Por: Yoaxis Marcheco Suárez.*
Cuatro hermanas de nuestra congregación salen de sus casas, pero no lo hacen para llevar el mensaje salvífico del Evangelio a los necesitados, hambrientos y sedientos de la comunidad donde vivimos, sus intenciones y el destino de su salida son otros: la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista en Santa Clara para presentar quejas a la máxima representante de esta instancia, Odalis Sábalo, de su Pastor, a quien están determinadas a expulsar a toda costa. Mi conmoción es enorme cuando me entero de esta situación, a la que sin ningún temor, ni mal de conciencia llamo y llamaré, felonía.
Presentar cargos ante las autoridades oficiales sobre una persona en nuestro contexto cubano puede significar varias cosas y puede estar justificado si existen litigios entre partes que llegan a clímax desfavorables y son precisamente las autoridades competentes quienes deben intervenir y actuar para resolver las contradicciones y que estas no sobrepasen los límites normales, también en nuestro contexto llevar a otros a las autoridades puede ser el resultado de una delación, ya es más que sabido que este oficio en Cuba es popular y el estado cubano se vale mucho de este método para realizar sus diversas acciones. En cada caso siempre se conoce que cuando alguien pone en manos de las autoridades a otro, justificado o no, lo expone a la determinación y bajo la sombra de los que tienen el poder y aclaro que en muchas situaciones es lógico que se debe recurrir al amparo de quienes, suponemos, están para velar y salvaguardar el orden y las buenas conductas en nuestra sociedad.
Que nuestras “hermanas” hayan colocado al Pastor bajo esta determinación o sombra, sin importarles cuáles serían las consecuencias, deja mucho que decir, sin obviar además que esta búsqueda de solución personal, a algo que solamente atañe a Dios y a nuestra iglesia local está muy lejana de la conducta de amor verdaderamente cristiana que debemos sostener frente a quienes no creen y que más que nuestro mensaje en palabras, necesitan de nuestro fiel testimonio.
La Biblia es clara en el capítulo seis de la Primera Epístola escrita por el Apóstol Pablo a los Corintios, comienza esta porción con una interrogante: ¿Se atreve alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, llevar el asunto ante los injustos y no delante de los santos? (en Versión Reina Valera, revisada en 1995) Es inconcebible y estoy casi convencida de que esta situación no tiene precedentes en la historia de la Convención Bautista de Cuba Occidental. ¿Qué está sucediendo? No quisiera pensar ni por un momento que estamos perdiendo nuestra autonomía, nuestra libertad de pensamiento y conciencia, nuestro actuar por decisión propia, que estamos otorgando al Estado el papel que como entidad secular y en el caso propio del nuestro, de carácter materialista y ateizante, no le corresponde.
Una de las premisas más importantes de la doctrina bautista y que la caracteriza de muchas otras, es precisamente su gobierno congregacional, la misma Convención no es más que una entidad fundada para promover el intercambio, apoyo, ayuda y comunión entre las congregaciones que decidan afiliarse a ella, como Jesús está para servir a la iglesia, el objetivo de esta institución es también el servicio a las iglesias locales, pero ni siquiera ella puede incidir o determinar por la iglesia local, la cual en su conjunto, guiada ante todo por Dios y por los líderes salidos de su seno, toma sus propias decisiones, desligadas del estado, otro principio bautista muy importante, y de otras entidades sean de carácter religioso o no.
Las “hermanas” que fueron a visitar a Odalis Sabalo, olvidando predicarle a ella el Evangelio de Jesucristo y decirle que Jesús la ama y que murió para perdonarle sus pecados y darle vida eterna, olvidaron también los preceptos bautistas y por su puesto, este capítulo extraordinario de Primera a los Corintios. El desacuerdo con su Pastor en nada justifica la solución desesperada e incoherente que buscaron, esa acción jamás será bendecida por Dios.
Tomar la actitud de estas “hermanas” como ejemplo loable para exponer al Pastor Mario Félix Lleonart al escarnio público, lapidarlo y tratar de amordazarlo, es vergonzoso, cualquier cristiano que escuchara esto se aterraría y comprendería cuán empedrado está el lamentable camino de los intereses personales. Dios no quiera que la actitud de estas cuatro mujeres, sin precedentes, vuelva a repetirse jamás y que las palabras del apóstol retumben constantemente en nuestros oídos espirituales, salvaguardando nuestra autonomía y libertad cristianas de influencias extra congregacionales.
