“Pongo en sus manos este asunto tan
extremadamente tonto, para que Ud. lo arregle conforme a la moral cristiana que
ni el Director de “Vida Cristiana”, ni S.E.R. el Arzobispo de La Habana, ni los
príncipes de la Iglesia de Cuba, atinaron a aplicar”. Como manda Jesucristo en
Mateo: 5; 21 al 24.
La
Habana, Cuba, 20 de febrero, 2018.
Superior de la Compañía de Jesús en Cuba,
P. Juan Miguel Arregui:
En la
publicación “Vida Cristiana”,
bajo la firma Julio Pernús, divulgaron calificativos despectivos contra miles
de cubanos. Descalificaciones tomadas de la propaganda oficial para difamar en
masa, como a sub-humanos, a emigrados y disidentes.
Mensaje
incompatible con los fines de esa publicación de la Compañía de Jesús, Orden
que Ud. preside en Cuba, e incompatible con la ética periodística y con la Ley
de Dios, que prohíbe el falso testimonio y ofender.
Ello
motivó la protesta pública del abogado, periodista independiente y ex-preso de
conciencia René Gómez Manzano, titulada: “Ni
gusanos ni disidentes”, y otras de quien le escribe.
Me
dirigí en queja y petición de rectificación al director de la publicación, P.
Eduardo García Tamayo, S. J., al Arzobispo de La Habana, Juan de la C. García
Rodríguez y a la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (C.O.C.C.).
Solicité
un diálogo civilizado con el P. García Tamayo y Pernús, para comprender qué
ocurrió. Sin recibir respuesta de estos pastores, ni que “Vida Cristiana” rectificara.
Por el
contrario, lo empeoró en su número 2777, del 11 de febrero, en editorial sin
firma, “De la mesa del Director”, que
pide mirar con “misericordia” a “los mal vistos” y enumera una lista
histórica de excluidos en que incluye leprosos, prostitutas, infectados,
emigrados, disidentes e independientes.
¿Por qué
considera “mal vistos” a los
emigrantes, disidentes e independientes? ¿Mal vistos por quiénes y por qué?
¿Por qué los clasifica junto a personas que debemos compadecer; pero que son
despreciadas por su inmoralidad sexual?
Jesucristo
dijo: “Si al llevar tu ofrenda ante el
altar, te acuerdas de que ofendiste a tu hermano, deja allí tu ofrenda y, anda,
reconcíliate primero con tu hermano y entonces ven y presenta tu ofrenda”(
Mateo 5; 21 al 25). Predican “vida
cristiana” y no lo hacen.
Los
escándalos se manejan en la práctica: 1) Con una conducta que no escandalice.
2) Si se incurre en escándalo, reconocer francamente el error, pedir perdón,
repararlo, proponerse no volverlo a cometer. 3) Callando, cabeza escondida bajo
la arena, como el avestruz, para que a la gente se le olvide.
Jaime Leygonier, periodisa independiente y autor del articulo |
La
predilección clerical por el “3” manchó a la Iglesia con el descredito que
arrastra ahora, hizo quebrar a varias Diócesis de E.E.U.U., vació los templos,
costó la dimisión de un Papa y, tal vez, de un Prepósito General de la Compañía
de Jesús.
Este
asunto se atascó en el “3”, al uso del gallego soberbio del cuento, que decía:
“Mejor torcella que enmendalla”. Pero
la Iglesia no puede torcer la Justicia. Tienen que enmendar.
Pongo en
sus manos este asunto tan extremadamente tonto, para que Ud. lo arregle
conforme a la moral cristiana que ni el Director de “Vida Cristiana”, ni S.E.R.
el Arzobispo de La Habana, ni los príncipes de la Iglesia de Cuba, atinaron a
aplicar.
Espero
su citación para entrevistarme con el P. García Tamayo y con Pernús, para,
escuchar y comprender qué pasó. Y esperan rectificación miles de emigrados y de
discriminados por actuar con civismo.
Este
mensaje no lo publicaré hasta leer la “Vida cristiana” del próximo domingo;
porque mi intensión con la publicidad no es escandalizar, sino combatir a
quienes dan escándalo. Que Dios lo bendiga y nos ilumine a todos.
Feligrés de “El Buen Pastor de Jesús del
Monte”,
La Habana, Cuba.
P.S: Si
Ud., no tiene mis trabajos publicados sobre el asunto, los puede solicitar al
P. García Tamayo, pues se los envié. Si él los borró, comuníquemelo y se los
enviaré, o puede hallarlos en los blogs: “Religión en Revolución”,
“Cubamatinal”, la página “Primavera Digital”, etc. Mi telf. Cel: 5 200 35 71. Domicilio:
Zapotes 113, Santos Suarez, La Habana.
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