Caminar juntos como dos buenos amigos respirando la libertad por las
apacibles calles de Varsovia apenas unos días atrás; charlar alegremente con el
hombre que hoy recibe el premio Andrei Sajarov en Estrasburgo, parecía un sueño
imposible de realizar hace tan solo cuatro años. Yo apenas podía saludarlo
entonces por entre la ventana de cristal de la sala de terapia intensiva del
Hospital Arnaldo Milián Castro en una de aquellas jornadas en las que me
trasladaba a Santa Clara para fungir como capellán comisionado por vocación
propia ante llamamiento exclusivamente divino. Mi oración pública en aquellas
tardes que sumaron ciento treinta y cinco se podían resumir en: «Señor, salva a este hombre, y libera a los
presos por los que se ha decidido a morir». Tuve que soportar los consejos
de muchos que intentaron hacerme desistir en vano de esta auténtica aventura de
fe: Deja de ir a ese hospital –me decían- ese hombre se va a morir y a ninguno
de esos presos los van a liberar.
Guillermo Fariñas Hernandez junto al Pastor Mario F Lleonart recorriendo las calles de Varsovia. |
Y cuando parecía que efectivamente Guillermo Fariñas
Hernández se moría y ya hasta el Granma
preparaba el escenario que amigos y enemigos consideraban más probable, llegó
julio de 2010 con el primer sorbo de agua tras el anuncio, publicado en el
propio Órgano Oficial del Comité Central de Partido Comunista de Cuba, de la
liberación de los cincuenta y seis presos que restaban de la causa de
los ´75. Y el tiempo que no se detiene llegó a junio de 2013 para poner a
andar juntos por esas mágicas calles de Varsovia al huelguista y al pastor cuya
cobeligerancia pocos entendían y muchos consideraban destinada al fracaso. Y ha
llegado por fin otro julio en esta escalada de triunfos, y hoy el Coco, como le llamamos quienes le
queremos, se sienta en la silla que deja de estar vacía para recibir, por fin,
en ceremonia especial en el Parlamento Europeo, ese premio que ofrenda por la
libertad de toda Cuba.
Y lo mejor de todo es, que sé que todo esto es nada «comparado a la gloria venidera que en
nosotros ha de manifestarse».
Fariñas el premio sajarov es de 50.000 dólares , pienso que es una buena cifra para ayudar a los disidentes pobres, te alimentes bien que falta te hace y compre pinturas para poner en todas partes ABAJO LOS PERROS CASTROS. Si crees en Dios dale el diezmo a la iglesia del pastor Mario feliz que el templo les va a caer en la cabeza.
ResponderEliminarAlgo tendencioso el comentario pero bueno....,
ResponderEliminarFariñas gano el premio Sajarov; cuando los procastristas ganan un premio en el exterior nadie habla del monto ni que haran con el.
En cuanto a dar el diezmo a una Iglesia.., el diezmo es eso una parte y este opositor hara lo mejor posible con ese dinero que es de su entera pertencia.