Líderes evangélicos y dirigentes del gobierno de Cuba apostaron a la unidad como fórmula infalible para preservar la revolución y la identidad nacional frente a la perenne hostilidad de Estados Unidos, durante un acto celebrado en el Memorial José Martí de la capital de la Isla, en ocasión del aniversario 65 de la fundación del Movimiento Ecuménico del país.
El miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) Esteban Lazo destacó los vínculos históricos de los cristianos con la revolución en episodios memorables.
A propósito del aniversario 65 de la fundación de dicho movimiento, Lazo mencionó la campaña de alfabetización, la lucha clandestina, la evacuación de heridos durante la invasión mercenaria de Bahía de Cochinos, o la fundación de organizaciones de masas.
Por su parte, el reverendo Sergio Arce, uno de los líderes históricos del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), homologó las exigencias impuestas por el imperio romano a Jesús de Nazareth con la resistencia de la Revolución en la Isla ante las agresiones de Washington.
Arce se autodefinió libre y, paradójicamente, esclavo, al parafrasear un pasaje de El Quijote e indicar que ganar la plena libertad dentro de la revolución lo hacía sentir "un esclavo de los deberes ciudadanos, que se espera de un revolucionario fidelista".
"Esclavo de las exigencias que Jesús Nazareth nos hace, si es que pretendemos ser parte de su movimiento de mujeres y hombres que se comporten en todo momento como enemigos irreductibles de todo sistema imperial", subrayó.
Al respecto, señaló que en el caso de Jesús, lo fue el Imperio Romano, cuyo representante Pilatos lo condenó a morir crucificado, mientras "en nuestro caso, el imperio estadounidense cuyo máximo representante es el señor (George W.) Bush".
El gobernante estadounidense, denunció Arce, pretende condenarnos como pueblo revolucionario a morir por inanición, enfermedades, falta de recursos tecnológicos y otras presiones.
Pero así como la muerte de Jesús decretada por Pilatos no tuvo el éxito asesino que buscaba, el poder político, militar y económico del señor Bush es insuficiente para destruir nuestra revolución socialista presidida por Fidel (Castro), remarcó.
A su vez, el también ex presidente del CIC reverendo Raúl Suárez destacó que en los últimos 15 años creció más del 60 por ciento la feligresía integrada a la iglesia evangélica del país, señal de la libertad de culto que profesa el proyecto político cubano.
Alertó que cuando un pueblo o una iglesia pierden el sentido de la memoria histórica, "lo han perdido todo", y recordó que la formación ecuménica desde el comienzo de la revolución, en 1959, ayudó a superar el maniqueísmo religioso y la esquizofrenia social.
Tal coyuntura, dijo Suárez, permitió a los creyentes evangélicos reencontrarse con valores del reino de Dios que no entraban en contradicción con el humanismo socialista.
El también director del Centro Memorial Martín Luther King mencionó en ese sentido la justicia social, la igualdad plena de todos los seres humanos, la solidaridad como expresión más significativa del amor al prójimo y vivir la fe en la comunidad.
Aseveró que si los cristianos más veteranos tienen algún mérito, es "haber permanecido aquí, en esta tierra bendita, y poderle servir humildemente a nuestras iglesias y a nuestro pueblo”.
Lazo, entretanto, valoró que quienes se quedaron en Cuba o regresaron a ella, "han entregado de forma abnegada y desinteresada sus esfuerzos al mejoramiento moral, ético, espiritual y material de los cubanos".
La jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos en el PCC (Partido Comunista), Caridad Diego, encomió la disposición de los evangélicos a construir una patria socialista donde están presentes los preceptos religiosos que llaman al amor, a la ética y a la solidaridad humana.
Más adelante Lazo aseguró: "Homenajear a lo mejor del ecumenismo de nuestro país es nuestro modesto aporte para que las nuevas generaciones en Cuba y también en otros lugares del planeta conozcan que ustedes, que han encontrado en la fe religiosa un sentido a la existencia, también son personas comprometidas en la búsqueda de una sociedad más justa”.
"Para muchos no ha existido conflicto entre su amor revolucionario y la práctica de su fe, porque se han sentido ligados al destino de su pueblo, de su Patria y continuaron apegados a sus convicciones cuando sufrían incomprensiones en sus congregaciones, o en sus centros de estudios o trabajo, pero se mantuvieron confiados siempre en que el pueblo y su Revolución los reconocerían como cristianos, como creyentes, como revolucionarios", explicó.
El Consejo de Iglesias de Cuba otorgó al Sátrapa Fidel Castro una placa de reconocimiento, "por su labor a la unidad de nuestro pueblo en el aniversario 65 del Consejo de Iglesias de Cuba".En el acto, el Movimiento Ecuménico Cubano, a través de la reverenda Rodhe González Zorrilla, presidenta del Consejo de Iglesias de Cuba, hizo depositario a Esteban Lazo, miembro del Buró Político del Partido, de una placa dedicada a Fidel “ por su contribución, durante años, a mantener la unidad y la fe de nuestro pueblo”.
Por acuerdo del Consejo de Estado se confirió la Distinción por la Cultura Nacional al reverendo Sergio Arce, por su amplia contribución al pensamiento teológico cubano y sus aportes al patrimonio nacional.
También se entregaron reconocimientos firmados por el Dictador Fidel Castro a los reverendos Raúl Suárez Ramos, Pablo Odén Marichal y Sergio Arce, por su promoción del ecumenismo y defensa del derecho del pueblo a la libertad, soberanía y justicia social.
Igualmente, se confirieron diplomas de reconocimiento a los ex presidentes del Consejo de Iglesias, incluido Raúl Fernández Ceballos (post mortem) y a Adolfo Ham, Raúl Suárez, Orestes González, Odén Marichal, Reinerio Arce-Valentín, así como a la actual presidenta, la reverenda Rodhe González.
También participaron en el acto el presidente del Parlamento (Asamblea Popular del Poder Popular), Ricardo Alarcón, el titular de cultura, Abel Prieto, y la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido, Caridad Diego Bello.
El Movimiento Ecuménico Cubano se fundó el 28 de mayo de 1941, al organizarse el Concilio de Iglesias Evangélicas de Cuba, hoy Consejo de Iglesias, en la primera Iglesia Presbiteriana de La Habana, en una gran concentración de representantes de diversas instituciones religiosas.
Fuente: Periódico Granma y Agencia Prensa Latina .27/05/06