Señor,
Aquí
estoy, con la certeza de tu Palabra: Tú oyes la oración de los justos, estás
cerca de los quebrantados de corazón y das descanso al cansado y al que está
agobiado.
Sé
que te estás abriendo camino en medio de estas tinieblas. Toda Fuerza y Poder
provienen de Ti, el mismo ayer, hoy y por los siglos. Confío en que enjugarás
mis lágrimas y que las oraciones de tus hijos suben a Ti como olor fragante.
Te
entrego mi país, Cuba, la isla esclava. Vuelve tu rostro sobre ella, Señor, y
haz lo que tengas que hacer.
Aquí
estoy. Espero en Ti.
AMÉN.
Nilda C Estévez
[03 de
octubre de 2025]

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