Hace unos 5 años recibí de un coterráneo establecido en
New York un documento que había sido publicado en el prestigioso medio impreso
aquí en los EE. UU. , Harper’s Magazine con el título de: A
Letter on Justice and Open Debate. La carta también fue
publicada en el diario El País de España. La nota de respuesta que escribí
aparece debajo.
Hoy rescato esta nota y lo hago porque, las mismas
circunstancias sobre la justicia y el debate abierto en este país y en otros
países, supuestamente donde se respeta la libertad de expresión, están
lastimadnos. La situación, lejos de mejorar, empeora día a día y el tema no
deja de ser fuente peligrosa de un debate cada vez más rabioso. Vemos lo que
escribí hace cinco años:
Compraron pescado y le cogieron miedo a la cabeza
La carta a la cual usted hace referencia y que aparece
publicada en español AQUÍ
ha provocado un encendido debate en las redes que puede apreciarse en la
plataforma #CancelCulture ;
porque de lo que se trata es de argumentar en torno al debate sobre la libertad
de expresión, los límites de estas (que ahora establece la izquierda carnívora)
y las implicaciones de querer cancelar algo inherente a la libertad y el
derecho como es las libres expresiones de la cultura. La disputa está servida.
Tanto es así que muchos de los firmantes han retirado sus firmas y otros
esperan hacerlo.
La carta, que no es menester analizar, arranca con un
apasionado ataque a la administración del actual presidente norteamericano como
para adquirir la ventaja de los otros dos párrafos donde viene lo mejor. Algo
así como esto: … La actitud censora está expandiéndose en nuestra cultura: hay
una intolerancia a los puntos de vista contrarios, un gusto por avergonzar
públicamente y condenar al ostracismo, y una tendencia a disolver cuestiones
políticas complejas en una certeza moral cegadora. Ahora, sin embargo, resulta
demasiado común escuchar los llamamientos a los castigos rápidos y severos en
respuesta a lo que se percibe como transgresiones del habla y el pensamiento. “Más
preocupante aún, los responsables de instituciones, en una actitud de pánico y
control de riesgos, están aplicando castigos raudos y desproporcionados en
lugar de reformas pensadas”. Esto es lo que hace la nueva izquierda, los
ANTIFAS de cuello blanco. Tengamos en cuenta que esta carta la promueven y
firman los representantes por excelencia de la izquierda, de la cultura y el
academicismo norteamericano.
Es que la izquierda caviar, hace ahora, abrumada por los
hechos esta carta. Se han apresurado en comprar pescado para cogerle miedo a
la cabeza.
(Apreciado coterráneo; esta es una nota que demuestra que
dos personas avecindadas en este país, provenientes de Cuba, tienen a bien
hacer uso de la libertad de expresión de manera respetuosa y enriquecedora)
Saludos…,
Eloy A González [
8 de julio del 2020]

No hay comentarios:
Publicar un comentario