Como parte de la polémica suscitada por la publicación
del artículo: “Lejos del pasado oscuro, evangélicos crecen en Cuba”; publicamos
en este Blog la opinión del pastor Luis Yoel Balbuena que nos envía por correo electrónico
desde Guáimaro, Cuba.
Algo más que insólito…
El artículo con el título: “Lejos del pasado oscuro,
evangélicos crecen en Cuba” de la periodista de AP, Andrea Rodríguez, no asume,
ni reconoce la más mínima realidad de los evangélicos en Cuba; ni de los
Bautistas, ni de los demás concilios “legalizados” y mucho menos de las Iglesia
emergente en el periodo Castrista y que no cuentan con ningún tipo de
legalidad, ni representatividad en las Oficinas de Asuntos Religiosos; al
contrario lo considero un artículo preparado de antemano y que hace mención de
pastores y sus criterios solo para hacer notar que se buscó la opinión general
de los evangélicos en Cuba.
Aunque el pasado es oscuro, el presente es gris con
pespuntes negros, en materia de libertad religiosa en Cuba:
Ya no es un país donde la religión se consideraba
enemiga de una nueva sociedad, ahora los creyentes verdaderos son considerados
contrarrevolucionarios. Y si una iglesia tiene acceso a trabajar unida con
instituciones estatales créame que andan más oscuros que el pasado “oscuro” (y valga la redundancia).
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Luis Yoel Balbuena |
Ya no mandan a los pastores a campos de concentración
o de trabajo forzado (UMAP), ahora son cartas de advertencia por la policía,
derrumbe de sus templos, decomiso indiscriminado, prisión por un delito
inventado, etc., etc.
Ya los pastores que no aceptan la manipulación y
desafían las amenazas del sistema comunista, no solo son considerados
mercenarios, sino agentes de la CIA, pagados por el imperio y no son
considerados religiosos sino opositores y disidentes.
Es insólito, que este periódico americano, quiera a la
fuerza demostrarle al Presidente Donald Trump que el problema de la falta de
libertad religiosa en Cuba está resuelto. Teniendo en cuenta que ese es un
asunto medular para desarrollar una nueva política hacia Cuba.
El artículo dice muchas verdades, pero las minimiza,
las refuta inmediatamente para quitarle relevancia; y solo usó de los
entrevistados, las frases más ajustadas a su interés preconcebido de una nueva
y favorable situación religiosa en la Isla.
Gracias a Dios por las organizaciones internacionales,
entre ellas a Christian Solidarity Worlwide, con sede en Londres, que es una
con que los cubanos podemos contar para hacerle saber al mundo la realidad que
vive el pueblo de Dios en Cuba.
Insólito también que hombres de Dios desaprovecharon
la oportunidad de hablar con valor y dignidad y en su lugar usaron frases ya
gastadas denotando sus temores y su obsesión de patriotismo. Si los templos son
derribados por violar la ley pues no hay nada que denunciar, si vas preso por
violar la ley y lo admites, no hay nada que denunciar, y si las iglesias siguen
funcionando sin problemas, menos hay que denunciar. No sé cómo cayeron en esa
trampa mis colegas apostólicos.
Pero es insólito que acto seguido de dar a conocer dos
templos derribados, un pastor bajo prisión domiciliaria, la periodista asegura
que: “Atrás quedaron los tiempos de represión…”
Insólito es decir: "En Cuba sí hay libertad religiosa", "Lo que no quiere decir que no haya casos muy particulares",
como dijo Ortega Dopico, el presidente del CIC. Ese es un reconocimiento
descarado que admite las violaciones a la libertad religiosa pero las pone como
una excepción justificada de represión; claro está, sus iglesias del Consejo no
sufren ningún tipo de represión y hasta tienen representantes en la Asamblea
Nacional y hasta comparten los mismos ideales marxistas del gobierno.
En Cuba legalmente hay libertad de culto, la
constitución lo reconoce, pero el gobierno la “desconoce” e irrespeta como su carta magna. Al igual que Venezuela
tiene una Asamblea Nacional, elegida por
la mayoría del pueblo, pero que el gobierno la ha inhabilitado.
Una Ley de Culto en Cuba elaborada bajo la dictadura
sería un yugo muy difícil de llevar para la Iglesia que quiere ser libre. Sin
Ley de culto el gobierno usa el látigo, cuando hagan la Ley de Culto, estarán
poniendo grilletes a la Iglesia.
Lo que las autoridades cubanas han entendido es que
tienen que tener una iglesia manipulada y sumisa a su voluntad que sirva para
dar una imagen de libertad religiosa ante el mundo. Lamentablemente lo han
logrado; pero no solo eso, han logrado que periodistas y agencias extranjeras
sean amplificadores de sus ideales y de esa falsa realidad ante el mundo. Y que
la prensa americana se haya prestado para servir a los intereses castristas,
pretendiendo desmentir la actual persecución religiosa en Cuba y la ausencia de
libertad de Culto, de reunión o manifestación religiosa ¡eso es más que es
insólito!
Bendiciones