HONORES A QUIENES LO MERECEN
"Son necesarios los que oran siempre, para aquellos
que no oran nunca"
V. Hugo.
"Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia
devuelve a Él"
L. Pasteur.
Muchas veces, como hoy, he visto
publicaciones donde se trata de menospreciar a los creyentes, sobre todo, en
estos tiempos en que algunos piensan que la cura de la COVID-19 depende
enteramente de la ciencia.
En una, que no reproduzco por considerar
absurda y de un alto grado de necedad, se ve a un grupo de religiosos,
escogidos de entre diversas denominaciones a juzgar por sus vestimentas;
observando a un científico que trabaja al microscopio, buscando (según sugiere
la imagen) la ansiada vacuna, mientras los sacerdotes aguardan inútiles e
impacientes. El texto, que refleja la voz de los religiosos reza... "Aquí, esperando que la ciencia encuentre la
cura del Coronavirus".
Hay que perdonar a las personas que piensan
así. Es el resultado de más de 60 años de ateísmo institucional. En mi país,
por ejemplo, se habla de reivindicaciones y luchas por todas estas igualdades que se han puesto de
moda últimamente.
A la misma vez todos asumen que vivimos en
un mundo contaminado y es preciso volcarse a "lo natural", siempre que eso natural no se trate de las leyes
divinas de preservación de la especie humana y por tanto aquí no entran las
relativas al sexo y la procreación; sugiriendo que cualquier matrimonio o el
propio aborto deben verse como cosas normales o naturales, cuando todos saben
que no lo son.
Pero poco o nada se habla de la libertad
religiosa, algo que es normal en cualquier sociedad, que no sea ateísta, por
supuesto.
Solo recordar, que aquellas ideologías que
quieren imponer el ateísmo, son precisamente las más interesadas en preparar un
terreno ideal donde implantar una nueva religión... La suya.
Si la cura de la COVID-19 o cualquier otra
enfermedad, dependiera de la ciencia de manera exclusiva... ¿Entonces dónde
colocamos el esfuerzo de tantas personas que han dejado sus familias y sus
comodidades para ir a la primera línea de combate, sin saber si acaso
regresarán un día a los suyos? Esa es la parte que no es ciencia; la de los
médicos (que por ser científicos saben las altas probabilidades del contagio) o
de las enfermeras que también lo saben y aun así se alistan para ir. Pero
también el de aquellos que lavan la ropa y los pisos contaminados y ¿por qué
no?, de tantos policías, militares y gente común que ha tenido que laborar largas
jornadas en la batalla contra esta peste global... por cierto, más que
pronosticada.
La ciencia misma por sí sola no es capaz de
curar nada; es solo una herramienta que tiene que cargar y usar el hombre
también en estos momentos de catástrofe; sin embargo, muchas personas
manifiestan y atestiguan curaciones milagrosas sin intervención científica.
Hay un Plan Superior, que está por encima
de la ciencia, que mueve y siempre moverá la voluntad desde el científico hasta
el limpia pisos, que le obliga a
comprender que está en juego lo más preciado de la creación... el ser humano
creado y ese Plan esta vez, y todas las demás veces que vendrán (porque
volverán hasta que un día ya no más
existan); volverá, como Rector Invisible a dirigir de nuevo la batalla, según
su divino propósito. Por cierto, esa fuerza no es el Abominable Dinero,
precisamente como muchos piensan.
El gran error de muchos; creer que el
hombre es el centro de esa batalla, pues de ahí proviene la idolatría hacia el
ser humano como superior, con sus nefastas consecuencias.
Y para los que piensan que los creyentes no
han aportado nada o han sido simples espectadores u holgazanes, aquí les va esta foto.
Fuente:Facebook
No hay comentarios:
Publicar un comentario