Repaso
a las treinta preguntas sobre Libertad Religiosa en Cuba:
5. ¿Por qué no ha rendido cuentas por la ola
represiva que tuvo lugar durante la visita del papa Benedicto XVI durante la
cual centenares de personas fueron detenidas arbitrariamente o amenazadas, y de
la cual aún permanecen en prisión y amenazados a severas penas Sonia Garro y su
esposo Ramón Alejandro Muñoz?*
Cuando
pienso que de la visita de Benedicto XVI a Cuba han transcurrido ya más de dos
años me lleno tanto de asombro como de indignación. Pero que el tiempo ha
pasado inexorablemente nadie puede negarlo. Han sucedido tantas cosas. Tan solo
en lo relacionado al ámbito eclesiástico del Vaticano, además de la reciente
histórica canonización de Juan XXIII y de Juan Pablo II, tuvo lugar hasta un
cambio de Papa, también histórico. Ante los ojos asombrados del mundo el
Benedicto XVI que estuvo en Cuba dejó de serlo para volver a ser simplemente
Joseph Razinger, dedicado, comprensiblemente, solo a la oración, ceniza y
penitencia, dejando su lugar en el papado a Mario Bergoglio, convertido en
Francisco I.
Tengo
la fe que entre los rezos y avemarías de Razinger ocupe intensos momentos un
matrimonio negro que, como secuela de su visita a Cuba, permanece confinado
desde entonces en cárceles cubanas, sin que siquiera haya mediado un juicio,
justo ni injusto. Siendo como fui víctima también de aquella ola represiva,
donde centenares de personas incluidas en la lista negra del sistema, mi esposa
y yo estuvimos detenidos domiciliariamente en un edificio rodeado por fuerzas
de la Seguridad del Estado de la ciudad de Alamar donde vivía un colega pastor a
quien visitábamos, me parece increíble que esta otra pareja permanezca tras las
rejas desde entonces. ¿Será entre otras razones por no tener blanca la piel
como nosotros? La realidad es que aunque el tiempo y el Papa hayan pasado,
Sonia Garro y Ramón Alejandro Muñoz siguen recluidos, y sus victimarios gozan
de la mayor impunidad del mundo; salvándose incluso de escándalos tan
mayúsculos como del descubrimiento en el canal de Panamá de una carga ilegal de
armas escondidas bajo azúcar en buque de bandera norcoreana; y dándose el lujo
de celebrar, presidiendo y todo, hasta una Cumbre del CELAC, donde otra ola
represiva, también en absoluta impunidad, volvió a tener lugar.
En
septiembre de 2013, y pareciéndonos ya entonces demasiado tiempo, mi esposa y
yo viajamos desde Cuba a Washington invitados por Solidaridad Cristiana Mundial
(CSW), enarbolando treinta preguntas de entre un cumulo de muchas otras que
también habríamos podido agregar, y en las que la represión durante la visita
de Benedicto XVI a Cuba y el confinamiento del matrimonio negro, ocuparon el
quinto cuestionamiento. Más de medio año ha pasado desde entonces y
lamentablemente la vigencia de nuestras treinta preguntas, incluyendo esta
quinta, más que mantenerse intacta, aumenta su valor, dado el añejamiento del
tiempo. La única señal emitida desde entonces por los carceleros fue un falso
amago de juicio casi a fines del 2013 luego de lo cual otros asuntos, sin lugar
a dudas trascendentes también, como el paradigmático caso de Alan Gross, objeto
de nuestra pregunta trece, ocupan casi toda la atención.
Pero
afortunadamente Sonia y Ramón Alejandro no se encuentran en el triste saco de
los casos anónimos (¿cuántos habrá?) con los que el régimen se ensaña y muestra
sin mascaras su verdadera naturaleza retorcida. Una campaña internacional crece
en la misma proporción de la impunidad de los victimarios y terminará por
liberar al matrimonio. No en balde en esta misma hora es probable que en el
silencio místico de su reservado cuarto hasta un ex papa rece por ellos; a
pesar del silencio de un Vaticano cuyo trono tal vez por ello mismo abandonara,
entre otras sonadas razones.
*Enviado
a la Comisión de Justicia y Paz del Vaticano: pcjustpax@justpeace.va y
publicado en el Blog www.cubanoconfesante.com
**Pastor
bautista, lidera las Iglesias Bautistas de Taguayabón y Rosalía en Cuba.
Miembro de la Convención Bautista de Cuba Occ. Dirige el Proyecto Patmos. Profesor
del Seminario Bautista en Santa Clara, Cuba. Edita el Blog Cubano Confesante.
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