Esta pregunta parte de una afirmación, y subyace en la
entrevista que la cadena Rusia Today hiciera en la Televisión Cubana; a la
pastora de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM) Elaine Saralegui. Una
reacción en las redes sociales se ha producido, sobre todo en Facebook. Sale al
paso de las declaraciones de la entrevistada y la manipulación torcida del periodista
y la producción del programa; porque se emplearon imágenes de la congregación y
el liderazgo de la Liga Evangélica de Cuba. Esta es la declaración oficial de
esta. Ninguna otra iglesia, organizaciones religiosas se ha pronunciado al
respecto.
DECLARACIÓN
OFICIAL DE LA LIGA EVANGELICA DE CUBA (LEC)
Cómo iglesia rechazamos las declaraciones de la
ciudadana Elaine Saralegui, que dice ser activista social y pastora de la
Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM) en entrevista con el periodista
Oliver Zamora Oria, corresponsal de la cadena Rusia Today.
A raíz de dicha entrevista, transmitida por la
Televisión Cubana en repetidas ocasiones, nos sentimos agraviados pues, aunque
no se mencionaron expresamente nombres de Iglesias, en el lenguaje visual sí
está presente la alusión a nuestra Asociación Religiosa. Las imágenes de
nuestra congregación y liderazgo mostradas de forma simultáneas a las palabras
de descrédito de Saralegui no dejan margen a la duda. Tales acciones las
consideramos violatorias de los códigos éticos que deben acompañar el accionar
de los medios de comunicación.
Entendemos que cualquier medio periodístico tiene el
derecho de publicar sus trabajos, así como cada persona de expresar su opinión.
Lo que no es correcto es que exponga una sola visión y silencie otras opiniones
al punto de criminalizarlas. Ese es el caso de un amplio sector de la iglesia
cubana que no cuenta con espacios públicos reconocidos para expresar sus
argumentos.
Nuestra Iglesia no es de izquierda ni derecha. Es
Cristocéntrica y sí cree en la interpretación literal de la Biblia, su carácter
infalible e inerrante. Estas son creencias y prácticas que datan de siglos.
Quizá esta sea la razón principal para tildar a la iglesia de “fundamentalista”.
El concepto eje que sustenta la constante estigmatización actual que intenta
denigrar a la mayoría cristiana en el país. Vale mencionar que dicho término
nació a principios del siglo XX y rápidamente pasó a definir ideologías
cristianas que buscaban un regreso a las posturas fundacionales del
cristianismo, enarbolando la infalibilidad de la Biblia. Se trataba de un
fundamentalismo bíblico. Sin embargo, su interpretación se ha desvirtuado por
sectores anticristianos para asociarla al fanatismo, el extremismo, incluso al
fascismo y terrorismo. Desde la Real Academia de la Lengua se plantea una
última acepción: “Exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o
práctica establecida”. Un conocido
sociólogo europeo sentenció que:
“Es importante comprender que hay secularistas tan
fundamentalistas como los religiosos: unos y otros coinciden en no estar
dispuestos a cuestionar sus opiniones, así como en su militancia, agresividad y
desprecio hacia los que discrepan de ellos”.
¿Qué hubiera pasado si fuera la “iglesia
fundamentalista” la entrevistada y hubiera expuesto sus razones bíblicas y
teológicas, sus principios? ¿Habría el mismo respeto que hemos mantenido
nosotros ante cada ofensa y agravio? Habría que valorar desde esta última
acepción quiénes son los verdaderos fundamentalistas.
La entrevista intenta vender que el fundamentalismo
religioso intenta dividir a la sociedad cubana. A nuestros templos asisten
personas con diversas posturas ideológicas, se les acepta, y en ninguno se toma
partido. Confluyen diferentes razas, ninguna predomina sobre otra. Hombre y
mujer trabajan por igual, sin que exista discriminación. Esto es más que
palabras, son hechos. A aquellos que nos tildan de misóginos les recordamos que
la Liga Evangélica de Cuba es presidida por una mujer hace diez años.
Representamos al obrero, al intelectual, al
deportista, al empresario, al estudiante, la ama de casa, en fin, a toda la
sociedad. Como Iglesia somos una sola familia, no hay distinción, nos une la
fe. Esas son las mismas personas que quedaron expuestas en esas imágenes
televisivas reforzando el mensaje de descrédito. Nos preguntamos, entonces, quiénes de verdad
quieren dividir a la sociedad. En un contexto pandémico que nos hace
vulnerables a todos y donde la iglesia unida ha colaborado activamente apoyando
programas sanitarios y de alimentos, queda en evidencia que “amar al prójimo
como a ti mismo” no es algo creado por un grupo para ganar “adeptos”,
sino que se trata de un mandamiento dado por Jesucristo.
No pretendemos rebatir los argumentos expuestos en el
material televisivo, quizá si Oliver Zamora u otro periodista nos invitara a la
televisión, estaríamos en igualdad de condiciones.
De cualquier forma, una vez más reafirmamos:
1. La misión de la
Iglesia no es política; es anunciar las buenas nuevas de Jesucristo (Mateo
28:29)
2. Ni somos
peligrosos ni poseemos tesoros terrenales, más bien vivimos “como
entristecidos, más siempre gozosos; como pobres, más enriqueciendo a muchos; como
no teniendo nada, más poseyéndolo todo.” (2da Corintios 6:10)
3. Somos
fundamentalistas de la fe, la esperanza y el amor.
Y para aquellos
que tratan de silenciar con injusticia la verdad. Jesucristo sigue siendo el
camino, la verdad y la vida.
Fuente: Facebook
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