Vuelve
a retomarse el tema de las relaciones entre la Iglesia católica y el régimen
cubano después que se conociera de las conversaciones que por 18 meses se condujeron
entre funcionarios de los EEUU y Cuba con la finalidad de normalizar las
relaciones entre ambos países. En estas negociaciones, que se prologaron por
dos años, jugó un papel preeminente el Vaticano.
De
las numerosas opiniones y apuntes a la participación del Vaticano en las
negociaciones y su repercusión en las relaciones Iglesia católica – Estado en
Cuba, encuentro un extenso artículo que fue publicado en el diario El País con el
título de: Así cayó el Muro del Caribe,
en el artículo se cita al Cardenal
Loris Capovilla, quien fuera secretario particular de Juan XXIII,
el párrafo en cuestión dice lo siguiente:
Juan XXIII se enfadó mucho cuando se enteró de que,
nada más estallar la revolución de Fidel Castro, los curas y las monjas
católicas estaban saliendo de Cuba a toda prisa: “¡No pueden escapar, la
Iglesia no se escapa nunca, es necesario que se queden allí!”. Aquel enfado del
papa Roncalli es recordado ahora por el que ya entonces era su secretario
particular, Capovilla. “No podré olvidar nunca el dolor y la decepción del papa
Juan por la fuga del clero local tras la llegada al poder de Castro”. Aquella
tarde el Papa estaba furioso y no paraba de repetir: "¡Las relaciones
diplomáticas no se interrumpen nunca!”. [1]
Cardenal Loris Capovilla |
Considerando
la nota del Cardenal Capovilla tenemos que asumir, muy a destiempo según
parece, que los sacerdotes y religiosos católicos que salieron de Cuba a
principios de la década de los 60’s lo hicieron sin mediar presión alguna por
parte del régimen, esto es….., lo hicieron de manera voluntaria apremiados tal
vez por asuntos personales nada acorde con sus investiduras y empeños; a toda
prisa y de manera voluntaria. También se desprende de la cita que el Papa Juan XXIII no tenía idea de lo
que ocurría en Cuba y admite enfadado que los religiosos(as) no podían escapar,
porque la iglesia no hacia eso y que era necesario que se quedaran allí. Admite
que el clero local se fugaba y que las consecuencias de esto en modo alguno
conducirían a una ruptura de relaciones entre la Santa sede y el régimen
comunista que se estaba instalando en la Isla.
Estas
opiniones en realidad confunden, porque siempre hemos tenido presente los
cubanos que lo que ocurrió en Cuba en septiembre del 1961 fue una expulsión de
sacerdotes y religiosos; que estos fueron expulsados por tratarse de extranjeros
indeseables para el régimen que habían roto
lanzas desde ya con la Iglesia en Cuba y su feligresía. Los sacerdotes, religiosos(as)
fueron expulsados, no salían, los salían;
no escapaban hacían que escaparan. En
realidad no se fueron…. los fueron. Si
era necesario que se quedaran allí, como argumentó el Papa en su momento, no
era lo que pensaron los represores del régimen que a toda costa los sacaban de
las Isla. Los comunistas cuando buscan afincarse en el poder no admiten
competencias, menos en el orden ideológico.
Mons. Agustin Roman |
Un
testigo excepcional de todo esto es Mons.
Agustín Román, uno de los que según Capovilla, escapaban a toda prisa. En sus
declaraciones Mons. Román señala lo que fue el abordaje de unos 131 sacerdotes
y religiosos en el barco Covadonga con destino a España. El testimonio de Mons.
Román es el siguiente:
Entre los
días 14 y 17 de Septiembre de 1961 fuimos llegando hasta completar el número de
131 sacerdotes de las seis diócesis que había entonces en Cuba. En esa época la
persecución contra la Iglesia fue dura de parte del gobierno. Teníamos 700
sacerdotes para atender a seis millones de fieles. Desde los años ’60 las
expulsiones de sacerdotes comenzaron con la excusa de que eran extranjeros. El
plan era limitar el clero a 200 sacerdotes con lo cual, según pensaban ellos,
se debilitaría la Iglesia hasta extinguirse. Nosotros caímos en el último
grupo.
Nos habíamos
propuesto no salir, para acompañar al pueblo al que queríamos servir
espiritualmente. Nos sacaban en las noches sin decirnos a dónde íbamos,
aprovechando que los fieles no podrían despedirnos. Nos preguntábamos en aquel
barco a medida que íbamos llegando ¿Qué habíamos hecho para merecer el
destierro si éramos tan cubanos como los que nos expatriaban? No pudimos llevar
el pasaporte, los que lo teníamos, ni ningún objeto. Sólo contábamos con la
ropa que llevábamos puesta.
Cuando
entramos en el barco descubrimos que había otros sacerdotes de distintos
lugares de la Isla que hablan llegado primero. No sabían por qué les habían
llevado allí ni a dónde irían. También yo me hice la misma pregunta.
