Un libro de obligada lectura para los que se interesan sobre el tema de
la Religión en Cuba, he estado leyendo, - la líneas y las entrelineas-, se
trata de “Hilario Chaurrondo: entre iglesia y Revolución”. Las notas del P.
Chaurrondo, escritas con minuciosidad, abordan eventos que conciernen a los años
entre 1959 (cuando llega la Revolución) y el 1972.
Hay una nota que puede carecer de interés y es los anónimos que
circulaban en el escenario católico cubano, no es ocioso decir que también
fuera. Siempre los anónimos han circulado en Cuba, de esto nunca se ha hablado;
porque por eso precisamente son anónimos y desaparecen con rapidez. No hay
registro. En el libro el P. Chaurrondo dice: nuevos anónimos (todo indica que
antes ya circulaban otros); y aparece una poesía- oración al dictador, el
innombrable en Jefe. La incluyo aquí:
Oración por Fidel Castro
21 de febrero de 1965
Tu
que todo lo puedes Padre Santo
te
ruego en mi oración todas las noches
que
ampares a Fidel con tu sagrado manto
y
aunque soy pecador no me reproches.
Gracias
te doy porque a mi amado suelo
le
diste a Martí para guiarnos
y
al vernos naufragando desde el Cielo
mandaste
a Fidel a rescatarnos.
Pero
tengo miedo de que un Judas traicionero
pueda
tronchar su vida generosa,
como
confío en ti, me perdones quiere,
la
flaqueza de fe en pensar tal cosa.
Ampáralo
Señor, no lo abandones
en
el momento crucial de su existencia
Cuba
es feliz tan llena de ilusiones,
porque
refleja en Fidel nuestra presencia.
(Anónimo)
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