Por: Calixto
Ramón Martínez Arias/ Hablemos Press.
Granma,
31 de agosto del 2012.- Jessica Oduardo Alfaro ( foto abajo a la derecha) , una niña de diez años de edad,
es víctima de abuso, maltrato y represión, por parte de alumnos, maestros, y
directivos de su escuela y del Ministerio de Educación. Mientras que su mamá y
sus hermanas, han sido declaradas ilegales en el municipio Media Luna,
provincia Granma.
Jessica,
este curso escolar, debería cursar el 5to. grado de la enseñanza primaria pero,
cumplir las exigencias que pide la religión Testigos de Jehová -la cual
practican ella y su familia- le ha costado regresar de 4to. a 3er. grado, según
dejan claro las notificaciones de sus maestros en su expediente escolar.
(…) “la asignatura El Mundo en que Vivimos no la recibió
porque la religión a la que pertenece (Testigos de Jehová) se lo prohíbe. Las
demás asignaturas están evaluadas de bien”. (…)
-dice una síntesis del primer párrafo de la nota, sobre las caracterizaciones
de la niña, escrita por su maestro en la escuela Manuel Fajardo, de Media Luna.
Acto
seguido, sobre el resultado de las evaluaciones hechas a la estudiante, sin
ella esperarlo -según dice la madre- le cambiaron las pruebas de 5to. por las
de 3er. grado. La nota continúa diciendo: “Evaluaciones por asignaturas, del
contenido de 3er grado: Lengua Española -R, Matemática- R .El mundo en que
vivimos- I .Educación Laboral -B .Educación Física- MB .Educación Plástica -B
.Educación Musical -B .Computación- MB .Inglés -B”. “Por lo antes señalado esta
alumna está suspensa en 5to. Grado, y además, no recibe la asignaturas de Historia y Educación
Cívica y no participa en actividades políticas”, -termina diciendo la nota que
se refiere a la opinión del maestro.
Según
alega Danais Alfaro Consuegra, madre de Jessica, los problemas de su hija con
los maestros comenzaron desde el primer día del curso escolar, cuando éste le
pidió que redactara una oración avalando
el heroísmo de Ernesto (Che) Guevara y de los cinco espías cubanos prisioneros
en cárceles de los Estados Unidos.
“El
mandó a la niña a hacer una oración con el Che y otra con los cinco héroes y
ella dijo que no, que su posición era neutral, que ella no se mezclaba en esos
asuntos, y él le dijo que si ella no hacía las oraciones la iba a dejar sin
merienda; y efectivamente, le quitó la merienda”, -describió la madre.
Explica
Danais Alfaro que, en una entrevista con los funcionarios que atienden el
Centro de Diagnóstico y Observación (CDO) -en el municipio- uno de ellos, dando
golpes en la mesa y profiriendo amenazas, le dejó claro que “si la niña no saludaba la bandera, no
cantaba el Himno Nacional, no decía las consignas revolucionarias y se negaba a
hablar de los mártires de la revolución, era como si no supiera cuanto es dos
más dos”.
También
refiere la madre que la niña ha sido víctima de golpizas, propinadas por sus
compañeritos de aula, bajo ordenanzas de la maestra Yusnaisi, quien ofende a la
niña llamándola parásito y gusano.
Ante
la difícil situación vivida, la madre señala haber planteado sus quejas a
distintas organizaciones gubernamentales, “incluso
hasta a la Ministro de Educación; y las respuestas que he recibido son
negativas”.
Frente
a una difícil disyuntiva.
Debido
a la situación creada con los maestros, la madre fue citada por el jefe de
sector de la Policía, Tte. Enóelis Sosas Hernández, quien la declaró ciudadana
ilegal en Media Luna, la multó y le dió un plazo de diez días hábiles para que
se fuera del municipio. “El jefe de
sector me citó para la Policía acusándome de que yo era una
contrarrevolucionaria, y como mi dirección es de La Habana me puso una multa de
20 pesos -moneda nacional- y me dijo que tenía 10 días para que me fuera de
Media Luna o me iba a meter presa”, enfatizó Alfaro.
Según
datos ofrecidos por un Anciano [Líder] de una congregación de Testigos de
Jehová, en el capitalino municipio Arroyo Naranjo, en Cuba hay más de 94 mil
Testigos bautizados, y argumentó que todos son víctimas, en mayor o menor
medida, de represión gubernamental, destacando a los niños como los más
vulnerables.
“Para nosotros reunirnos, tenemos que sacar
un permiso en la Policía, y si anunciamos que somos 10 y viene alguno de más,
tenemos que ir a notificarlo. Yo estimo que eso no es libertad de religión”,
-dijo el Anciano, y agregó: “pero los más
vulnerables son los niños, porque tienen que asistir a sus escuelas, y ellos
[los comunistas], en su afán por adoctrinarlos los hacen sufrir todo lo que
pueden”.
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