Las horas pasaban
hasta el día 17 preguntándonos si nos permitirían quedarnos o partiríamos al
exilio. Al mediodía vimos a través de las ventanas a dos sacerdotes con sotana
que los milicianos armados traían. Lo hacían como si fueran delincuentes. Al
llegar los reconocimos: era el Padre Obispo Mons. Eduardo Boza Masvidal
acompañado del padre Agnelio Blanco, su fiel compañero. La sirena del barco
sonó avisando la salida y rápidamente, todos en sotana y con muchos de los
pasajeros, subimos a cubierta desde donde veíamos a los que se acercaban al
muro del malecón a despedirnos.[2]
Mojas
expulsadas de Cuba llegan a
Miami el día 18 de mayo de 1961
|
Este
es uno de tantos testimonios, allí no hubo una salida rápida, escape o fuga
para dejar abandonada e indefensa a la Iglesia; fue un acto de expulsión masiva
de sacerdotes y religiosos. Este no fue el único evento y no fueron los católicos los únicos que
fueron expulsados de Cuba.
Aquí
donde resido en los EEUU he podido hablar con un pastor bautista retirado que sirvió
en Cuba en los 50’s, este me refirió que
en ese barco fueron llevadas a toda prisa por los milicianos dos misioneras
norteamericanas que servían en un localidad próxima a La Habana. El asunto se complicó
porque las misioneras se negaron a subir al barco hasta que se definiera la
suerte de una adolecente cubana que ellas habían adoptado, las autoridades
accedieron a que la joven se fuera con ellas y lograron abordar el barco.
Tal
vez el entusiasmo que ha provocado en tantas gentes esto de la normalización de
relaciones y la participación del Vaticano en las negociaciones, permite que el
Cardenal Capovilla interprete aquellas expulsiones
como un abandono a la Iglesia y a los fieles que quedaban en completo desamparo
espiritual.
Hay
información, muchas más informaciones sobre estas expulsiones…., veamos.
Antes
de la salida del barco Covadonga que
cubría la ruta entre México -España y hacia un alto en el puerto de La
Habana; el Barco español , Marqués de
Comillas salía del puerto de La Habana en mayo de 1961 con 137 sacerdotes y
religiosos(as) con destino al puerto de La Coruña.[3]
Los
gobierno de los EEUU y Canadá gestionaron vuelos para que salieran de Cuba
religiosos de distintas denominaciones, en tanto que un grupo de más de 20
religiosos(as) puertorriqueños salían hacia los Estados Unidos. Una bien documentada
información sobre estas expulsiones pueden encontrase en el libro: ¿Quo vadis,
Cuba? Religión y Revolución del investigador
Abel R. Castro Figueroa que puede leerse en línea.
Los
religiosos en Cuba vieron cercenados sus deseos de continuar en la isla
sirviendo; la hostilidad del régimen comunista recién estrenado ya había dado
muestras de que allí solo ellos decidían la orientación ideológica de la
población. Cerradas y confiscadas las escuelas religiosas, los profesores ya no
tenían nada que hacer en Cuba. Pero una buena parte de esos religiosos de
distintas denominaciones pero en número tal católicos, hubieran permanecido en
Cuba sirviendo como venían haciendo y proveyendo del cuidado espiritual que llevaban
a sus fieles. Los más fueron expulsados, no hubo una escapada, ni dejaron
abandonado a sus feligreses. Ahora tal vez se trate de minimizar esos hechos
pero ahí están presentes en la historia para juico de los represores que aun
hoy detentan el poder y solo buscan comprar
tiempo…, apoyados eso si en una parte de la iglesia.
P.S:
Una relación, la única, de los sacerdotes y religiosos que fueron expulsados de
Cuba en 1961 aparece
en línea, en ella la lista es de 131 que corresponden
posiblemente a los que embarcaron en el vapor, Covadonga. No hay otras
relaciones disponibles, al menos en línea; menos aun de los pastores,
misioneros(as) y religiosos de las denominaciones protestantes que estaban en
Cuba cuando triunfa la mal llamada revolución.[4]
26.02.2015©
[1] Así cayó el Muro del Caribe (en
línea). El País, 20 dic 2014, Consultado 26/2/2015. Disponible en:
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/19/actualidad/1419028417_881255.html
[2]
1961- Fueron expulsados de Cuba por el régimen comunista 131 sacerdotes
en el barco Covadonga (en línea) .Diario Las Américas Sábado 15 – Domingo 16 de
Mayo de 2010. Consultado 26/2/2015. Disponible en:
https://cjaronu.wordpress.com/2014/09/17/1961-fueron-expulsados-de-cuba-por-el-regimen-comunista-131-sacerdotes-en-el-barco-covadonga/
[3] María Teresa Villaverde
Trujillo. Recordando la llegada de los religiosos cubanos expulsados a España
en el 1961(en línea) .Consultado el 26/2/2015. Disponible en:
http://religionrevolucion.blogspot.com/2013/06/recordando-la-llegada-de-los-religiosos.html
[4] Relación de sacerdotes y
religiosos que fueron expulsados de Cuba en 1961(en línea). Revista Vitral No.
54 * año IX* marzo-abril 2003. Consultada el 26/2/1915. Disponible en:
http://www.vitral.org/vitral/vitral54/ecles3.htm