Reflexiones de un Guajiro. (Iglesia Bautista “Betel”)*
Estamos en medio de la semana seis de la campaña “50 Días de Oración por Cuba”: “INTERCEDIENDO POR LOS GOBERNANTES”. Reconozco que esta ha sido la semana que más discrepancia ha generado entre los intercesores. Varios pastores me han llamado para comentarme lo difícil que les fue preparar el mensaje del domingo. Congregaciones que tienen equipos de predicadores, algunos de ellos, evadieron el hacer uso de la palabra ese día.
Los líderes de casa culto, han tenido que manejar en sus grupos todo tipo de situaciones, desde los que se han opuesto a orar por algunos nombres, hasta los que han alabado el nombre de algunos gobernantes. No sin razón esta semana fue el reto más difícil a enfrentar por el equipo de trabajo de la Campaña. Antes de salir a la luz, se hicieron más de seis versiones e innumerables escrutinios. Aun así hemos recibido algunos mensajes de inconformidad de parte de algunos hermanos. Un pastor de la vieja guardia nos comento: “Hijo mío, si esto se hubiese escrito algunos años atrás, los hubieran tildados de comunistas”….
¿Por qué nos ha sido tan difícil aceptar una enseñanza bíblica tan clara como esta que el apóstol Pablo nos pide en la carta al joven Timoteo? “Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad”. (1 Timoteo 2.1-4 NVI)
He podido notar que la dificultad o no del creyente cubano para interceder a favor de sus gobernantes está dada por la simpatía o falta de ella que sienten hacia los mismos.
Los que perdieron propiedades cuando el proceso de nacionalización, los que fueron a prisión por razones de conciencia, los que sufrieron discriminación y humillación por sostener su Fe en Cristo, los que han visto sus familias dividirse a causa de la inmigración,…, para ellos orar por sus gobernantes, es irritante.
En cambio para quienes han recibido beneficios del gobierno como una casa, una carrera para sus hijos, atención medica gratuita,…, o tienen a algún familiar en el gobierno o sirviendo en la policía, o cualquier otra institución publica, para ellos orar por sus gobernantes, es bueno y gratificante. Esta postura esta desenfocada.
El creyente para poder orar sin prejuicios a favor de los gobernantes ante todo debe tener conciencia de quien es: ¡Un ciudadano del Reino de Cristo y no de ningún gobierno humano!
Nuestro Señor así lo definió en estas palabras magistrales: “—Mi reino no es de este mundo, Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo. (Juan 18:36 NVI).
El verdadero discípulo de Cristo vive dentro de su nación pero su ciudadanía no es de este mundo: “Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. (Juan 17:14-16)
Resulta irritante la postura de algunos creyentes a favor o en contra de ciertos gobiernos cuando su mayor honorabilidad radica en ser parte del pueblo de Dios: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia” (1 Pedro 2:9-10)
Quien vive acorde a las normas del Reino de Cristo, nunca encontrara conformidad con los gobiernos de este mundo. Así que no oramos por los gobernantes de nuestra nación porque sean buenos o sean malos, oramos por ellos porque como “embajadores de Cristo” en nuestra patria terrenal (1 Corintios 5:20), tenemos la comisión de orar por ellos y no solo eso sino también la ponderada misión de dar a conocer las virtudes de aquel que nos llamo.
El mandato de orar especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, no fue escrito dentro de una democracia. Le fue recomendado a los creyentes que vivían en la sociedad esclavista del imperio romano, con uno de los gobiernos más cruel y represivo de la historia. Esta es una recomendación para los cristianos de todas las naciones independientemente del sistema político en el que tengan que vivir. Los cristianos iraníes oraran por su gobierno de línea islámica, los cristianos de Israel, oraran por su gobierno sionista, los cristianos europeos oraran por sus gobernantes capitalistas, los chinos oraran por sus gobernantes comunistas,… ¡nosotros oramos por los nuestros!
El mandato de orar especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, forma parte de las Sagradas Escrituras y “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. (2 Timoteo 3:16-17). Al orar por los gobernantes nos preparamos para toda buena obra.
*José Enrique Pérez (Iglesia Bautista Betel)
Jueves 1 de Mayo 2008, en mi tiempo de oración y reflexión por Cuba.
Foto correspondiente a la campaña de Oración efectuándose en Cuba, recibido por E-mail.
2 comentarios:
Hay algo que me molesta en esto, ?por que no piden oracion por los presos de conciencia en Cuba? tambien la Biblia dice: "Acordaos de los presos".
Para el anónimo que puso el comentario anterior. El que escribió el artículo no está tratando de incluir todos los motivos de oración de los que habla la Biblia. Si no el punto de vista equilibrado (Bíblico) de cómo debe ser nuestra oración por los gobernantes quienes quiera que sean. Por favor dejemos los extremismos que lejos de ayudarnos, solo nos dividen más.
Publicar un comentario