noviembre 15, 2021

Ofenden los que no saben imitar nuestra virtud.

 Estoy sorprendido por los numerosos actos de repudio que se están sucediendo una y otra vez en Cuba hoy #15NCuba. Hay una peligrosa invitación a la canallada reunida, la perversidad  y el ridículo por parte de las personas que se prestan para estos desmanes.

Pero considero que no es nada nuevo, al menos para mí. Fui objeto tanto  yo como mi familia, de todo tipo de actos de marcada hostilidad y menosprecio en Cuba. Sin embargo, ahora el despropósito es tal, la malignidad es tan teatral y el ridículo genera una peligrosa hilaridad en muchos. No es de risa, es para preocuparse.

Regreso a la respuesta a la pregunta de ¿Por qué estamos aquí? Que se planteó Marti para dar respuesta así:

¡Pues por eso estamos aquí: porque la prudencia puede, refrenar, pero el fuego no sabe morir; porque el amor a nuestro país se nos-fortalece con los desengaños, y es superior a todos ellos; porque el pesar de vernos ofendidos por los que no saben imitar nuestra virtud es menos poderoso que este impulso de los que morimos en silencio fuera del suelo natal, para prolongar siquiera la vida recordándolo; porque tal vez divisamos el peligro, ¡y nos aparejamos a ser dignos de él! Jose Marti 

El problema es que hace mucho tiempo en Cuba la virtud ha sido desechada; ya no hay una identidad nacional que permita  la virtud y menos una moral colectiva que la sustente.

A los violentos como una frase premonitoria les decimos: el fuego no sabe morir.

Eloy A González.11/15/2021 10:37 AM

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