Aquí tienen un ataque frontal de la líder de la
Iglesia de la Comunidad Metropolitana, que promueve el odio contra los evangélicos
cubanos. En el artículo que mostramos, la pastora Saralegui Carballo, califica a
los evangélicos miembros de las denominaciones que forman la Alianza de:
supremacistas cristianos, fundamentalistas religiosos que buscan la concentración
de propiedades y el acceso de los medios de comunicación. Tratan, dice, de
impulsar políticas públicas. Califica todo esto de anexionismo monroista que
niega la independencia de Cuba y el patriotismo. Buscan validar posiciones políticas
y acciones de sistemas violentos. Admiran a Israel y el sionismo, enaltecen a
Bolsonaro y a Trump; y sin duda se erigirán como exponentes de la extrema
derecha, que serán piedra de tropiezo para la sociedad cubana en su conjunto.
La afiebrada pastora no dejo nada para la imaginación;
sus argumentos son de un peligro tal que merecen ser expuestos como hacemos a continuación:
Rev.Elaine Sarallegui |
Por
Elaine Saralegui Caraballo.*
La noticia de la creación, el 11 de junio de 2019, de
la Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas, “enfocadas
en la unidad y la defensa de la doctrina y los principios bíblicos comunes”,
conmocionó a muchas personas que han seguido la proyección de algunas iglesias
fundamentalistas en contra de la ampliación de los derechos de las personas
LGTBIQ+ en Cuba.
Sospecho que ha existido un desencuentro
político/teológico entre el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) y las iglesias
que componen la reciente Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas. Estas
denominaciones encontraron en la actual coyuntura un caldo de cultivo propicio
para la fundación de una asociación con objetivos en común que promueve la supremacía cristiana en nuestro país,
como ha sucedido en países de América Latina de la mano de la extrema derecha
de los Estados Unidos.
No todas las iglesias evangélicas en Cuba pertenecen
al CIC, una institución con una visión ecuménica que propicia espacios de
encuentro, formación, celebración y confraternización; sin embargo la mayoría
de las que hoy conforman la Alianza han salido de su membrecía en diferentes
momentos de sus 78 años de existencia.
La creación, el 11 de junio de 2019, de la Alianza de
Iglesias Evangélicas Cubanas, conmocionó a muchas personas que han seguido la
proyección de algunas iglesias fundamentalistas en contra de la ampliación de
los derechos de las personas LGTBIQ+ en Cuba.
La génesis de esta Alianza se ubica en el proceso de
reforma de la Constitución de la República de Cuba que se desarrolló entre
agosto de 2018 y febrero de 2019. En ese contexto algunas iglesias
fundamentalistas embistieron en contra de lo que consideraron una propagación
de la “ideología de género” por parte
del gobierno, que mediante los artículos 68 y 40 en el Proyecto de
Constitución, actuales 82 y 42, se propuso ampliar los derechos a las personas
LGBTIQ+.
La primera acción conjunta de las iglesias evangélicas
permeadas por el fundamentalismo religioso fue la declaración el 28 de junio de
2018, en la que se unieron la Liga Evangélica de Cuba, la Convención Bautista
Occidental, la Convención Bautista Oriental, la Iglesia Metodista en Cuba y la
Iglesia Evangélica Pentecostal Asamblea de Dios, todas pertenecientes ahora a
la recién creada Alianza.
El 21 de septiembre de 2018, veintiuna iglesias
evangélicas, algunas de ellas miembros del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC),
se unieron para redactar otro documento en contra de las propuestas de cambios
constitucionales en materia de derechos de la comunidad LGBTIQ+ y a favor del
derecho de las iglesias a tener voz pública.
El 1 de octubre de 2018 publicaron otra declaración
dirigida a representantes del gobierno, el Partido y el pueblo de Cuba, donde
proponen modificar algunos artículos del Proyecto de Constitución y que fue
firmado por 44 líderes y presidentes de obras. En el nuevo texto no solo
planteaban su rotundo desacuerdo hacia los temas de derechos de las personas
LGBTIQ+ y las mujeres, sino que dejan más claras las intenciones
político-religiosas y de supremacía cristiana de esa voz pública, y establecen
varios presupuestos de lo que sería la futura Alianza.
