Megan
Whisenhunt una adolescente de 15 años se suicidó en la vías del tren, una de
las tantas vías que cruzan la ciudad de Fort Worth, lugar donde vivo. Los
hechos ocurrieron cerca de mi casa en un vecindario que me es familiar, en un
lugar que conozco. No logro imaginarme la suerte que corrió esta joven, cuando
ese fatídico día caminó con determinación
las dos millas que la separan desde su casa a la intersección de las calles
Columbus y Old Granbury y se sentó en las vías del tren a esperar que este
pasara. Una persona la vio allí y dio aviso, lo que no evito que fuera investida;
quedando en condiciones críticas…, llevada a un hospital nada se pudo hacer.
Señala
una nota que la policía confirmó que está investigando la muerte como un suicidio,
afirmando que no se conocen motivos para que la joven lo cometiera. Horas antes,
tal vez cuando ya había tomado esta decisión la joven adolescente dejó un mensaje en Instragram
acompañada de una foto suya sonriendo en el que decía: “Los amo
a todos, nunca lo olviden”. La muerte de Megan fue comentada a través
de sus fotos en Instagram, la mayoría de estas, incluso aquellas publicadas
horas antes de su muerte, mostraba
a una joven feliz rodeada de sus amigos.
A
pesar de la afirmación, un familiar escribía en una página web
que Megan había librado una larga batalla
contra la depresión y había tenido varios intentos suicidas, para lo cual
estaba recibiendo ayuda…,
Resulta
impresionante ver la imagen en blanco y negro de Megan sonriendo y dejando este
mensaje de amor para con los demás, pidiéndoles que no olvidaran esto; para
momentos después salir a caminar lentamente buscando la tarde, mirando la puesta del sol y esperando paciente el paso
del tren para poner fin a su vida. En un instante se alejó la vida de la morada
de los felices y de los quebrantados, lo temporal se presentó y la fragilidad
cedió a la desgracia. Llegó la muerte cuando nada se podía hacer ante tanto
temor, la vida tierna de Megan terminó acortando la desdicha y poniendo fin a
la tristeza. Sus penas alcanzaron el final que nunca nos proponemos. Es aquí
que recuerdo una lectura de juventud….,
Señor, recibe a
esta muchacha conocida con el nombre de Megan Whisenhunt / tú le conoces / Señor: quienquiera que haya
sido al que ella quería enviar su mensaje de Instagram y no respondió o si lo hizo…., tal vez era
alguien en el cual pensó en ese instante pero que no era usuario de
Instagram…., como haya sido, ¡Señor: contesta tu a su mensaje! [1]
Hay
que haber llegado a la tercera edad como para saber que el transito más difícil
en la vida es el de la adolescencia, esta resulta uno de los desafíos más
difíciles para las familias. Si no, trate de recordar si es que está leyendo
esta nota, lo que significó en su vida ese período de tiempo. Es un momento es
que consideramos que nadie puede entender los sentimientos que nos agobian,
sobre todo los padres y maestros. Momentos muy intensos de soledad, enojos y
sentimientos encontrados, confusión de valores en una personalidad que busca
una identidad que está por venir; no faltan las presiones de los compañeros de
aula o de juegos y la conducta sexual se mueve entre lo extraño, lo frustrante
y lo efímero. Puerta para los excesos, las desviaciones y la intrusión de otros es la adolescencia; hay en ella escases de familiaridad,
de consejos oportunos y de entendimiento para poder comprender cuando las
lágrimas y la angustia sobrevienen.
Hoy
los rasgos conductuales de los adolescentes se pretenden comprender solo con la
ruptura del esquema de familia, las drogas, el sexo o el traído y llevado
asunto del hostigamiento o abuso escolar
más conocido como bullying. Asumimos
que la sociedad ha fallado, que la familia es disfuncional y que el sistema de
educación es precario. Pareciera que no queda nada por hacer. En tan desdichadas
circunstancias los adolescentes tuercen sus vidas o ponen fin a ellas.
Siendo
raro ver que un niño o niña se suicide, el aumento de suicidios entre los
adolescentes es alarmante. No quiero agobiarlos con estadísticas, pero tengan
en cuanta solo esto: cuando vemos un suicido consumado en un adolecente es
porque otros 20 tuvieron un intento fallido. Así de grave es el asunto.
No
quiero entrar en argumentos sobre las razones que condujeron a Megan a caminar
buscando su muerte. Es sobrecogedor y angustioso que pudiera escribir esa breve
nota de despedida para afrontar la muerte unas horas después; para la cual, muy
a pesar de los que otros puedan considerar, es también un acto de resolución.
El
Dios de amor infinito, que muestra su conmiseración para con todos, acogerá el
alma de Megan que aquí fue visitada por angustia lacerante y amarga soledad. Es
aquí cuanto es de oportuna una oración de intersección al Dios clemente que
juzga con bondad a las almas atribuladas y que ve en Megan un ángel que había
desfallecido por la desesperación y la angustia.
Señor,
ten piedad del alma de Megan que llega a tu presencia después de haber acortado
sus días y sin haber vencido el miedo. Dale tu justa protección para que en los
días postreros salga desde lo más profundo de su alma un canto de alabanza a tu
nombre y que este sea escuchado; sin que esto nunca aparezca en un corto
mensaje en Instagram….,
4/9/2014©
1 comentario:
MUY TRISTE LA HISTORIA. ME ENSEÑA QUE LOS PADRES DEBEMOS ESTAR MÁS PENDIENTES DE LO QUE SIENTEN, ¨RUMIAN EN SUS PREOCUPACIONES ¨NUESTROS HIJOS PARA QUE NO NOS SORPRENDAN CON UNA HISTORIA ASÍ.QUE DIOS CONCEDA CONSUELO Y PAZ A SUS SERES QUERIDOS Y HAYA TENIDO COMPASIÓN DE LA NIÑA QUE SE ENTREGÓ A LOS BRAZOS DE LA MUERTE.
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