"Cuba es un estado de terror": protestantes continúan alzando su voz.
Por: Yoe
Suárez.
Casi una
semana después de publicada la declaración de siete pastores por la liberación
de los detenidos y presos políticos cubanos, siguen sumándose voces contra el
estado de cosas en la isla.
Carlos
López Valdés, pastor de la Liga Evangélica de Cuba en la ciudad de Puerto
Padre, denunció recientemente la falta de libertades y las carencias en el
país.
"Se
escucha el clamor de una nación —escribió en su perfil de Facebook—, se escucha
la súplica de madres sin leche para sus niños, de hombres que se sienten sin
dignidad porque tiene que mentir, tienen que robar, tienen que fingir para
seguir manteniendo a su familia, se escucha el lamento de madres que temen
porque sus hijos se están lanzando al mar o están emigrando riesgosamente, se
escucha el grito de espanto de aquellas que no quieren ver a sus hijos
arrastrados a golpes e ir presos solo por pensar diferente".
El líder
religioso, perteneciente a una de las cinco denominaciones protestantes más
extendidas en la isla, señaló que la isla es un país donde "crece el
odio en vez del amor, donde crece el descontento en vez de la felicidad, donde
cada día se huele más cerca la cárcel y la muerte, Cuba es hoy un Estado de
terror".
Este
viernes 21 de mayo siete pastores cubanos hicieron pública una carta en la que
demandaban al régimen la liberación de los presos y detenidos por motivos
políticos, más de 140 según la organización Prisoners Defenders.
LA IGLESIA
ES TRATADA COMO UN PRISIONERO
"La
iglesia en Cuba es discriminada, oprimida, coaccionada, dejada a un lado como
si careciera de virtudes y decoro, se ha perseguido a sus pastores, se les ha
encarcelado, se les ha prohibido reunirse, se han demolido templos, se han
quemado Biblias, se han confiscado propiedades que hasta hoy no se
devuelven", reseñó el pastor tunero, de 50 años.
Añadió que
la institución ha sido calumniada en la televisión estatal, se le ha negado el
derecho a réplica, "tal como a un prisionero que se le impone una
mordaza", y recordó que tampoco se tiene en cuenta su opinión en materia
legal aun cuando esas disposiciones van "contra el consenso mayoritario
del pueblo".
López
Valdés puntualizó cómo el régimen "ha prohibido a sus representantes
viajar al exterior arbitrariamente para asistir a eventos internacionales, se
nos impide dar directamente ayuda material al pueblo aun en los peores momentos
de crisis, no podemos tener imprenta, ni espacio radiofónico para tan siquiera
orar por el pueblo cuando las Iglesias están cerradas por la pandemia".
"No
tenemos derecho a tener derechos", sintetizó. "Lo que la Iglesia
puede hacer y hace hoy no ha sido un regalo ni una prebenda del gobierno, ha
sido una conquista en medio del dolor y la enajenación".
Actualmente
están inscritas en el Registro de Asociaciones unas 55 denominaciones
protestantes, que sufren trabas y obstáculos para el otorgamiento de visas
religiosas, importación de ayudas o edificación de nuevos templos.
El pastor
afirmó que la iglesia en Cuba es la única fuerza capaz de unirse en tiempos difíciles,
y remarcó su intención de elevar "reclamos de justicia, paz y
prosperidad", pues "miles de cubanos cristianos hemos sufrido junto a
este pueblo, somos parte del pueblo oprimido y vejado todos los días por la
incompetencia y la maldad de hombres que están sobre la ley y viven como
ricos".
López
Valdés insistió en que, a lo largo de la historia, la Iglesia ha permanecido "y
permanecerá", porque "la verdadera iglesia solo dobla sus
rodillas ante Jesucristo".
"Si
quiero ver a mi Cuba amando a Dios, tendré que levantarme contra las obras del
diablo, las obras de impiedad, tendré que denunciar y oponerme a cada
injusticia, a cada abuso, a cada arbitrariedad y no permanecer callado",
finalizó.
SAL Y LUZ
En
declaraciones para La Hora de Cuba, el reverendo bautista Mario Félix Lleonart
cree que "la élite que desgobierna la isla no es para nada el caso de
un buen gobierno que merece que se ore por él, a no ser que se ore y actúe
fervientemente al mismo tiempo para su caída".
En su
opinión la Iglesia está llamada a "hacer valer, con la fuerza de la sal
y de la luz, con la autoridad que Dios le ha conferido, los valores de un Reino
que sufre violencia, pero que solo los violentos arrebatan. El problema
espiritual de Cuba como la raíz de todos los males requiere de respuestas
espirituales, pero si la iglesia se hace a un lado y calla, o sea, que deja de
ser sal y luz, que deja de ser iglesia, entonces no sirve más para nada, sino
para ser echada fuera y hollada por los hombres".
"Es
inadmisible en las actuales circunstancias que la iglesia permanezca en
silencio o peor, recluida, ni siquiera en los templos, sino cada cual, en las
casas, acatando las prohibiciones de reunirse —dijo el director del
Instituto Patmos. Ni siquiera la iglesia en Roma, ni bajo la persecución de
Nerón, ni de la de Domiciano, dejó de reunirse, y fue así como surgieron las
famosas catacumbas".
Tomada del perfil en Facebook
de Carlos López Valdés
Fuente: La Hora
de Cuba.
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