mayo 30, 2013

El Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) travestida y variopinta organización ecuménica celebrar su evento central en La Habana.

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Realmente su capacidad histriónica es asombrosa, Sr. Modesto. Hace unas semanas, Ud. era un amigo del Islam, y ahora se nos vende como un seguidor de la prédica del teutón Martin Lutero, en su versión latinoamericana.
Al parecer, Ud. sigue las enseñanzas de ese filósofo cubano, Cheo Malanga, cuando digo y cito: "Yo lo mismo soy ñáñigo, masón que comunista".
Bueno, dejemos el choteo y tratemos esto con alguna seriedad. Digo, si es posible.
En esta semana se nos aparece una travestida y variopinta organización ecuménica para celebrar su evento central en este hasta hace muy poco bastión del marxismo y ahora completamente open mind, inclusive en lo que a preferencias sexuales se refiere.
¿Qué cosa es el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI)? Mejor conocido en el mundo protestante como la Red Juvenil Interreligiosa Latinoamericana, está conformada por representantes de las organizaciones juveniles disidentes religiosas, entre los que hay estudiantes católicos, evangélicos, judíos, musulmanes, baha'i, homosexuales e indígenas de América Latina. Nada, tremenda ensalada. ¿No le parece, Sr. Modesto?
Según sus propias palabras, promueve el intercambio, la formación, el diálogo y la cooperación entre diversas juventudes de fe, movilizándolas hacia la "construcción de la paz", la "transformación de los conflictos" y el desarrollo sostenible.
Actualmente agrupa a líderes juveniles de entre otras muchas denominaciones, las Nuevas Generaciones Judías Latinoamericanas, la Unión Mundial de Estudiantes Judíos , la Juventud islámica para América Latina y el Caribe, la Asamblea Mundial de la Juventud Islámica, Juventud Baha'i, Juventud Indígena, y el Movimiento Rainbow (homosexuales)
Ahora, Sr. Modesto vayamos al pollo del arroz con pollo, como llamamos los cubanos al meollo del asunto.
¿Para qué esta reunión de alguien tan desconocido?
De entrada algo huele a podrido en Castrolandia, ya que cuando se preparaba este evento, se contaba con fondos de estas organizaciones en EE.UU, donde sí es posible -teniendo en cuenta la libertad religiosa existente en ese país- que los tuvieran para sufragar el evento.
Estoy convencido de que esto no es más de una maniobra de la Dirección General de Inteligencia para criticar al embargo y de paso buscarle algún dinerito, posiblemente destinado a sufragar los gastos de su hija Mariela en sus periplos internacionales.
Es cosa sabida que cada vez que se menciona dinero americano y Castrolandia, la OFAC para la oreja y exige respuestas. Una de ellas sería sin dudas sobre los si acaso 1,000 miembros que a mucho luchar y mentir pueden mostrarse en Castrolandia.
Pero de todas formas, el evento, gracias a los miembros europeos que aportaron su óbolo munificente, se dio y Ud. cogió su mascadita. Aunque poca, pero algo es algo. Eso, sin contar con la condena de estos "religiosos" al "criminal embargo yanqui".
De cualquier forma, Ud. salió complacido, ya que algún dinerito, alcanzó para el sindicato único, que cobró el alquiler de su teatro (en dólares por supuesto) y la Villa Panamericana que alojó a los extranjeros participantes.
En cuanto a Mariela, para algo es su hija. Y Ud. es el Jefe, ¿no es verdad?
De todas formas, como el vaso de leche sigue sin aparecer y la libreta de racionamiento sigue firme tras 53 años de vida artística, me despido de Ud., hasta la semana que viene, como siempre, enemigamente suyo.

*Auditor y periodista independiente. Reside en Lawton, Ciudad de La Habana, Cuba.

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