*Licenciada en Información Científico Técnica y Bibliotecología y Máster en Estudios Teológicos por FLET. Desempeña sus labores en la Iglesia Bautista de Taguayabón en Villa Clara Cuba junto a su esposo el Pbro. Mario F Lleonart, quien edita el Blog Cubano Confesante.
7 comentarios:
Pienso que problemas dentro de la iglesia que no constituyan delito deben de ser tratados dentro y por los canales de la iglesia y no por personas ajenas y con objetivos distintos.
Dentro de la Iglesia existen procedimientos para resolver cualquier litigio o crisis, esto dentro de los principios bíblicos a saber.
Aquellas personas involucradas deben conversar e intercambias en “presencia de uno o más testigos” casi siempre involucrando a los diáconos, si no hay solución se lleva a la Iglesia, esto es a la reunión o “junta de negocios” donde solo asisten los miembros de la iglesia y no personas ajenas a la misma. De esa reunión debe salir una solución al litigio.
Llevar un “litigio” hasta una oficina del Partido comunista en Cuba es algo vergonzoso.
Quizás las personas que se quejaron al partido hacen suyo el lema de que es el rector de la sociedad.
Fue una acción incorrecta porque como mismo usted explica, la iglesia tiene sus canales internos para solucionar sus problemas internos.
En Cuba hay que crear en las personas la idea de que el gobierno y los organismos políticos son para gobernar y que es la sociedad civil, entre ellas las iglesias, los verdaderos rectores.
Es cierto que Jesucristo dio las pautas a seguir ante cualquier conflicto. No soy miembro de esa iglesia, pero he pensado sobre la intensa actividad disidente del pastor y al igual que las hermanas debieron predicarle a la funcionaria, el pastor tiene un compromiso con la iglesia, me imagino que le pagan un salario ya sea pequeño para que dedique su tiempo a todo lo que el ministerio conlleva.
A los bautistas no le dio mucho resultado involucrarse en actividades pro-revolucionarias, rápidamente se echó a perder la relación, porque se olvidó el principio bautista de la separación de la iglesia y el estado. Creo que si el pastor se siente más a gusto viviendo como disidente, que renuncie al pastorado y vaya a ganarse los frijoles a otro lado.
O que espere otro cocotazo y vaya a la Oficina de Intereses en búsqueda de una visa como refugiado, pero le advierto que en el exilio hay que pinchar duro, los pastores no pueden perder tiempo en cosas ajenas porque el cantar es distinto.
Lo único que me preocupa de esta situación es que se produzca un cisma parecido al de los años 85-87, cuando se tuvo que separar a tres iglesias de la convención por sus actividades políticas por encima del rol de la iglesia. La libertad del creyente está limitada por el buen testimonio a otros creyentes, no sólo delante de los incrédulos. Si el pastor tiene seguridad de lo que esas hermanas hicieron, que use el procedimiento bíblico de confrontarlas. No veo la utilidad de publicar las diferencias pastor-feligrés en un sitio virtual, eso no edifica a nadie, mucho menos a algún no creyente que lea el blog.
Lo lei abajo.....,
Desafío al más diplomático a explicar sin desmesura al politiquero-revolucionario Consejo Nacional de Iglesias de Cuba y el vínculo directo con éste de iglesias tradicionales y a las "apolíticas" que oran por la Dictadura pero jamás por las víctimas de ésta y no se vinculan al Consejo oficialmente pero si medio a escondidas, como señoras decentes que cometen adulterio.
"Los trapos sucios" lejos de "lavarse en casa" se acumulan y la colman.
La apreciación que usted hace a la dedicación del Pastor muerta una animosidad e irrespeto que claro esta…, viene de alguien que escribe amparado en el anonimato. Si aceptamos la idea de que un Pastor debe ganarse los frijoles, “tranquilo” “sin buscarse problemas con los sicarios de la oficina de asuntos religiosos” y mostrando una actitud de colaboracionismo a ultranza pues aquellos, “los que tienen hambre y sed de justicia” vivirán en completo desamparo. El asunto no es el compromiso sino de qué lado del compromiso el Pastor se pone. Si opta por el Consejo Ecuménico (CIE), el SET, y otras organizaciones proclives al régimen, seguro no tendrá problemas. Así lo hicieron pastores bautistas y han llegado a diputados, todo un éxito en aquella sociedad. Pero este Pastor ha hecho causa común con los más menesterosos, y preocuparse por los presos en Cuba, sobre todo si estos son políticos es muy peligroso. Si aceptamos su idea, Martin Luther King J. no debió de meterse en eso de los derechos civiles y “buscarse los frijoles en otra parte”.
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