Hace unos días apareció en la red un artículo con el título
de: Lejos del pasado oscuro, evangélicos crecen en Cuba de la periodista de AP,
Andrea Rodríguez. Es interesante que este artículo asuma la realidad de los evangélicos
en Cuba a partir de la historia de la Iglesia
Bautista W. Carey en el Vedado, La Habana. Esta iglesia encierra capítulos sugestivos
y confusos, para decirlo de alguna forma, de la historia de los bautistas en Cuba.
En realidad esta iglesia no fue “un
edificio desierto que no llegaba más que un puñado de creyentes”. Si había una iglesia
donde la asistencia era significativa, es y lo fue esta. En ese edificio desierto vivían muchas familias
relacionadas con la obra bautista y algunas con la iglesia. Funcionaba en ese
edificio, hasta su desaparición en el año 1972, las organizaciones: Unión
Bautista de Estudiantes Universitarios (UBEU) y la Unión Bautista de Estudiantes
Secundarios (UBESE); muchos de los estudiantes
se sumaban a los servicios de la Iglesia. El resto de la historia, la de esta
iglesia como institución y las organizaciones estudiantiles bautistas que abrigaba,
está por contarse; porque lo cierto es que nunca se ha contado. (Nota del Editor del Blog)
Incluyo fragmentos del artículo mencionado a continuación:
Por:
Andrea Rodríguez (AP)
Esther Zulueta recuerda los tiempos en los cuales el
templo evangélico al que asistió desde niña era un edificio casi desierto, al
que no llegaban más que un puñado de creyentes temerosos. Era la década de 1960
y el pastor que atendía los servicios, Juan Francisco Naranjo, fue enviado dos
años a un campo de trabajo por predicar el evangelio en un país donde la
religión se consideraba enemiga de una nueva sociedad. Naranjo no desistió y
continúo su labor hasta su muerte en el 2000 al frente de la Iglesia Bautista
William Carey, a la que siempre fue Zulueta.
Iglesia Bautista W Carey antes
edificio de la Unión
Bautista de Estudiantes Universitarios.
|
"En los
años 60 los pocos hermanos que veníamos teníamos que traer la Biblia escondida
en un cartucho (un sobre de madera). Había miedo", recordó Zulueta,
una médica de 57 años. "El cambio
fue de la noche al día", dijo a The Associated Press.
Naranjo fue uno de los que promovió la apertura. Se
reunió con el entonces presidente Fidel Castro para pedir más espacios para las
denominaciones religiosas y fomentó con otras iglesias evangélicas
acercamientos entre jóvenes marxistas y feligreses para tener una mejor
compresión unos de otros.
"Las
autoridades cubanas entendieron la necesidad de nuestra presencia y el diálogo,
aunque no estemos de acuerdo en todo", dijo la pastora Dorilín Tito, de 38 años y al
frente de Iglesia Bautista William Carey, la misma en la que sirvió el pastor
Naranjo.
Usted puede leer todo el artículo haciendo CLIC
AQUI
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