Fariseísmo a
la carta
El reverendo cubano Raúl Suárez ha puesto sus
cartas sobre la mesa. Ha dicho que Dios estaba presente en los aquelarres que
protagonizaron los representantes del gobierno de la Isla, él incluido, en las
actividades del Foro Paralelo previo a la Cumbre de las Américas, celebrada
recientemente en Panamá.
Entre
el despliegue solariego que incluyó groserías, gestos obscenos, golpizas y
gritos patrioteros, estaba el espíritu del Señor, según afirma el pastor
bautista devenido en emisario de Satán.
¿Qué
otro calificativo merece un religioso que se congratula de participar en actos
tan bochornosos?
¿Qué
doctrina religiosa defiende tras haberse convertido en un activo miembro de las
turbas encabezadas por el ex-ministro de cultura, Abel Prieto, con el fin de
anular por la fuerza bruta a quienes fueron a exponer puntos de vista sin
compromisos a priori con ningún gobierno?
Con
su actitud, Raúl Suárez vuelve a descalificarse. No es la primera vez que
muestra, con patético orgullo, sus afectos a la ideología gubernamental.
En
las declaraciones ofrecidas al sitio oficial La Jiribilla, el susodicho, dicho
en buen cubano. “le puso la tapa al pomo”.
No
pudo contener su amor por el régimen que aplica sin vacilaciones el garrote.
Rev. Raúl Suárez
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Con
sus palabras bendijo las conductas incivilizadas que se han hecho rutinarias
dentro de las fronteras insulares contra la oposición pacífica y la sociedad
civil independiente.
Es,
aunque lo niegue, un falso servidor de Dios. Alguien que utiliza el evangelio
para justificar las peores causas.
Los
puntos de vista expresados en el portal digital oficialista, quedan como
evidencias de sus rastreras adhesiones.
Está
bien que no estuviera de acuerdo con las ideas de los representantes de la Isla
que no comulgan con el dogma del partido único, pero enrolarse en las pandillas
que, incluso, pregonaban el linchamiento, es un insulto a las Sagradas
Escrituras.
En
vez de ser promotor del diálogo como herramienta en la solución de conflictos,
Suárez apuesta por la violencia en todas sus formas.
Si
algo no admite controversias es que los demonios estuvieron de fiesta en
Panamá. El supuesto seguidor de Cristo, contribuyó a abrirles las puertas para
que entraran por legiones.
Su
lenguaje lo delata como un fiel soldado del modelo político cuya génesis es el
ateísmo.
La
religión que profesa es un velo para matizar el odio que siente hacia
coterráneos que buscan refundar la nación sobre bases incluyentes y racionales.
Es
una pena enterarse de la afinidad de este pastor con el salvajismo que hubo en
la capital istmeña por parte de los cromañones de la “única y legítima sociedad
civil cubana”.
Él
se empeña en decir que vio a Dios en el centro de las barahúndas.
Las
imágenes que transmitieron por la televisión cubana de los incidentes
certifican que el Ángel de las Tinieblas estaba allí vestido de gala y riendo a
mandíbula batiente.
Fuente:
Jorge Olivera Castillo. Fariseísmo a la carta. Misceláneas de Cuba. 30-04-2015.
En línea. Consultado 4/5/2015. Disponible en: http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/55420ffd3a682e0f4cbbb171#.VUgUR_lViko
*Periodista, escritor, poeta y editor de televisión.
Durante 10 años trabajó como editor en la televisión cubana (1983-1993). A
partir de 1993 comienza su labor en las filas de la disidencia hasta hoy. De
1993 a 1995 como secretario de divulgación y propaganda del sindicato
independiente Confederación de Trabajadores Democráticos de Cuba (CTDC). A
partir de 1995 labora como periodista independiente. Fue director de la agencia
de prensa independiente Habana Press, de 1999 hasta el 2003. El Instituto Lech
Walesa publicó en 2010 su libro de poemas Cenizas alumbradas en edición
bilingüe (polaco-español). También en el 2010 la editorial Galén, publica en
edición bilingüe (francés y español), su libro de poemas En cuerpo y alma,
editado en el 2008 por el Pen Club checo.
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