Las denominaciones que componen la recién creada
Alianza, promueven la supremacía cristiana en nuestro país, como ha sucedido en
países de América Latina de la mano de la extrema derecha de los Estados
Unidos.
Reclaman la concentración de propiedades, el acceso a
los medios de comunicación y la posibilidad de utilizar los principios
religiosos para impulsar políticas públicas. Con la excusa de protegerse de la “ideología de género”, pretenden sacar
la educación de los hijos de manos del Estado, un propósito que recuerda la
campaña “Con mis hijos no te metas”,
desplegada en países de Latinoamérica.
Para respaldar esa demanda, las iglesias distribuyeron
en calles y templos un díptico titulado “Entérate
de lo que el estado cubano quiere hacer con nuestros niños en las escuelas
desde el 2018 en adelante”, donde arremeten abiertamente contra la
educación estatal, tergiversando el propósito de los programas de educación
integral de la sexualidad con el objetivo de aterrorizar a la población.
En ese contexto de protesta fundamentalista, el
Consejo de Iglesias de Cuba no tomó ninguna postura, de hecho hizo silencio, a
pesar de realizarse algunos reclamos por parte de personas LGTBIQ+. Tampoco se
pronunció ninguna de las iglesias más progresistas pertenecientes al CIC.
¿Por qué la razón que se esgrime para la creación de
dicha Alianza, es que “las denominaciones
que la integran no se sienten representadas delante de las autoridades y del
pueblo cubano por el Consejo de Iglesias de Cuba y se sienten motivadas para
trabajar unidas en la defensa de los valores bíblicos”?
En el libro La ideología de género y su impacto. Una
respuesta bíblica desde la teología Wesleyana, del Rector del Seminario Evangélico
Metodista en Cuba, el Rev. Enoel Gutiérrez, publicado por la editorial de esa
propia institución, obtenemos de primera mano la recopilación del pensamiento
de una iglesia que ha estado liderando esta cruzada fundamentalista.
Según el autor, aunque el CIC no emitió oficialmente
ninguna declaración a favor de los matrimonios homosexuales, “todos conocemos el alto nivel de compromiso
que tiene esta institución con los intereses políticos del gobierno, aun por
encima de los intereses de la iglesia y su rol como voz profética, lo cual les
hace obedecer a los hombres antes que a Dios”.
Denuncia que el CIC emplea lenguaje inclusivo y usa el
calificativo de fundamentalistas para las iglesias que no están de acuerdo con
esta ideología. Menciona además la realización de un evento del Consejo sobre
fundamentalismo religioso y su impacto en Cuba donde se consolidó la postura
divergente de esta organización ecuménica respecto a las posiciones de las
iglesias que se han declarado abiertamente en contra de la “ideología de género”.
El libro “La ideología de género y su impacto. Una
respuesta bíblica desde la teología Wesleyana”, del Rector del Seminario
Evangélico Metodista en Cuba, el Rev. Enoel Gutiérrez, recopila el pensamiento
de una iglesia que ha liderado la cruzada fundamentalista en Cuba.
El libro hace referencia a las declaraciones del 29 de
mayo de 2019 del Rev. Pablo Odén Marichal, ex presidente del CIC, en ocasión
del aniversario 78 del Consejo, donde alerta sobre “cierta gestación por parte de corrientes pretendidamente evangélicas,
pero en realidad fundamentalistas y supremacistas que representan la más
vetusta doctrina del anexionismo monroista que niega la independencia de Cuba,
el patriotismo y por lo tanto niega nuestras raíces ecuménicas, protestantes y
evangélicas, nuestras raíces honestas, independentistas y patrióticas, que
dicen pretender organizarse en cierto movimiento paralelo al ecumenismo, lo que
sería un falso ecumenismo por monroista y por anexionista así no más”.
