septiembre 05, 2024

El artista Gao Zhen, detenido en China por "infringir la reputación de los héroes y mártires revolucionarios". En solidaridad con el artista incluimos esta información.

 

La policía china detuvo al artista chino Gao Zhen, residente en Nueva York, quien podría acabar imputado por las esculturas satíricas que realizó hace varios años sobre el difunto líder comunista Mao Zedong, informó su hermano a través de Facebook.

Gao Zhen, que había abandonado China hace dos años para irse a vivir a Nueva York de forma permanente, se encontraba en China visitando a su familia a finales de agosto cuando la policía lo detuvo en su estudio de la provincia de Hebei (norte), según el testimonio de su hermano.

Según la publicación, los agentes confiscaron también varias obras de arte, además de libros y discos duros.

Gao Zhen se encuentra actualmente detenido en el Centro de Detención de Sanhe de Hebei bajo sospecha de "infringir la reputación de los héroes y mártires revolucionarios". Tenía previsto volver a Estados Unidos este mismo martes 3 de septiembre.

En 2018, China aprobó una ley que penaliza los "insultos" a los "héroes y mártires revolucionarios" del Partido Comunista chino, con penas de hasta tres años de prisión.

Gao, de 68 años, recibió loas de la crítica internacional con obras como 'La culpa de Mao', una estatua de bronce del antiguo mandatario chino arrodillado en señal de remordimiento, o La ejecución de Cristo, quizá la más conocida, con Jesús enfrentándose a un pelotón de fusilamiento liderado por el líder comunista.



“Vemos a siete hombres armados, todos ellos reconocibles como Mao de mayor edad. Uno de los Mao está de pie detrás de seis de ellos en un semicírculo, con sus rifles apuntando a un hombre delgado que iconográficamente es reconocible como Cristo. Está vestido solo con un taparrabos y sus manos están parcialmente levantadas en un gesto de recepción. ¿O de sumisión?

Los ojos de Cristo están cerrados, pero no apretados con miedo a la espera de la descarga de fuego o para no tener que ver al pelotón de fusilamiento. Su rostro con los ojos cerrados está relajado, irradia paz, como si estuviera rezando. Su cabeza está ligeramente inclinada hacia el frente, dirigida hacia el pelotón de fusilamiento. No hay postura defensiva, ni negación, ni huida. No hay un acto dramático de desesperación como en la escena de la ejecución de Goya, sino, por el contrario, una espera tranquila e introvertida.

Vemos las manos heridas de Cristo. ¿Hay una bala en la herida? ¿Proviene del Mao que está detrás y ya ha disparado? Y si es así, ¿qué produjo esa bala en Cristo?

Ninguna postura defensiva, ninguna maldición, ningún dolor, ningún miedo, sino sumisión.

Todo este cuerpo vulnerable está preparado para soportar lo que está por venir. Esta obra me habla de no violencia, de indefensión, de poner la otra mejilla. De bendecir a quienes me maldicen y hacer el bien a quienes me odian. Y de la conexión silenciosa con el Padre, que da la fuerza para soportar”.[1]

 



[1]  Wilma Wagenaar. La ejecución de Cristo por Gao Zhen. Meditación visual ArtWay 25 de agosto de 2019 en: https://artway.eu/content.php?id=2678&lang=en&action=show