Una petición de que los derechos civiles y políticos sean mejorados en Cuba mediante la creación de espacios para el diálogo entre los diferentes sectores de la sociedad y el gobierno trajo el tema de los derechos humanos en la Isla a la consideración de la IX Asamblea General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que concluye sus sesiones este jueves.
La recomendación aparece en un párrafo dedicado a Cuba en una más amplia declaración sobre América Latina, en la que también son tratados los casos particulares de Colombia y Haití. En la declaración se urge a los gobiernos de la región que incrementen sus esfuerzos para combatir la pobreza y la degradación ambiental, y que fortalezcan el estado de derecho y la promoción de los derechos humanos.
En abril del 2003, las penas de cárcel dictadas contra un grupo de disidentes cubanos, acusados de colaborar con el gobierno de Estados Unidos para desestabilizar el régimen de la Isla, provocaron una carta de denuncia del entonces secretario general del CMI, Dr. Konrad Raiser, dirigida al presidente cubano Fidel Castro.
Rodhe Gonzalez |
"En vista de la naturaleza sumaria de los procedimientos, de la gravedad de las acusaciones y de la severidad de las penas en los juicios de miembros de grupos de derechos humanos, estudiosos y disidentes políticos, el Consejo Mundial de Iglesias considera que se ha cometido un error judicial", señalaba la misiva. En ella se pedía una revisión de la sentencia y la liberación de los disidentes.
Por su parte el obispo encargado de las relaciones exteriores de la Iglesia Evangélica Alemana, Rev. Rolf Koppe, señalaba que el gobierno de Cuba había perdido su credibilidad, en razón de la creciente supresión de los derechos humanos fundamentales.
"El gobierno de Cuba tiene que ser duramente criticado como los gobiernos de otros estados que violan los derechos humanos de la gente", afirmó Koppe.
Ahora en Porto Alegre un joven delegado checo se refirió a informes de Amnistía Internacional sobre límites a la libertad de reunión, de asociación y de expresión que representan serias violaciones de los derechos humanos, y pidió a la asamblea expresar una condena de esa situación en los términos más firmes.
La pastora Rodhe González, presidenta del Consejo de Iglesias de Cuba, institución pro-gubernamental , que siempre se ha manifestado a favor de la tiranía castro-comunista y jamás se ha interesado por la observancia de los derechos humanos en Cuba , “lamentó que la declaración no pidiera el levantamiento inmediato e incondicional del embargo contra la Isla, como lo han hecho reiteradamente en los últimos años la Asamblea General de Naciones Unidas y el mismo Consejo Mundial de Iglesias”.
Durante la más reciente visita de altos dignatarios del CMI a la Isla en agosto del pasado año, el secretario general del Consejo, Rev. Dr. Sam Kobia, no hubo en esa ocasión referencia alguna a la situación de los derechos humanos en Cuba.
La pastora pro-oficialista Rhode González, que dice representar a las Iglesias cubanas afirmó que “el párrafo sobre Cuba legitima criterios emitidos desde el exterior que solo ayudan a intensificar el bloqueo, y recordó que existen canales entre el CMI y el gobierno cubano que pueden ser utilizados con mayor eficacia para este tipo de planteamientos”.