Este libro arroja luces para entender que el punto de
ruptura entre las iglesias de la Alianza y el CIC estuvo en los encuentros
políticos entre el Consejo y el Estado cubano, su afinidad con el sistema
socialista, la utilización del lenguaje inclusivo, la comunión con algunos
temas de género –sobre todo en materia de equidad entre mujeres y hombres–, y
su desacuerdo con las doctrinas fundamentalistas de supremacía cristiana que
encuentran sus mayores exponentes en iglesias pertenecientes a la mencionada
Alianza.
Según plantea la organización Soulforce en su página
web, la supremacía cristiana manipula el lenguaje del Cristianismo para validar
las posiciones políticas y las acciones de los sistemas violentos. Sostiene y
refuerza las desigualdades históricas creadas por las naciones cristianas
europeas durante la conquista y colonización. Su objetivo no es crear una fe
auténtica o una conexión personal y comunitaria con Dios, sino consolidar el
poder en beneficio del poder. Busca que la violencia hacia ciertas personas sea
normalizada y moralmente aceptable, creando mitos sobre lo que está bien y lo
que no. Es una forma de violencia espiritual causada por ideologías religiosas
que niegan el valor sagrado de las personas.
Las denominaciones
que componen la recién creada Alianza, promueven la supremacía cristiana en
nuestro país, como ha sucedido en países de América Latina de la mano de la
extrema derecha de los Estados Unidos. / Ilustración: Jorge Sánchez Armas
En sus perfiles de Facebook, estas iglesias y sus
líderes manifiestan su empatía hacia el Estado de Israel y el sionismo
cristiano, enaltecen a figuras fascistas como Jair Bolsonaro, Donald Trump y
promueven las noticias sobre los lugares del mundo donde se ha derrotado la “ideología de género”.
El paso del espacio religioso/privado al público/laico
es alarmante cuando se encuentra permeado por agendas imperiales de dominación
y por ideas religiosas que pueden impactar en las políticas públicas, incluso
en Cuba, donde a pesar de las diferencias de contexto con los países del sur
global, existen condiciones coyunturales que han propiciado la cohesión de
estas ideas, contrarias a nuestros principios socialistas.
Al mismo tiempo se acerca un nuevo reto con el cambio
del Código de Familia, donde debe concretarse los principios de igualdad
expresados en la nueva Carta Magna y que será llevado a votación popular. La
creación de esta Alianza propicia un espacio de unidad, desde donde se
desplegará toda la fuerza económica, espiritual, ritual, religiosa y política
de las iglesias fundamentalistas cristianas en la realización de una campaña
para frenar los cambios que amplíen y garanticen los derechos de la comunidad
LGBTIQ+ en Cuba.
Sin embargo, el reto que nos plantea la agenda de
estas ideologías fundamentalistas y supremacistas, trasciende a los colectivos
LGBTIQ+, abarca a otros grupos vulnerables y a la Cuba inclusiva y justa que
estamos construyendo.
Creo que hay que seguir de cerca el desarrollo de esta
Alianza, evaluar sus contrapartes, sus hermanamientos, los socios con los que
intercambien, la recepción de fondos y la asimilación de otras agendas, para
conocer sus pretensiones en el contexto cubano.
Podemos desde ahora especular que se erigirán como
exponentes de la extrema derecha, del fundamentalismo y la supremacía
cristiana, que serán piedra de tropiezo para la creación de una sociedad más
equitativa. El cómo ya lo veremos, pero nuestro Dios es amante de la justicia.
*Teóloga y Pastora de la Iglesia de la Comunidad
Metropolitana en Cuba (ICM).
Tras ver lo que hacen los pastores por la paz de USA y "los pastores por la guerra" del evangelismo oficialista en Cuba no queda más que reconocer que entre el protestantismo y el comunismo hay y un gran colaboracionismo. Ya los puedes ver con el pastor Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice). jalando leva a López Obrador en México. https://youtu.be/C-zALNVBqWE
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