marzo 29, 2012

Benedicto XVI, un triste predicador del mal.

 Por: Francisco Sau Boíx.*
 Las Damas de Blanco se constituyeron en Abril del año 2003.
 Un año tiene 52 semanas, a domingo por semana, un año tiene aproximadamente 52 domingos. Del año 2003 al actual año 2012 han transcurrido 9 años, que multiplicado por el número de domingos por año, resulta un total de aproximadamente 468 domingos. El mismo número de ocasiones en que las Damas de Blanco han asistido a Misa para orar y pedir por la libertad de sus familiares prisioneros políticos, y por la libertad para todo el pueblo cubano.
Estas 468 razones, la devoción por la fe católica y respeto al prójimo que proclaman como auténticas cristianas, así como, el prolongado sufrimiento y acoso que padecen en su interminable calvario, no fueron suficientes para que el Papa Benedicto XVI recibiera a este reconocido y prestigiado internacionalmente grupo de madres cubanas, para al menos, aliviar con su bendición la carga de la Pesada Cruz que soportan en su penoso Vía Crucis, como lo hiciera en su momento Simón el Cirineo con Jesús Cristo.
 Sin embargo, grandilocuentes alabanzas, sonrisas y regalos, dedicó a los Poncio Pilatos que las han condenado, a ellas y a todo el pueblo cubano, a vivir esclavizados o morir crucificados.
 A ellos sí los recibió.
 A ellos, ateos que nunca asisten a una misa.
 A ellos, que no predican con el ejemplo los fundamentos de la fe católica, el respeto al prójimo, la tolerancia.
 A ellos, cuyas manos manchadas de sangre y odio no dudó en estrechar.
 A ellas no, a ellas las condenó, como Judas a Jesús Cristo.
 Así quedará reflejado en la historia.
 Ellas, como ejemplo fidedigno de la fe cristiana, mientras que usted, como un triste predicador del mal.
 *Francisco Sau Boíx,  Barcelona, España. Mambí en Acción

1 comentario:

  1. Es una vergüenza que la jerarquía de la iglesia católica ha cometido no solo contra las Damas de Blanco sino contra la nación cubana.
    Sin embargo, no podemos odiar para que no germine en nuestras almas el odio que con tanta saña han sembrado los Castro en el corazón de todos los cubanos.

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