El pro
oficialista Consejo de Iglesias de
Cuba ante los acontecimientos ocurrido en Paraguay se muestran preocupados
por la democracia en esa nación, por los
más vulnerables que sufren la falta de derechos y el desconocimiento de la voluntad
del pueblo. Es decir que estos colaboracionistas del régimen castrocomunsita están
preocupados por la democracia en otras latitudes en tanto que forman parte de los
cortesanos y aprovechados que le hacen el juego y justifican una dictadura de más de medio siglo en Cuba.
Si les interesa
tanto la democracia y los derechos del pueblo, ¿por qué no miran a su
alrededor?
Pero bueno aquí les
dejo la información:
Un comunicado
del Consejo de Iglesias de Cuba
(CIC), hecho público en su reciente Junta Directiva del pasado fin de semana,
condena el golpe de Estado en Paraguay con la destitución del presidente Lugo,
y manifiesta que ese amañado proceso afecta no solo esa nación, sino, también,
a todo el proceso democrático que se verifica en América Latina”.
Del la mano de
vocero del progubernamental Consejo de Iglesias de Cuba, José Aurelio Paz sigue
diciendo en
su nota para ALC Noticias lo siguiente:
“Inspirados en
el Espíritu Santo del Dios de Liberación, Paz y Vida, rechazamos,
enérgicamente, el golpe de Estado contra el presidente constitucional de la
República del Paraguay, Fernando Lugo, legítima y popularmente electo; lo que,
además, es un golpe contra esa hermana nación, la democracia y el pueblo
paraguayos; así como un retroceso de la democracia en América Latina”, expresa
el documento.
“Esta condena se
fundamenta en nuestro compromiso bíblico y pastoral con las personas más
vulnerables, puesto que siempre son quienes sufren las consecuencias de actos irresponsables e injustificables”, comenta el
texto y agrega que la única justificación a tal acción es la toma del poder por
las fuerzas oligárquicas del país, en la búsqueda de privilegios,
“desconociendo la voluntad del pueblo paraguayo”.
Así mismo, en
ese orden de cosas, se expresa la solidaridad con el presidente Lugo, con el
pueblo, sus iglesias e instituciones cristianas, además de todos los
movimientos y ciudadanos honestos que trataban de mantener allí un régimen
plural y democrático.
“Repudiamos todo
intento de dividir y socavar la unidad de esa hermana nación, la que, en el
pasado, sufrió de gobiernos tiránicos; así como repudiamos este golpe al que se
le quiere dar ropaje de legalidad, y que nada tiene que ver con la realidad
paraguaya, sino que pretende atentar contra la unidad y las buenas relaciones
entre los pueblos de América Latina.
“Apoyamos a los
organismos regionales que se han pronunciado en contra del golpe y que han
adoptado acciones contundentes a que regrese la paz y la normalidad al hermano
pueblo paraguayo; y, sobre todo, se impida que, una vez más, una minoría
imponga su voluntad clasista contra la voluntad democrática de un pueblo”,
finaliza el texto y hace una exhortación: “Convocamos a todas nuestras iglesias
a la oración en solidaridad con nuestro hermano pueblo paraguayo y su
presidente Fernando Lugo”.
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