Por: Mario J. Travieso.*
¿Alguien me preguntó, por qué escribes tanto por este Blog?
Porque jamás
el estado cubano ha recibido nuestras demandas, y nunca no han permitido
presentar defensa a los abusos y maltratos que se han producido contra la
iglesia en estos 50 años. No obstante, una cosa quedará firme. El estado cubano
tendrá
que aprobar aunque no quiera esa ley. Jamás habrá dialogo sin que la ley se
apruebe. No creo que sea necesario, como algunos de mis colegas piensan, en recoger una
determinada cantidad de firmas. El
estado cubano no recogió firmas para subir la corriente eléctrica, cuando repartieron
algunos artículos electrodomésticos, que en vez de bendición han servido de
piedra de tropiezo a muchos que perdieron el suministro de gas, encareciendo
asimismo, el precio de la corriente a niveles alarmantes.
Tampoco
se recogió firma para cambiar el pasaporte y subirle el precio a 100 CUC (Peso
Cubano Convertible), que representan 2500 pesos nacionales, ni para cobrar en
esa misma moneda los paquetes que llegan del extranjero, que antes se pagaban
en moneda nacional. De hecho, le diré algo espeluznante para los que lean este
blog sin ser cubano.
Cuba
es el único país del mundo donde los
ciudadanos de la nación no pueden sacar su pasaporte, ni hacer trámites
en consultoría o diligencias aduaneras, con el dinero cubano que se paga en los
centros de trabajos del país. Todos esos trámites hay que pagarlos en CUC y
para eso no habido reformas, sino más bien decretos involutivos que atrofian el
desarrollo de procesos y leyes que se pretenden cambiar.
La
reforma Raulista pretende sacar al país de la crisis sin pensar en el pueblo.
Hoy los cubanos no se ríen tanto de su desgracia como en años atrás, donde se le sacaba un
chiste a cada infortunio. Muchos están desencantados y frustrados porque
pusieron su esperanza en una maquinaria que no les ha funcionado nunca, aunque
es ahora que se dan cuenta. La gente dejó al Dios verdadero y se formó un dios
de carne, que ya vio pasar sus mejores días. La respuesta la estamos sufriendo
todos.
La
Ley de la Siembra y la cosecha se
cumplirán siempre. Lo que el hombre siembra eso recogerá, porque hay un Dios
justo al cual tendremos todos que comparecer ante su presencia. Los gobernantes
cubanos han aplastado al pueblo y muchos que no tienen la madurez espiritual de
cristianos llenos del Espíritu Santo, están deseosos de cambios drásticos.
Definitivamente la reforma que camina en la nación, como un anciano galápago,
no satisface las expectativas y las necesidades de una mayoría hambrienta de
justicia, libertad y derechos ciudadanos y de una minoría que se bambolea ebria
confundida con consignas y mítines. A nuestro entender lo más penoso de la
reforma es que viene de una raíz podrida (mezcla de Marxismo-Leninismo con
Fidelismo), que está tratando de sobrevivir, no porque ame tanto a los frutos
de sus gajos, sino porque sabe que
morirían sino reciben un nuevo abono.
La
reforma debe comenzar con los líderes octogenarios, que llevan más de 50 años
dirigiendo a sus anchas, dando una imagen distorsionada de la nación, enredando
a intelectuales y políticos foráneos, y que no dan paso a la nueva generación
de líderes que quieren otra cosa diferente para el país. Uno de los blancos más
atacados por el gobierno ha sido la iglesia y sobre todo las congregaciones y
ministerios que no están respaldados internacionalmente porque son los más débiles. El gobierno ha robado y
avasallado a la iglesia en estos últimos 10 lustros, sin embargo los comunistas
no sabían que había un pero. Dios es padre de huérfanos y defensor de viudas
(Salmo 68: 5). Dios se preocupa y ayuda
más a los que con mayor debilidad se mueven dentro de su cuerpo, que es su
iglesia. La Biblia dice en la 1ra Epístola a los Corintios Cap. 12 así: “Antes
bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios y
a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más
dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más
decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero
Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba”. (1ra de
Corintios 12:22-24)
El
gobierno cubano debe dejar de hacer tanta algazara por la libertad de los 5 presos en cárceles
americanas, a los cuales estoy de acuerdo que se liberen, porque creo que ya
cumplieron su delito, pero primero si quieren justicia, deben liberar a los más de 11 millones de cubanos que yacen
en las mazmorras de resoluciones, decretos y legislaciones dictatoriales con
que han aplastado a toda una nación durante más de 5 décadas. Si las puertas de
la cárcel se abren a los que están dentro de la isla, también las de afuera se
podrían abrir.
De
todas formas como pastor y hombre que defiende los intereses del reino
de Dios y no de un estado, como alguien que ama y trata de cumplir la ley de
Cristo por encima de cualquier dogma o principio de este mundo, y que defiende
además la injusticia que hace sufrir y
asfixia casi diariamente, a los mejores hombres de mi nación, no desearía ver
proliferar la lepra en Cuba, y no pido a
mi Dios, nada ponzoñoso para ningún ser humano en esta Tierra, ni me
gozo con el mal momento por el que pueda pasar una nación, una organización, o un hombre
por villano y mal intencionado que
sea. Antes prefiero ver a los enemigos
de Dios arrepentirse y tomar un camino más justo y decoroso que el andado hasta
aquí por los líderes cubanos, aunque sé que su orgullo y soberbia no dejará a
muchos avanzar en esa senda.
Cuba
se jacta hoy de muchos logros, los líderes comunistas se paran en diferentes
tribunas internacionales a resaltar perogrulladas sobre la salud y la educación
cubana, pero a los gobernantes no les valdría mucho todas sus conquistas si al
final les apareciera un pero. Porque hay una inconformidad nacional que se
mueve más rápido que la Reforma Raúlista, y que trae varios pero.
La
Reforma Raúlista pretende sacar a la nación del caos que se encuentra, pero va
muy lenta. La Reforma Raúlista es bienintencionada, pero no satisface las
expectativas de la nación. La Reforma Raúlista es acertada, pero carece de
principios concretos. La Reforma Raúlista es inteligente, pero no logra
convencer a las masas. La Reforma Raúlista es dinámica pero no trae los cambios
imperiosos que necesitan los cubanos. La Reforma Raúlista es vital para el
país, pero puede dejar leprosos a unos cuantos dirigentes.FIN
*Apóstol
en líder de la Iglesia Ministerio Viento
Recio. Coalición Apostólica de Cuba. Reside en Las Tunas, Cuba.
Ecelente editorial.
ResponderEliminarQue reforma puede hacer ese pájaro a favor del pueblo, un traste esclavizado por sus pasiones , esa llegua que piensa en sus maridos y no en el pueblo lleno de miseria, nunca he visto reformas en Cuba , la bruja caridad Diego manipulando las iglesias , comprando la identidad de los presidentes de obras , ESOS TITERES separando las familias , denutriendo el pueblo ,sin leche,carne , marisco, una generación sin dientes , sin calcio, sin aire acondicionado , ese tirano debe dejar el pueblo libre , que se vallan los perros castros de Cuba , cese la miseria y vuelva se el pueblo cubano al DIOS vivo , JEHOVÀ.
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