PLiDH4FiFnbX6wT7E3ZMmIF1l9Oq9GnF2S&index=6&t=0s e intentar entender el trabajo de divulgación que intentamos hacer con La Aurora. Agradecemos al señor Leygonier el tiempo que dedicó a leer nuestro trabajo y eso nos contenta porque al menos ha leído. Dios les bendiga y guarde.
Señor Leygonier, es un placer haber recibido su opinión. Desgraciadamente no soy un obispo de mentiritas, soy un sacerdote al que mi iglesia ha querido darme el título honorífico de monseñor. Sería más llevadero ser algo de mentiritas. Volveré a leer con sumo cuidado y pediré a Dios por iluminación porque parece que mi modo de escribir bronco y de analfabeto no puede explicarse bien. Yo soy indigno del nombre de cristiano, eso lo sé. Pero, quién puede llamarse digno de serlo? Yo no abogo por la ley de Culto, abogo por la libertad religiosa. Algo un poco más abarcador, pero tal vez usted pueda, con su sagacidad, ayudarnos a expresarnos mejor. Y no puedo concordar con usted en que Dios no me quiera a pesar de mi indignidad. Es que por esta misma indignidad me ama tanto como a usted.Si usted quiere ver algo de nuestro trabajo, aquí le envío el vínculo de You tube (https://www.youtube.com/watch?v=BAUp3VYbegk&list=PLiDH4FiFnbX6wT7E3ZMmIF1l9Oq9GnF2S&index=2 ) y la web de nuestra iglesia http://oldcatholic.org/provinces/ . Gracias por haber pensado. Dios le bendiga y guarde.
Publicar un comentario