Durante todos estos años la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos y las instituciones estatales que corresponden, han mantenido una sistemática, permanente y positiva comunicación con todas las instituciones y manifestaciones religiosas y asociaciones fraternales.
Participamos en despachos, encuentros, asistimos a las diferentes celebraciones a las que somos invitados, intercambiamos con los líderes para lograr incrementar las favorables relaciones que existen.
Desarrollamos con todas un vínculo que nos permite reflexionar sobre asuntos de interés de carácter nacional o internacional, evaluar cómo pueden insertarse crecientemente en nuestra realidad y resolver los problemas cotidianos para realizar sus actividades, que son los mismos que afectan al pueblo, resultado fundamentalmente del injusto bloqueo genocida impuesto desde Estados Unidos por casi 50 años y las medidas cada vez más restrictivas de esa hostil política del gobierno norteamericano.
Dar a conocer la realidad cubana a las organizaciones e instituciones religiosas no solamente del país, sino también extranjeras, son tareas de estos tiempos.
La política del partido en sus relaciones con los creyentes y sus instituciones no tiene como propósito la eliminación de las creencias religiosas, lo que no es objetivamente factible como ha demostrado la historia repetidamente y es contrario a los principios de igualdad y libertad que sustenta nuestra Revolución.
Esta política que se lleva a cabo en la nación tiene como objetivo primario ampliar y fortalecerla unidad de todo nuestro pueblo y lograr la participación de todos sin discriminación alguna.
Sus aspectos fundamentales son el arma principal que ha quitado espacio a los enemigos, ha ganado para las tareas de la construcción de la sociedad que desarrollamos a muchas personas honestas y valiosas. Ha impedido que el enemigo manipule el sentimiento religioso, así como a las diversas manifestaciones e instituciones en que se agrupan los creyentes y los miembros delas asociaciones fraternales.
El imperialismo no renuncia a la manipulación de la fe contra la Revolución. No puede desconocérsela utilización de algunas prácticas, que poco tienen que ver con los propios conceptos religiosos, dirigidas a captar adeptos efímeros o interesados en obtener ventajas materiales o políticas de ocasión.
Nuestra política tiene como objeto establecer y ampliar relaciones de mutuo respeto entre el Estado cubano y el medio religioso, entre creyentes o no, impedir las acciones contrarrevolucionarias descaracterizar a los elementos que promueven no solo estas, sino también las de orden delictivo común y enfrentar los intentos y acciones del enemigo dirigidos a implementar los propósitos subversivos del plan Bush contra nuestro país tanto en general como contra los religiosos cubanos en particular.
En este bochornoso programa en que el gobierno norteamericano intenta dictar acciones para una transición política y gubernamental en nuestro país, las instituciones religiosas tampoco escapan de la desidia de nuestros enemigos y tratan de imponer en su contenido tareas para ser cumplidas por estas organizaciones religiosas y fraternales en Cuba, como si fueran sus súbditos, como si las iglesias y demás instituciones de este carácter no se debieran a su pueblo, a servirlo, a respetarlo.
Se promueven relaciones constructivas entre las diferentes denominaciones y manifestaciones religiosas y fraternales o de hermandad.
No se exacerban las diferencias, se construye sobre las coincidencias. La Revolución no está reñida con los sentimientos religiosos, sino con la utilización manipulación política en contra de los intereses de la sociedad. “Las prácticas y creencias religiosas no están reñidas con la Revolución siempre que correspondan a la profesión honesta de cualquier fe religiosa, cuyos principios, no solo formalmente sostenidos, sino consecuentemente observados, en el comportamiento personal y social, promuevan el amor al prójimo, el desinterés, la protección al más débil o desvalido, la unidad de la familia, la justicia social, las virtudes morales y ciudadanas, el amor y el sacrificio por la patria.
Los que no actúen así, niegan no solo a su pueblo, sino a su fe”
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* Jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Cursó estudios superiores en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Leningrado en la antigua URSS. Fue profesora en la Facultad de Filosofía e Historia hasta 1984. Fue miembro del Comité Nacional de la UJC, entre 1980 y 1991, y del Buró Nacional desde 1985 a 1991. Participó como delegada en el IV y V Congresos del Partido y resultó electa miembro del Comité Central. Desde 1993 dirige la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos. Es Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular desde 1998 y fue miembro del Consejo de Estado en su V Legislatura. Municipio: Sandino.
1 comentario:
me pregunto ? cuando permitiran en Cuba CONSTRUIR Iglesias?. Hasta donde y se el gobierno no da permisos para la construccion de templos. Esto es un derecho que tienen los religiosos y que en Cuba se les niegan, es un derecho humano.Los religiosos tienen el derecho de tener lugares de culto adecuados para sus practicas religiosas, en Cuba se pide a la oficina de asuntos religiosos la reparacion de un templo y la autorizacion llega en años, mientras tanto los religiosos tienen que sufrir por la espera.
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