Eloy A González.
Hay algo que siempre aprecio de este país, sobrepasa
la politiquería y las dedicaciones injustas de muchos y es el emplearse es
ayudar a los mas desfavorecidos. Siempre escuchamos en Cuba del capitalismo
salvaje que empobrecía en el orden moral y material a este país; escuchábamos
de un país, los EE. UU. en decadencia y descomposición. Muchos de los que así decían
hoy están en Hialeah.
El otro asunto que me ocupa es el menosprecio de tantos
inmigrantes y la escasa o casi nula consideración de estos, por lo que debemos
de agradecer a este país.
Durante una larga y brutal semana, los residentes de
Texas no vimos afectados por una tormenta invernal como nunca vista; los registros
se remontan a los años 1949 y 1989 del pasado siglo. Fue tal la magnitud del
desatre, en el que aun estamos, que el estado todo fue y esta afectado. Aun el
drama no ha pasado sentenció en gobernador.
El estado estuvo a un paso de ver colapsar completamente
el servicio eléctrico, el suministro de agua está afectado aun, miles de
hogares destruidos y otras muchas
propiedades afectadas; algunos servicios no están funcionando. Pero se repite
como una consigna no orientada la certeza en la fortaleza de este estado y el
optimismo de sus dirigentes.
Un alcalde de una ciudad aseguro que, "solo los fuertes
sobrevivirán”, desventurada opinión porque, si algo he visto a lo largo de los años
en este estado es el empeño de muchos en ayudar a los demás. Bien hacen y dicen
eso de “llevar los unos las cargas de los otros” …, o eso de “los mas fueres
lleven las flaquezas de los débiles”. Así se hace.
No todo está perdido y nada ha dejado de considerarse.
Planes de contingencias se aplican cono antes se hizo en otras situaciones y
todos sin excepción son parte del empeño colectivo y la faena reparadora.
Quiero recordar que, en ocasión del Huracán Katrina,
cuando fue afectado el vecino estado de Luisiana,
fue Texas quien acogió el mayor número de afectados y desplazados; más de 300 mil
encontraron refugio, cuidado, solidaridad y apoyo, al punto de que muchos hicieron
de Texas su nueva residencia. Fui testigo como una anciana tocaba un violín mientras
se bajaban los siniestrados que venían
de Luisiana, era su parte.
Desde que comenzó la pandemia decenas de lugares están
disponible para que las personas lleguen a recoger alimentos para la familia
toda. Solo en el área donde vivo hay más de una decena. Con esta emergencia los
servicios hospitalarios, de emergencia, suministro de alimentos, inmediata atención
a las líneas eléctricas, drenajes y atención a las vías, no ha faltado.
He sido testigo como en un solo lugar en apenas 3
horas el Ejercito ha repartido 25 mil despensas de alimentos para otras tantas
familias. En medio del último día de la tormenta mi nieto fue atendido de emergencia
por paramédicos y bomberos, trasladado al principal hospital pediátrico y
atendido de manera especial. Está bien.
Hoy, además de los
lugares de donación de alimentos, hay cientos de lugares donde se entrega agua
embotellada para todo el que lo necesite. Hay 14 millones de afectados y en
apenas horas se ha garantizado agua para 9 millones. Los servicios de desastre están
habilitados y se hacen llamados a la gente que necesite ayuda en dinero de FEMA.
Pero en medio de todo esto no faltan los odiadores contumaces de siempre, esos que ven en este Estado una suerte de referente productivo, conservador y eficiente; se vuelcan en los medios , como buitres carroñeros a juzgar mal y a manipular la información a como de lugar.
Es cierto que ha sido un desastre y que hubo fallas en
los sistemas de emergencia, todo lo cual ayudará en el futuro; pero es desconsiderado
y mordaz decir que, este estado como tal
es una ruina. La crítica se inclina a atacar al estado en su totalidad y a un
partido político en particular. Los que miran la paja en el ojo ajeno no ven la
viga de aquellos estados inmersos en escandalosas
corruptelas y políticas disparatadas.
Texas superará las consecuencias de este infortunado desastre
como mismo ocurrió cuando el Huracán Rita y Harvey, ya se trabaja en esto.
Los que llegamos a este país por lo demás, debemos dar
gracia de encontrarnos en lugar seguro y propiciador de recursos para todos.
Voy a decir solo una cosa a modo de conclusión:
Gracias a los EE. UU. y al Estado de Texas. Lo hago a nombre
también de tantos cubanos que se olvidan de ser agradecidos.
febrero 21, 2021