Por Marina Méndez.
Tras los ataques de activistas LGBT a un grupo de
jóvenes y adolescentes evangélicos congregados este Domingo de Pentecostés en
La Piragua, cerca del Malecón habanero, medios de comunicación como “Tremenda
Nota” o “Cibercuba” han publicado informaciones que tuercen lo ocurrido.
Cibercuba publicó un titular, "Cristianos y LGBT
se enfrentan en La Habana", que equipara a los agredidos con los
agresores, a los victimarios con las víctimas. Esto, en lo que la academia de
periodismo enseña, es antiético.
La actitud de varios lectores -creyentes o no- ha sido
comentar indignada o burlonamente la nota de Cibercuba, otros han optado por
eliminar el “like” a la página.
Un post que circula en grupos de WhatsApp y Telegram y
al que tuvo acceso esta página expresa: "Los medios que traten como basura
a cierto grupo de ciudadanos por su fe o que no tengan la decencia de apegarse
a los hechos no deberían tener nuestros likes".
El mensaje, que incluye la etiqueta
#CibercubaAmaALosVictimarios, recuerda que equiparar a los victimarios con las
víctimas, es "repudiado” por la ética periodística básica. Por este
motivo, retiro mi suscripción del medio, esperando a que haga un periodismo
comprometido con la realidad y que cumpla estándares éticos mínimos".
UN ABRAZO SILENCIADO POR LOS MEDIOS
Sin embargo, nuevas evidencias sobre lo que realmente
ocurrió empañan las versiones de medios independientes.
La usuaria María Fernanda Piñeiro Ortiz, testificó en
un post de Facebook que los jóvenes y adolescentes reunidos en La Piragua estaban
"orando por la nación cubana y adorando al Señor (...). Nunca hubo ofensas
[desde los creyentes]".
"Nosotros no vamos a los eventos que realiza la
comunidad LGBT o intervenimos en ellos (...). Ustedes exigen respeto, pero no
respetan la opinión de otros", dijo la
joven y añadió “una imagen donde se ve claramente a cristianos abrazar a
varios activistas LGBT, entre ellos a Maykel González Vivero”.
La imagen de los atacantes siendo abrazados también
fue compartida por VIVOS, página oficial del grupo que reúne a jóvenes y
adolescentes para orar y cantar alabanzas los domingos: "¿Que los
cristianos se enfrentaron a activistas de la comunidad LGBTI+? ¿Qué somos
homofóbicos? Creo que a las personas encargadas de difundir dichas acusaciones
se les pasó esta foto o simplemente no les convenía mostrarla”.
El mensaje de VIVOS resaltó que lo que se ve en la
foto es a "jóvenes cristianos haciendo lo que de pequeños hemos
escuchado y de más grandes hemos podido escudriñar en las Escrituras",
es decir "un grupo de jóvenes haciendo lo que demanda nuestro Dios:
amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos".
El post culminó expresando que ese abrazo "da
la medida de lo que hemos aprendido de nuestro MAESTRO por excelencia, JESUS:
que amemos al PECADOR y aborrezcamos al PECADO".
De otro lado, otra imagen de Vivero tomada por el
equipo de Tremenda Nota, presuntamente del inicio de la provocación, le
mostraba gritando, alterado.
La página pro-Derechos
Humanos “Libertad y Conciencia” posteó un mensaje de "profundo respeto
por los jóvenes que resistieron con palabras de amor y sin ceder a las
provocaciones" de activistas LGTB el Domingo de Pentecostés.
Durante la transmisión en vivo de Padilla es posible
escuchar a los creyentes decir que no odian a los homosexuales y aproximarse a
ellos con palabras conciliadoras. Activistas LGBT presentes subrayaron que iban
pasando cerca de la concentración de cristianos, cuando oyeron un "comentario
homófobo".
La editora de la revista Maranatha, Iris Macías
Oropesa, preguntó en varias ocasiones a Padilla sobre cuál fue el comentario de
marras, pero solo recibió evasivas.
Usuarios han expresado su sospecha de que el equipo de
Tremenda Nota, la más conocida revista socialista sobre temática gay en la
isla, estuvieran presentes y tomaran una amplia foto galería del suceso.
"Parecía premeditada esta provocación", dijo el usuario Martín
Romero, que se identificó como ateo.
El artista visual y poeta Luis Luísovich también
comentó en ese sentido que los "militantes ideológicos LGBT fueron a
darle un mitin de repudio a jóvenes religiosos que estaban reunidos
pacíficamente" para "frívolamente, crear contenido".
FUNDAMENTALISMO LGBT
"Los fundamentalistas de aquel espectáculo en
vivo fueron los integrantes ideológicos del colectivo LGBT, y no la totalidad
que asumen que representar", expresó
Luísovich, conocido por su trabajo en la cartelística y el diseño.
En su análisis, el artista señalaba a Maykel González
Vivero, como alguien que "asume que representa al colectivo gay,
mientras lucra objetivamente mediante el marketing emocional. El colectivo LGBT
es un nicho de mercado, y Vivero se gana la vida escribiendo para un público
cautivo".
Vivero dirige la web Tremenda Nota, apoyada, según sus
palabras, por la cooperación de países europeos. En un momento de máxima crisis
por la inflación, la tenencia de euros hace más lucrativo su negocio "informativo".
"Él [Vivero] vende emociones a un
colectivo/mercado, y no hay mejor forma de vender una emoción que generar un
antagonista, y qué mejor morbo que invadir el espacio del otro (los cristianos
en este caso) para generar un choque, una Breaking News", continuó Luisovich.
Siguiendo el amarillismo de Hearst VERIFICAR NOMBRE,
magnate de la prensa estadounidense a finales del siglo XIX, Vivero parece
provocar la noticia para después cubrirla, y así alimentar una maquinaria de
propaganda que le permita ganancias económicas. Lo terrible es que en la medida
que gana dinero, pierde credibilidad su mensaje y su persona.
"A los agresores, el tiro les salió por la
culata: aquellos a los que intentaron hacer pasar como fundamentalistas, no
sucumbieron a la provocación", escribió Luisovich. "Una
característica de los fundamentalistas es invadir el espacio de los demás,
gritar para imponerse ideológicamente".
Y concluyó: "Los fundamentalistas que atacaron
s los cristianos en La Piragua no asumieron al colectivo LGBT en su verdadera
diversidad. Hay en ese grupo quienes se resisten a ideologías que no son
orgánicas más allá del interés de quienes se auto titulan portavoces, pulsando
resortes emocionales. Los que el domingo gritaron lo hicieron con tan mal
discurso, que hasta asumieron a viva voz que Cuba es un país de derechos. Vengan
acá... ¿¡en qué país viven ustedes!?"
Nota: Articulo recibido por correo electrónico desde
Cuba. Datos de la autora no aparecen.
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