Ayer se marchó
de Cuba la XXIII Caravana de los Pastores
por la Paz. No tuve ningún contacto con ellos, no se propició, solo seguí a
distancia las actividades que les planificaron, si bien este aňo, a diferencia
del anterior, fueron traídos a los poblados más cercanos a mi terruño Taguayabón, tales como Caibarién, Remedios, Camajuaní y
Vueltas. Como se dice en buen cubano, me picaron cerquita, aunque a Taguayabón
en particular solo le miraron fugazmente a través de las ventanillas de sus
buses. Yo que el año pasado escribí que nunca los habíamos tenido por
esta zona, ni a ellos, ni mucho menos a sus ayudas humanitarias, ahora no podré
escribir lo mismo, al menos de ellos, porque sus ayudas siguen tan distantes
como antes. Es probable que al pasearles por estos poblados de las Villas a
ellos hasta les haya parecido que por lo menos acá no hay necesidad de repartir
sus contenedores y por ello descansan en esa tarea de la repartición en las
autoridades cubanas o en instituciones que gozan de su visto bueno, ¡si ellos supiesen que previo a su arribo
a estos lares se produjo una verdadera cacería humana donde todos los
indigentes y marginales, cuya proporción tristemente aumenta cada día, fueron
atrapados y detenidos en grosero y descarado operativo hasta que los caravanistas
fueron conducidos de regreso, de esta forma no se causó a estos visitantes tan
ocasionales la mala impresión que cotidianamente puede apreciarse. No se tuvo
en cuenta ni importó en lo más mínimo a las autoridades el escándalo que esto
ocasionó, especialmente en una población tan concentrada como la de Vueltas
donde fue particularmente notorio. Se realizó una verdadera limpieza humana
para no afectar la pulcritud de los visitantes extranjeros.
Foto de encuentro con Elian Gonzalez y su padre.
El que les
trajeran a mi zona no fue la única diferencia que encontré en la Caravana XXIII
con respecto a la XXII. Se notó esta vez por ejemplo la ausencia de Ellen
Berstein quien en la experiencia anterior venía al frente como sustituta de
Lucius, y no extrañó solo su ausencia
física sino el silencio total de los medios oficiales respecto a su
persona contrastando con el trato de heroína que se le concedió el año pasado como líder de la caravana. También fue
extremadamente notable cómo el número de los caravanistas se redujo a menos de
la mitad de los que vinieron el año pasado.
Esto obedece a que, aún con todas las medidas profilácticas tomadas para
contrarrestar esto por parte de las autoridades cubanas, cada vez resulta más
difícil conseguir personas sensatas que no se percaten que les están pasando
gato por liebre, salvo a
jóvenes inexpertos, en número considerable teniendo en cuenta el número total
de los caravanistas, que aprovechan esta posibilidad para tener una aventura “revolucionaria”, a la vez que encuentran
una manera barata de pasar unos días de sus vacaciones atendidos como reyes,
disfrutando entre uno y otro acto político de algunas de las bondades que el
régimen que impera en Cuba les concede a ellos al mismo tiempo que se las niega
a la mayor parte de su propio pueblo.
Que
contradictorio se me hace el civismo del que alardea el grupo, capaces como son
de conseguir más de cien toneladas de ayuda humanitaria tras recorrer numerosas
ciudades y hacerlas traspasar las fronteras Canadá-EE.UU y EE.UU-México, con la
forma tan sumisa con la que se dejan conducir como borregos por el territorio
cubano. No tiene gracia comportarse valientes allá ante un gobierno democrático
que finalmente les permite pasar sin mayores dificultades para venir a rendir
pleitesía ente un régimen autoritario que niega la mayor parte de los derechos
que ellos defienden para el pueblo cubano. No esperaba verlos por mi zona, debo
reconocer que en esto me sorprendieron esta vez quienes les llevaron, pero
donde me quedó bien claro el control total que le entregan al gobierno de acá
fue cuando, por más que busqué, no encontré a ninguno de ellos en la Parroquia
San Salvador del Mundo donde uno de los activistas políticos cubanos de mayor
renombre recibía honras fúnebres, ni en el cementerio de Colón para su
multitudinario sepelio. La muerte de Oswaldo Payá fue sin dudas el mayor
acontecimiento que tuvo lugar en la isla durante la estancia de esta XXIII
Caravana. Los caravanistas que sin dudas si poseen el acceso a internet del que
carece la mayor parte del pueblo de Cuba, saben que este hombre brillante
realizó su activismo inspirado en la doctrina social de la iglesia, la misma en
la que dicen sustentar la suya los Pastores por la Paz. Fue por ello que no
pude evitar mi limitado gorjeo en twitter a través de mi cuenta @maritovoz y por lo menos tuve que
decir: Esperaba 23 Caravana #PastoresPorLaPaz presente en #Cuba iría a misa por
#OPS pero el coraje cívico lo dejaron cuando cruzaron la frontera.
* Es Pastor de las iglesias bautistas en las comunidades de
Taguayabón y de Rosalía, en Villa Clara. Profesor de Nuevo Testamento en el
Seminario Teológico Bautista Luis Manuel González Peña. Licenciado en Ciencias de la Información por la
Universidad de la Habana y Máster en Teología por el Seminario Evangélico Los Pinos Nuevos y por la
Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos (FLET, hoy Laurel
University).Su mensaje profético es ejercido desde su blog personal
www.cubanoconfesante.com y desde su cuenta twitter @maritovoz
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