diciembre 14, 2025

"Navidad Genuina: del dolor de la crisis al 'Regalo' de la Oración del Viejo Santiago"

 "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." (Filipenses 4:13).

Siempre cada Navidad nos trae un renuevo de Fe y buena voluntad. Viene dada por experiencias de todo un año transcurrido que nos motiva al buen testimonio del Cristo nacido y de la Fe del Señorío del Cristo niño. Para los cristianos que compartimos una común Fe, el significado permanente y central de la Navidad es la celebración del nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios, que vino al mundo para traer amor, esperanza, salvación y vida eterna, encarnando a Dios mismo y permitiendo la reconciliación humana con Él, un mensaje atemporal que va más allá de la fecha del 25 de diciembre y las tradiciones, enfocándose en la fe, la humildad y el servicio al prójimo.

El verdadero significado de la Navidad es amor. Dios amó a los suyos y proveyó el camino – el único Camino – para que pasemos la eternidad con Él. Dios dio a Su único Hijo para ejecutar en Él el castigo por nuestros pecados. Él pagó el precio completo y por eso estamos libres de condenación cuando aceptamos este regalo gratuito de amor. “Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8).

La Navidad, en su corazón, es la historia de un amor que lo da todo, de una Fe que lo renueva todo. Pero, ¿qué pasa cuando esa luz llega a lugares lastimados, incluso dentro de la Iglesia?

Por estos días de celebración del Nacimiento de Cristo , soy parte de una iglesia en crisis, lastimada por la maldad sin superar. Hace dos meses escribí : “Animémonos y tengamos confianza mutua en medio de una Iglesia desolada”, donde señalé lo siguiente:

"El dolor causado en y por una iglesia es algo que golpea la conciencia. Esto no significa que las palabras y las situaciones, que hieren el corazón y generan situaciones muy desagradables y notorias, nos hagan sucumbir. Pero sí actúa en las mentes de los congregados, en su menguado corazón y en el alma de aquellos que han sido lastimados. Si esto no se trata, destruirá la felicidad, el gozo y el bienestar en un futuro’.

Este año, muchos de nosotros miramos a nuestro alrededor y vemos que la maldad y el dolor han dejado heridas. La celebración corre el riesgo de volverse vacía, un aquelarre hipócrita, si no la anclamos en la verdad fundamental: Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8).La verdadera renovación no está en las luces, sino en la humildad.

Hace unos días una persona de esas que se muestran la sencillez a flor de piel, se me acercó en la Iglesia para preguntarme, ¿cómo le hacía en eso de la oración en la congregación? Le dije que había aprendido de una vez cuando, cuando vii orando y dando Gracias a Dios a un anciano enfermo y desvalido en una sala de un hospital. Esto fue en vísperas de la Navidad del 2007, y yo también estaba allí.



Entonces escribí de aquello en un artículo titulado: “La oración del viejo Santiago”, se lo busqué en mi archivo , lo imprimí y se lo regalé. Creo que será el mejor regalo que hago o haré en esta Navidad. Que el encuentro con "La oración del viejo Santiago" sea el renuevo que tu alma necesita para este y el próximo año. Descubre el regalo de una fe que sana.

Eloy A González [15 diciembre 2025]
https://religionrevolucion.blogspot.com/2008/01/la-oracin-del-viejo-santiago.html

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