octubre 08, 2021

Las calles son de los que van tras la justicia y el amor.

 Por: Eloy A González.

Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Salmo 37:5-6

En Cuba las calles no son el espacio público habitual en una nación, nos repiten con la arrogancia de los que detentan el poder y asumen el control de la sociedad que, “las calles son de los revolucionarios”. Hay en esto una específica advertencia que inquieta y genera una peligrosa preocupación.

Los que desgobiernan en Cuba en contra de la voluntad popular, estar muy preocupados. Carentes de credibilidad y despreciados por buena parte de la gente del común; están atemorizados desde que se produjeron las manifestaciones del 11J. Esto dejó un saldo de muertos, heridos, detenidos y desaparecidos; resultado de la calamitosa realidad y el desprecio por el derecho que nos alcanza a todos los cubanos. El 11J nos provocó una impronta de dolor que no conseguimos describir, mostró el rostro de un estado fallido y de un régimen agazapado en la represión y la impiedad manifiesta.

Sorprendidos y partícipes por igual, muchos cristianos se vieron clamando a un Dios que parecía olvidado; pero que no esconde su rostro y asegura que contesta cuando, en un pedido que desgarra la conciencia, le reclamábamos. Así hicieron muchos.  Porque de eso se trataba, de elevar  nuestras voces con vehemencia; de los que compartimos una común Fe y nos duele Cuba como Patria tan distante como presente. Cuando arreció la represión nos tocó llorar con los que lloran, somos parte de esas lágrimas de sufrimiento y enojo; somos parte de esa ira de nación que esperamos que, no se ponga el sol para superarla.

Porque la justicia ha sido despreciada en tribunales ilegítimos y jueces inicuos; la rectitud se mantiene a distancia en buena parte de una población marcada por la desidia; la sinceridad tropieza en un camino sembrado de indecorosa dedicación y dejación de la honradez. La intolerancia, la crueldad y el menosprecio del semejante es arrogante consagración de los que asumen un poder que nadie les ha dado.[1]

Reclaman las calles, dan cuenta de los que nos pertenece; asaltan el alma nacional y promueven los peores instintos y abyectas pasiones para fomentar el odio entre los cubanos y preparar el terreno para la irracional represión, el bandidaje y el crimen.

Advierto de la peligrosa actitud contenciosa que veo venir en los próximos días. De esta realidad, de la cual no está exenta el pueblo de creyentes en Cristo Jesús, que mira con conmiseración y enojo como es despreciado el pueblo del cual son parte.

Lideres cristianos en Cuba hacen un llamado, en el Espíritu Santo, para tener a bien unir a la iglesia de Cristo en un tiempo de clamor por la salvación, unidad y sanidad de Cuba. Dios tiene un plan de salvación para nuestra tierra, y entendemos que nos guía a ser un instrumento que anuncie este momento sin precedentes en la historia de la iglesia cubana, aseguran.

He visto, en medio del asombro y la Fe, a decenas de cubanos de distintas denominaciones, de rodilla en las calles y aceras, orando, siendo de un mismo sentir. Muchos han criticado que hagan dejación de sus templos y casas cultos para orar en las calles. Argumenta aquello de que “cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea…,” [2]; resulta por demás estas críticas algo suspicaces en medio de un pueblo que clama a un Dios porque les restituya la confianza en que mejores tiempos vendrán. Sé de muchos cristianos que, puestos los ojos en su Patria lastimada elevan sus oraciones también en el silencio de su Padre que está en lo secreto. Por lo demás, ¿por qué las calles no son también de los que confiesan una común Fe en Cristo Jesús Señor y hacedor de Paz?.

Para los cubanos distantes, nos toca también elevar nuestro clamor a Dios, ser solidarios con los que andarán las calles; orar y ayunar como bien convenga. Cuando este domingo nos demos cita en las iglesias tomemos un momento para pedir oración por Cuba y los cubanos; compartamos un común e intenso sentir por nuestra Patria distante y atribulada.

