El Poder de la Resurrección.
Cinco
notas a pie de página en un programa de la Resurrección.
Crucifixión
y Muerte de Jesús
La
muerte de Jesús nos limpia de todo pecado en y por el arrepentimiento en cada uno de nosotros y el mundo entero. Lo
cura todo, lo comprende todo y lo perdona todo, a pesar de toda ignorancia,
debilidad, infidelidad y traición de nuestra parte. La cruz es el encuentro del
amor de Dios y su justicia también es la redención; La justicia de Dios exigía
juicio y castigo por el pecado. Por causa del sacrificio expiatorio de Jesús en
la cruz, aquellos que ponen su fe y confianza en Él solamente para la salvación
tienen la garantía de la vida eterna (Juan 3:16).
El
Sepulcro
El
sepulcro vacío fue, y aún lo es, la certeza de la resurrección , un misterio trascendente
porque Cristo, quien se hizo hombre y habitó entre nosotros, entra en su
humanidad en la Gloria de Dios .El sepulcro vacío y las vendas en el suelo significan
que el cuerpo de Cristo ha escapado por el poder de Dios de las ataduras de la
muerte y de la corrupción .
Camino
a Emaús
“Nuestro Dios ha llenado de dulzura este
nombre. Y Emaús es el mundo entero, porque el Señor ha abierto los caminos
divinos de la tierra”. En el camino aparece al lado de sus discípulos ,
caminó con ellos ; recobraron la esperanza y le invitaron a que se quedara con
ellos. Lo reconocieron al partir el pan. Ellos los del camino de Emaús se encontraron
con dos cosas , la palabra de Dios y el
momento del encuentro al compartir el pan. Fue suficiente.
Encuentro
con Pedro.
Y
Pedro negó tres veces y su lloro fue amargo, y le quebranto; fueron lágrimas de arrepentimiento. Pero, como
sucedió con Pedro siempre tenemos abierto el camino del encuentro con la mirada
de Cristo. Después de la resurrección fueron propicias las preguntas de Jesús a
Pedro; le ha dado la oportunidad a Pedro de reivindicarse y la responsabilidad
de cuidar de otros. Ahora sabe del amor misericordioso del Señor, lo que queda
es confiar más en Él y cuidar de los demás que le sean confiados.
Tomas
y los discípulos.
La
aparición del Jesús resucitado al apóstol Tomás, viene a cerrar la sucesión de estos
relatos. El mismo que dijo “si no lo veo no lo creo” esta frente al
Cristo resucitado. Tomas no era el único incrédulo. Jesús está para todos, pero
especialmente para los que tienen dificultad de creer. Entonces sus
misericordias son multiplicadas. Tomas fue invitado para que, creyendo, se
hiciera parte de la felicidad de la resurrección.
En estos tiempos serán dichosos los que
crean sin haber visto (Jn. 20,27-29), siendo así hay una misericordiosa invitación
a participar del júbilo de la resurrección , ¡vénganse! a participar en el encuentro
con el Cristo que venció a la muerte. Que,
ahora tiene para nosotros una promesa de vida abundante. Conoceremos de su amor , que excede a todo conocimiento y de
la total plenitud de Dios. (Efesios 3:19)
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