Por: Agustín Valentín López
Canino.*
Ha terminado la visita
papal, una parte de los cubanos encarcelados somos liberados y volvemos a casa,
el operativo policial desplegado cesa, los cientos de zascandiles obligados a
participar en el recibimiento o despedida del papado bajo la amenaza de la discriminación
por parte de la dirección en sus trabajos, o la pérdida del estimulo laboral(
javita con jabón, detergente y aceite de comer, o algunos c.u.c.) olvidan el
mal rato, y se sienten aliviados, el pueblo de Cuba ha ganado un día santo mas,
bendito o maldito no tengo el suficiente conocimiento para catalogarlo. Como
los mendigos agradecen las sobras de los poderes, después de haber permitido la
desposesión material y espiritual, el pueblo desposeído ahora festeja esta
reintegración de un día a la vida espiritual como un logro excepcional de Su
Santidad.
En la visita de Juan Pablo II, el Sumo Pontífice logró el descanso
del 24 de diciembre, ahora Benedicto XVI logra el respiro del Viernes Santo,
cuando transcurran otros 15 años aparecerá otro Papa, quien sabe si cristiano,
musulmán o budista para entregar al pueblo de Cuba otro día más para la
Resurrección, después de haber sido crucificado en 1959, año en que aun
existían navidades y semana santa y el pesebre no se había cambiado por el
látigo y la liturgia por la mordaza estatal y el perdón por el presidio, o el
paredón, así, por ineptos, cobardes y corruptos iremos recuperando a través de
personalidades extranjeras nuestros derechos y libertades. Mendigar derechos es
propio de incapaces y cobardes -dijo Maceo. Suplicarlos y después
aceptarlos como una bendición va más allá de ser incapaz y ser cobarde a ser
pérfido y traidor a la dignidad de aún el más vil de los hombres. La libertad,
como la vida son más que derechos, es algo más supremo, un don divino, una
bendición de Dios para el hombre y ningún hombre está capacitado ni dotado del
suficiente poder en la tierra para negarlos, ni tan siquiera justificar su
negación, cuando se acepta de esta forma, la bendición se ha convertido en
blasfemia, pecado imperdonable, cegado el espíritu se obedece a Satanás, quien
tenga oídos oiga, quien tenga ojos busque la vista y si tiene lengua y
conciencia forjada en los frutos del espíritu predique la verdad del evangelio,
para gloria de Dios y no de los hombres.
*Agustín Valentín López
Canino 16-12-1955 Santo Domingo, Villa Clara. Maquinista Naval graduado en 1978
en la Academia Naval como oficial (alférez) de la marina de guerra y marina
mercante. Colchonero, ceramista, agricultor y taxista. Miembro de la generación
perdida, su mayor preocupación es Cuba y su divisa el honor. Edita el Blog Dekaisone
1 comentario:
La jerarquía católica cubana ha abandonado a un pueblo esclavizado a cambio de un día.
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