La sociedad civil, el pueblo sin protagonismo ni insidiosa consagración; ha convocado a una manifestación pacífica para el próximo 20 de noviembre[i]. Viene antecedida por una jornada de ayuno y oración que se ha pedido de manera insistente al pueblo de creyentes con la esperanza de que nada ocurra a los que se manifiesten de manera pacífica el próximo 20 de noviembre en las calles de las principales ciudades de Cuba. Algunos han pedido una jornada de oración y hacen un llamado a  la reconciliación y el respeto a la dignidad humana, en especial a cuidar la vida de los manifestantes. Estos los cristianos, piden que se acerquen a los que piden justicia por que “Nuestro Señor Jesucristo nos invita a vivir en consonancia con los signos de los tiempos y caminar hacia la justicia”. Esto es lo que quieren, “que fluya el derecho como las aguas, y la justicia como arroyo inagotable”.

Hay también muchas personas, creyentes y no creyentes, que han cerrado sus puertas y han comenzado a ayunar. Hay una consagración a la entrega por el prójimo y a ser parte de un empeño que sin duda es agradable a Dios. No hay en ellos un mensaje que muestre proselitistas intenciones e hipócritas consideraciones. Están en soledad y abandono recordando a los que hoy están presos y perseguidos.”  “Los que ayunan así brillarán como la luz de la aurora, y sus heridas sanarán muy pronto. Delante de ellos irá la justicia y detrás de ellos, la protección de Dios” Isaías 58

El régimen de terror ha detenido a muchos supuestos organizadores, lo han atenazado con amenazas y golpes para que trasmitan el mensaje de terror que quieren hacer llegar a muchos. Como colofón para completar una amenaza de represión, cárcel y torturas han llamado a un ejercicio militar que comprometerá a toda la nación y a todos los estamentos militares y órganos represivos del país. El crimen esta siendo concretado de antemano.

¿Marcharan los que claman por justicia?, ¿Cuántos y donde optaran por la senda de los justos?. No sabemos; hoy solo sabemos de odios, amenazas, soberbia y ceguera absurda de los que tienen el poder y lo han pervertido.

Creo que, con independencia de cómo y cuándo y de qué forma se producirán los acontecimientos que están por venir; serán bienaventurados los que andarán las calles, porque la justicia les antecederá y la protección de Dios les alcanzará.

Mas temprano que tarde a los cubanos nos espera un amanecer, ese que se completa cuando el día es perfecto. Cuando se haga justicia, “su  efecto será la paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.” Isaías 32:17.

Preparémonos para el día nuestro, un día como para reconocer que todos seremos parte de una celebración de la cual hablaran las generaciones futuras. Seremos aquellos que aceptamos el reto de levantar una nación y lo hicimos. De nosotros dirán: “vean aquellos que han sabido ser reparadores eficaces de un país arruinado, observen con que entusiasmo y honradez se empeñan en reconstruir su hogar nacional”. Dios, viéndonos, no tendrá reparo alguno en asegúranos que será su alegría cuando asumamos la gobernanza de una Patria[3] que habíamos perdido y que esperamos compartir con todos y para en bien de todos.

Pero…, por lo pronto en los próximos días; las calles serán de los que van tras la justicia y el amor.

octubre 8, 2021

 

 

 

 



[1] Isaias 59:14-15 DHH94I

[2] Mateo 6:5-6

[3] Isaias 58:6-9



[i] Cuando estoy terminando este articulo aparece una información donde da cuenta que: El grupo Archipiélago ha anunciado este viernes a las 3 pm en conferencia de prensa vía Telegram que adelantará la fecha de la marcha programada para el día 20 de noviembre dado a la resolución que firmó el presidente Díaz Canel donde declara esa misma jornada como día de la defensa nacional. En pos de mantener la marcha pacífica el grupo ha decidido que bajo ningún concepto será cancelada, por lo que ha reajustado su fecha y entregado en La Habana la carta que así lo indica a las autoridades cubanas. La nueva fecha es para el 15 de noviembre próximo

No hay comentarios: