Pareja de activistas evangélicos
protagoniza boda gay en Cuba.
Por AFP
14 de octubre 2022, 6:45 AM
Adiel, un teólogo de 32 años,
tuvo que romper con su iglesia bautista y transformarse en un férreo activista
defensor de los derechos LGBT para poder casarse con su novio Lázaro. Ambos
protagonizan uno de los primeros matrimonios igualitarios de Cuba.
Las parejas del mismo sexo han
empezado a casarse en diferentes provincias de la isla desde el 25 de
septiembre, cuando Cuba ratificó en un referendo el Código de Familias, una
novedosa legislación que incluye el matrimonio igualitario, la adopción por
parejas del mismo sexo y la gestación asistida, entre otros.
"Para nosotros que nos
involucramos tan directamente" para que se aceptara el matrimonio gay en Cuba, "que
lo hicimos parte de nuestra cotidianidad, que fue nuestro pan diario durante
siete años consecutivos, lograr casarnos fue el cierre, la culminación",
dice a la AFP Adiel González * [ es miembro de una Iglesia Bautista], al lado
de Lázaro González, un artista independiente de 52 años, en su casa del pueblo
de Bolondrón, en la central provincia de Matanzas, luego de contraer nupcias.
Adiel piensa que desde entonces
"Cuba ha cambiado de la noche a la mañana". Tener un presidente que
públicamente dice "que está a favor del matrimonio igualitario, eso no
cayó del cielo", sino que es resultado del arduo trabajo de activistas
y académicos que lograron incidir en las decisiones políticas, agrega.
Este activista dice que tuvo que
enfrentar además la carga de haber nacido en una familia cristiana "muy
conservadora y fundamentalista".
"Se me enseñó a rechazar
cualquier manifestación homosexual. Cualquier amaneramiento, incluso, era
considerado un pecado", narra, al recordar que desde los 11 años trató de
cambiar entregándose a la oración.
"Pero no sucedió porque la
orientación sexual no se elige, no se cambia y estoy convencido de que a Dios
no le importa la orientación sexual", añade ahora con una cruz colgada en el cuello.
Hacia los 20 años, Adiel asumió
su condición y decidió iniciar una tímida labor de convencimiento en su iglesia
local, pero en 2014 terminó por separarse para fundar un proyecto teológico de
activismo cristiano LGBT, que después llevó a una organización independiente de
mayor alcance, en Matanzas, la capital provincial.
En 2019, las autoridades cubanas
trataron de introducir el matrimonio igualitario en la Constitución aprobada
ese año, pero las iglesias católica y evangélica se opusieron de manera
tajante.
"Ahí empezó de verdad la
candela. Yo me vi en un fuego cruzado porque yo estaba haciendo activismo desde
mi identidad cristiana y fue difícil", narra Adiel que dice haber sufrido dolorosas
agresiones en redes sociales, incluso amenazas de muerte.
Desde entonces él y Lázaro, que
llevan 10 años juntos, se sumieron en un intenso activismo a favor de los
derechos de los homosexuales y del Código de Familias, sometido entre febrero y
abril a una consulta en 79.000 reuniones de barrio en toda la isla, antes del
referendo.
Al conocerse los resultados del
referendo que obtuvo una votación de 66,85% a favor y 33,15% en contra, "gritamos,
nos abrazamos, fue muy emotivo, realmente valió la pena", dice Lázaro.
"No necesitamos una firma
para ser felices, pero es hacernos reconocer en la sociedad que estamos bajo
una relación como cualquier otro heterosexual y eso es importantísimo para
nosotros", estar
protegidos por la ley y tener derechos, señala abrazando a su flamante marido.
Nota del Editor: * Estudió Licenciatura en
Lengua Inglesa y Alemana en Universidad de Matanzas "Camilo
Cienfuegos", Cuba. Estudió en Seminario Evangélico de Teología de Matanzas.
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