En preparación para un artículo sobre la reciente constituida:
Alianza de Iglesias Evangélicas de Cuba, encontramos en la página web del CIC
esta declaración de la COEBAC. No dejo de soslayar la intrusión de esta organización en el asunto
que nos ocupa. Fui testigo excepcional
de la irrupción y casi imposición cuando esta organización fue creada, intentando, en una contrahecha reunión en La
Habana en los tempranos setenta, de que fuera aceptada por un grupo de jóvenes en
la Iglesia Metodista de K y 25. Esa vez no fue aceptada y asumió el camino canallesco
de la discordia. Aquí les dejo lo que ahora dicen:
El pasado 11 de junio, se dio a conocer la fundación
de la Alianza Evangélica Cubana, integrada por siete denominaciones cristianas
del país, alegando no sentirse representadas por el Consejo de Iglesias de
Cuba, entre otras razones. Organizaciones cristianas pertenecientes a
nuestra organización, líder del
movimiento ecuménico cubano, se han pronunciado ante este hecho.
Aplaudimos cualquier intento que tenga la intención de
buscar la unidad del pueblo cubano o de contribuir a la organización de grupos
sociales que componen nuestra sociedad civil, pero nos resulta difícil aceptar
que el pretexto para acciones que generen estas cosas, que pudieran ser muy
beneficiosas, sean justamente la inadaptabilidad o incapacidad de algunos a
convivir, trabajar y luchar desde las organizaciones existentes, aun, cuando
muchas veces esa lucha tenga que ser interna, dentro de las mismas por
mejorarse y apegarse a los principios fundacionales de estas.
No nos sorprendió la noticia de la creación de la
Alianza Evangélica de Cuba, pero si nos entristeció que justo haya sido el
querer ser una alternativa al Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) las
motivaciones de sus fundantes.
Por medio de la presente nuestro movimiento, miembro
pleno del Consejo de Iglesias de Cuba reafirma nuestra intención de seguir
trabajando junto a este y a cualquier organización de Cuba y del exterior cuyos
objetivos estén encaminados a buscar la unidad en medio de la diversidad de los
seres humanos, creyentes o no, algo que por todos estos años el CIC ha venido
haciendo, encomiablemente, aun, a pesar del espíritu excluyente de algunas
iglesias que todavía arrastran el pesado lastre de la Vida “bajo la ley” y no la bendición de la
Vida bajo la GRACIA de Dios en Cristo.
Nuestra militancia en el CIC no busca una
representación de este ante el pueblo, el gobierno o el Estado cubano, pues
como organización nos bastamos jurídica y moralmente para esto. Vemos en el CIC
un espacio donde junto a otros hermanos y hermanas unánimes en el sentir del
servicio y el amor al prójimo, que como el CIC, entendemos no es ese que piensa
como nosotros, sino ese en cuyo camino Dios nos pone para hacer una diferencia,
para bien, independientemente de su credo, orientación sexual, política o de
otra índole.
Nos une al CIC el apego a los principios de un Dios
revelado en un Jesús que no hizo acepción de personas y vivió un ministerio
profético, no adivinando el futuro, pero haciéndolo con su presente, muchas
veces contestatario a la política y la rancia religiosidad de su tiempo, cuyos
prejuicios e intereses económicos, lejos de acercar Su Reino lo alejaban.
Como el CIC defendemos la separación de la Iglesia y
el Estado como uno de los principios heredados de la Reforma Radical
Protestante, aunque esto no impida que trabajemos junto a gobernantes y
políticos en programas y proyectos que busquen el bienestar y la calidad de
vida de grupos de seres humanos, que entendemos, son el objeto del amor de Dios
y debieran serlo de todo aquel que se confiese cristiano y/o humano.
Por todo esto y ante la nueva opción no ecuménica que
aparece en el horizonte de relacionamiento institucional en Cuba: dejamos claro
nuestro compromiso con el CIC, organización, que parafraseando al cantautor
cubano “no es perfecta pero se acerca a
lo que un día soñamos”.
Sueño, que es una obra en progreso que requiere
todavía de mucho compromiso sacrificial de quienes rezamos en su lista de
miembros y que muchas veces, como de Dios, es más lo que esperamos o demandamos
de Él que lo que hacemos por Él. Que Él nos ayude, a los de un lado y del otro
de esta nueva ecuación, a buscar siempre y primero El Reino del Dios, de Jesús,
para este país, que hoy, más que nunca lo necesita.
Coordinación Obrero Estudiantil Bautista de Cuba (COEBAC)
Rev. Eduardo González Hernández
Coordinador General
El CIC siempre ha estado llenos de chivatos y aduladores hijos del diablo que de cristiano no tiene nada
ResponderEliminarel cic es una cueva de ladrones y aduladores hijos dl diablo
ResponderEliminarNo consigo bajar lo de la COEBAC, ni siquiera pegarlo, otra vez intentare; presumibles maniobras y contramaniobras de las favoritas y aspirantes a favoritas del serrallo. El CIC, gritara "Este macho es mío" y los nuevos en la palestra dirán que son nuevos, en libreto idéntico al de la "sustitución" de Raúl Castro x Díaz Canel. "Miren, hay cambios en Cubas", no sabremos quién es quién, quien sincero, quien agenton, quien engañado de buena Fe, y los pastores de acá, le salvaran la cara a los pastores de allá, quienes para enviarles donaciones los necesitan descontaminar de pasividad ante la dictadura y del proyecto constitucional. Salud.
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